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Pro y contras de la globalización

Enviado por Eduardo Torres


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    La primera instancia a considerar para entender en los asuntos de la llamada " globalización" está supeditada a tomar en consideración necesariamente a la filosofía del fenómeno neoliberal porque la primera no es sin el otro. Esto es, sin neoliberalismo no habría globalización y sin globalización el neoliberalismo sería un ejercicio fútil. Vale entonces definir los vocablos para entender sus implicaciones. Globalizar significa: de carácter global, es obvio.

    El Neoliberalismo tiene descomposición etimológica como sigue: Neo como nuevo y liberalismo como liberación, nueva libertad, en el caso que nos ocupa implica nueva libertad de mercadeo. Durante mucho tiempo las economías de mercado fueron recicladas en un círculo vicioso por concepto de un mecanismo doméstico basado en sistemas feudales de mercadeo en los que no se permitían las competencias extranjeras y las riquezas se mantenían en poder de los miembros de alcurnias en un país cualquiera de la  tierra. Los dueños se sucedían como en monarquías.

    Los hijos de los dueños heredaban el poder económico, de tal suerte que los ricos nunca eran nuevos ricos so color de esta sucesión. Así entonces los ricos siempre tuvieron los mismos apellidos porque eran descendencias directas de otros.

    Este sistema feudal de sociedad y mercadeo hacía retornar el mismo dinero invertido a las mismas arcas de donde procedían. Bajo estas premisas no se arriesgaban capitales y las economías no pertenecían al pueblo; solo progresaban los ricos a expensas del sacrificio de los pobres, supeditados a dejar el sudor de sus frentes en manos de los feudalistas.

    Por otro lado, también había una circunstancia desalentadora para los inversionistas a no considerar reubicaciones o nuevas inversiones en países tercermundistas: el clima político durante mucho tiempo en casi todos los países impedía reubicar operaciones mercantiles. El relajo político imperaba. El protagonismo de gente en los gobiernos, incapaces de lograr un equilibrio sociológico o político mantenía un " status quo " desbalanceado que no producía confianza en potenciales inversionistas. Los mismos propietarios de empresas no apostaban al mantenimiento de climas de paz, sabían que las presiones vendrían por causa de los abusos y excesos de gobierno. Las luchas intestinas por el poder político supeditaba al poder económico en defecto de las depredaciones, esto era innegable.

    Los inversionistas del patio siempre descansaron en la pacificación por medio de las fuerzas de las armas y el mollero punitivopor causa de sus propios desmanes contra la fuerza trabajadora. El clima era de aprehensiones y suspicacias, debido a los manejos turbios de las economías por los políticos de turno. El usufructo de Los Bienes Nacionales, el tráfico de influencias, los sobornos institucionales, y la falta de oportunidades para la fuerza trabajadora in-crescendo, las sociedades casi siempre estaban al borde de las anarquías y de las guerras civiles.

    Durante el relajo político que trajo a los advenedizos del poder, el usufructo de Los Bienes Nacionales creó nuevos ricos sin alcurnias, nuevos ladrones y malandrines, demasiados oportunistas y depredadores. Se conjugaban legislaciones acomodaticias para beneficiar a particulares y a tenor con las deseabilidades sociológicas pero La Ley era letra muerta para los que se supone estaban en las obligaciones de cumplirlas y hacerlas valer. Lamentablemente y como nota al calce infiero que Los Códigos Civiles y Criminales eran aplicables solo a quienes no podían pagar " las indulgencias extraoficio por parte de Jueces y Fiscales." . Remitido al ejemplo del Periodista venezolano William Ojeda cuando escribió aquél libro que tituló: ¿ Cuánto vale un Juez ?. Haciendo denuncia pública de la corrupción en La Judicatura de su país. Lo arrestaron, encausaron y encarcelaron durante un año.

    Cabe destacar también que por el poder económico ejercido sobre los gobie rnos el proteccionismo cerraba las puertas a inversionistas extranjeros, so color de evitar como reseñado las competencias de productos análogos y al desface que producirían las nuevas conciencias humanistas de nuevos empresarios tal vez dispuestos a pagar los ejércitos laborales con mejores emolumentos.

    Entonces, ante tales disyuntivas no era permitido abrir puertas a inversionistas extranjeros. Importante indicar, que las economías de los países aunque crecieran no permitían el progreso y desarrollo porque las ganancias nunca se repartían y los empresarios del patio no seguían creando nuevos y diversificados mercados. Por ejemplo: si un fabricante de jabón vivía cómodo fabricando un millón de jabones al año, para qué fabricar dos millones o para qué fabricar diferentes clases de jabones. Se conformaban con generar ingresos recurrentes pero lineales. Tal era la mentalidad retrógrada de los empresarios en sistemas feudalistas de mercado en cada país tercermundista.

    Poco a poco el mundo se fue achicando, pero se gestaba la necesidad de trasegar economías. Muchos empresarios de avanzadas pugnaban por hacer parir un fenómeno esperanzador. Los avances tecnológicos fueron necesitando nuevos mercados. Nuevos enfoques produjeron nuevas necesidades, nuevos engranajes para el progreso y desarrollo. Esto produjo tirantez en vista de que los empresarios del patio no podían absorber ejércitos laborales aptos para trabajar que reclamaban empleos so color demasiadas veces hasta de la retórica política que hacía demagogia promisoria respecto a ello.

    En Europa, el Mercado Común Europeo ( MCE ) agobiado con los intereses porcentuales onerosos por causa del galope de la divisa hegemónica tradicional, el dólar estadounidense tramó la formación de un Estado económico cuasi-universal bajo la tutela de una nueva razón político-social que llamarían La Unión Europea y la instauración de una nueva divisa internacional: el euro.

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