La aerofagia, disorexia circunstancial, su significado y consecuencias (página 2)
Enviado por Felix Larocca
Síndrome del globo gástrico
Si se traga mucho aire que no se expulsa con un eructo, este pasa al estómago, donde se acumula y puede causar sensación de abombamiento e hinchazón a veces muy molestos. Este aire gástrico puede verse en una simple radiografía; se le denomina "burbuja gástrica" y produce unos síntomas conocidos por el "síndrome del globo gástrico". El aire queda atrapado después de una ingestión copiosa y sin posibilidad de ser eructado. La distensión gástrica puede provocar un dolor agudo que en ocasiones puede simular una angina de pecho, debido a que el dolor aparece en la zona cardiaca. También el aire deglutido puede pasar al intestino y quedar atrapado en la denominada flexura esplénica, originando el llamado "síndrome de la flexura esplénica", caracterizado por una sensación de plenitud y opresión en el hipocondrio izquierdo, que se irradia por el hemitórax izquierdo. Tras la defecación o la expulsión de gases se suele aliviar el dolor. Una simple radiografía de abdomen puede mostrar grandes cantidades de aire en la flexura esplénica. Estos fenómenos desagradables son bien conocidos por quienes comen por comer, dándose harturas (lo que nosotros llamamos, afectuosamente, el síndrome de Raúl).
La comida, mejor si se consume pausadamente
En la actualidad, la ausencia de tiempo marca comidas rápidas y basadas en productos precocinados. En el caso de las personas que padecen meteorismo y aerofagia persistente, comer sensatamente es fundamental para evitar éstos y otros problemas estomacales.
Para comer adecuadamente:
- Siéntese relajadamente e intente olvidar sus preocupaciones
- No realice ningún trabajo mientras come, apague el celular
- No discuta cosas desagradables ni asuntos serios durante la comida
- Coma pausadamente, en pequeños bocados, y masticando muy bien. La digestión empieza en la boca.
- Durante la comida beba cantidades adecuadas de agua. No hay verdad en el proverbio local de que el agua dilata la digestión. Lo que el agua hace, en realidad, es ayudarla.
- Cuando beba, evite los ruidos deglutorios, indican que pasa mucho aire y que usted es persona grosera (síndrome de CAMA).
Evite el uso de los siguientes "alimentos" y sustancias:
- Bebidas gaseosas, aguas carbónicas, colas y refrescos gasificados, cerveza y cavas. El azúcar crea sus propios problemas porque fermenta.
- Verduras y legumbres col, coliflor, bróculi, habas, guisantes, alubias, lentejas, garbanzos en exceso o mal cocidos. Cómalas pero con circunspección.
- La leche, si tiene intolerancia y aun que no la tenga.
Y además:
- Evite suspiros (dulces, como el famoso postre de los dominicanos y los que salen de su cuerpo) e inspiraciones profundas frecuentes. Respire normalmente por la nariz, y no por la boca, así evita la aerofagia.
- Si tiene problema de obstrucción nasal, con la dentadura o la prótesis dental, intente solucionarlo.
- No fume.
- Evite los medicamentos efervescentes.
- No utilice laxantes.
- ¡NO MASQUE CHICLES! — Luce mal y proyecta la apariencia de un animal rumiante.
El uso y el abuso de las comidas incomibles por las víctimas de las disorexias.
Uno de los pasos más importantes en la aplicación del método de tratamiento de las disorexias, por nosotros elaborado, consiste en la eliminación total del uso del chicle por todas las pacientes y miembros del equipo clínico. (Véase: Larocca, F. E. F: The Psychiatric Clinics of North America Issue on Eating Disorders).
Primero, el chicle y su presencia constante en la boca, se utiliza para atenuar las señales fisiológicas del hambre que llegan constantemente, provenientes del hipotálamo cerebral. La paciente tiene hambre y trata de no percibirla de esta manera.
Además que cuando se masca el chicle, una función vital se anticipa: Los centros del comer registran la presencia de algo en la boca, perciben el acto y la actividad de masticar y asimismo perciben la deglución de saliva – pero nada de comida.
Ante ese dilema, el hambre se intensifica. Lo que es resultado opuesto al efecto deseado.
Finalmente, que la imagen de una mujer atractiva contorsionando la boca para masticar como si fuera un animal rumiante no luce muy bien, que digamos.
Jirafa
En ocasiones será conveniente utilizar fármacos -a base de clebopride, simeticona, etanol, metoclopramida, dimeticona, glucosa, celulosa microcristalina… como tratamiento en los casos más problemáticos. Mucho de entre estos fármacos pueden causar síntomas de trastornos extra piramidales o parkinsonismo — la metoclopramida, entre éstas. También la fitoterapia puede ser una ayuda útil para el meteorismo y hay preparados eficaces en farmacias, parafarmacias y tiendas herbolarias.
Siempre use todos estos remedios bajo supervisión facultativa.
Tragar demasiado aire… ¿qué acarrea?
Las personas aquejadas de eructos crónicos o repetitivos achacan sus molestias a la formación de gases en el estómago. Sin embargo, su causa se vincula a la aerofagia o deglución del aire y no siempre, a su producción en el tubo digestivo. Se ha estudiado bien este fenómeno y se ha constatado que por lo general cada eructo va precedido de una bocanada de aire tragado. En todas las personas es común que haya un cierto grado de aerofagia ocasional, pero algunas tragan aire en exceso por ansiedad crónica, comidas muy rápidas, consumo de bebidas con gas, uso de gomas de mascar, mala adaptación de prótesis dentarias, obstrucción nasal, tabaquismo… Todas estas circunstancias favorecen la deglución de aire que desciende por el esófago y luego, cuando se regurgita, se expulsa como un eructo.
A pesar de la creencia extendida de que las sensaciones de hinchazón y plenitud abdominal están ocasionadas por cantidades excesivas de gas intestinal, estudios recientes han comprobado que la cantidad de gases en estos casos es normal, y que la principal anomalía es un trastorno de la movilidad intestinal. (Véase mi artículo acerca del síntoma común de las anoréxicas: Dilación del vaciado gástrico).
En resumen:
Coma con prudencia y como el ser civilizado que es… y si es que (como tantos) no lo es, por lo menos trate de serlo — por su bien.
Referencias
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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