- Cerebro
- Cerebro básico, reptil ó instintivo
- Cerebro límbico ó mamífero primitivo
- El sistema límbico
- Cerebro neocorteza (mamíferos volucionados ó superiores)
- Bilateralidad hemisférica
- Modelos de inteligencias múltiples
- Conclusiones
- Bibliografías
INTRODUCCIÓN
El hombre, como ser consciente y racional se ha interesado por los procesos neurofisiológicos y psíquicos que originan el funcionamiento cerebral, al igual que su estructura y capacidades; ha sido su preocupación permanente indagar y explicarse muchas interrogantes en relación al encéfalo y sus, hoy reconocidos, tres componentes estructurales principales: el Cerebro (formado por los dos hemisferios), el Cerebelo (que actúa en la coordinación y mantenimiento del equilibrio) y el cerebro Límbico (donde se originan las emociones). Se ha determinado que el cerebro, en vez de ser una única estructura, se haya dividido en dos mitades o hemisferios con funciones específicas especializadas aún cuando se encuentran íntimamente envueltas en el cráneo y ligadas por distintos haces de fibras nerviosas que actúan como canales de comunicación.
El proceso evolutivo del cerebro en los animales ha visto transcurrir miles de millones de años hasta llegar a conformarse en su versión más avanzada conocida: el cerebro humano, tal como lo reseña Jung (2.000) la filogenia u origen y evolución de las especies, ha ido desarrollando estructuras cada vez más complejas para el tratamiento de la información. Así, con la aparición de ciertas plantas, y sobre todo, con el surgir de los animales sobre el planeta, la naturaleza desarrolló los primeros sistemas nerviosos para, poco a poco, y por extensión de estos, pasar a crear los primeros cerebros de peces, batracios y reptiles.
Este cerebro primitivo, sería el que dominaría el mundo durante cientos de millones de años de la mano de los famosos dinosaurios. Era este, según los estudiosos del tema, un sistema cerebral únicamente espacial que regía los movimientos de acercamiento y alejamiento, de ataque y de defensa, algo frío y ritualizado. Posteriormente la masiva expansión de los mamíferos supuso un "salto cuántico" en la evolución encefálica de las especies terrestres, con la aparición del denominado "cerebro Límbico", un círculo casi completo de tejido que envuelve el sistema reptiliano. Es en este sistema Límbico donde se gestan las emociones intensas, así como las ondas theta y los recuerdos a largo plazo. Incluye el hipocampo, la amígdala y otras estructuras… y, muchas veces, se hace referencia a ella como "sustancia o materia blanca".
Finalmente, reafirma Jung (Op. Cit. 2.001) hará unos 40 millones de años, surgió una nueva estructura cerebral denominada neocórtex, o nueva corteza, que es la característica distintiva de los mamíferos euterios, más evolucionados y en gran medida diurnos, uno de los grupos de organismos de más éxito en la actualidad. Es el sistema encefálico que ha llegado a ser entre otros el de la especie humana. Se trata de una nueva corteza, de ahí su nombre, formada por un tejido nervioso de superficie rugosa y llena de pliegues. Esta corteza cerebral dividida en dos hemisferios que se comunican a través de fibras transversales llamadas comisuras, era en un principio funcionalmente simétrica, pero con el advenimiento de orangutanes y gorilas, se inicia una asimetría o lateralización de los hemisferios, con unas características y percepción distintas en uno del otro. Es así como, el encéfalo humano tal y como lo describe Paul McLean (Jefe del laboratorio de Evolución Mental y Conducta del Instituto Nacional de Salud Mental de Bethesda), no es más que la compleja interacción de los tres sistemas neurales anteriormente descritos. Se corrobora el proceso de generación de las estructuras en los cerebros de los animales durante los últimos 600 millones de años que están materializadas en el cerebro humano. Proceso que se evidencia en los nueve meses de formación ontogénica de los bebés humanos, que no serían más que una notable síntesis de ese cuasi eterno proceso evolutivo.
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