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El rol del psicólogo (Intervenciones en los sistemas de salud)

Enviado por emilia méndez


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Una mirada a través de la Antropología Médica
  3. El Discurso Médico, Psiquiatría y Psicoanálisis
  4. La dimensión simbólica en el discurso médico
  5. Función y campo de la palabra y del lenguaje
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Introducción

Basamos nuestra introducción en este tema en los conceptos vertidos por Pierre Bourdieu en su trabajo "Espacio social y poder simbólico".

El poder es muy importante para determinar el accionar de los dos polos con los que Bourdieu interpreta el "poder simbólico" que se distribuye como parte del sistema simbólico en el espacio social.

Esos dos polos son el Estructuralismo y el Constructivismo. Solos no aportan nada. Bourdieu los propone como dos pasos necesarios para la investigación: estructuras objetivas que construye el sociólogo y las representaciones subjetivas de los agentes (en nuestro caso los médicos), que pesan sobre las interacciones. Los dos momentos están en una relación dialéctica.

OBJETIVISMO: tiende a deducir las acciones y las interacciones de la estructura. Así el error que encuentra en Marx es el tratar a las clases como clases reales y a partir de esa noción ubicar a los agentes. Esto funcionaría en nuestro caso como una explicación bastante certera del lugar dónde se genera el discurso, acá el discurso médico. Bourdieu dice que en realidad la noción de clase es posterior a las relaciones entre los agentes y éstos no se clasifican sólo según su posición relacionada a la producción (economía) sino que son más dinámicos. Veremos una nueva clase de poder, el poder sobre la salud, el poder del médico sobre el paciente y cómo su discurso se formula, se sostiene y se avala desde esta posición de poder.

SUBJETIVISMO: se inclina a reducir las estructuras a las interacciones. Así, la microsociología cuando mira muy de cerca el árbol olvida que el árbol esconde el bosque. Por no haber construido el espacio no se tiene posibilidad de ver desde dónde se ve lo que se ve.

No se puede entender al sujeto sin entender el habitus, el campo y el capital en disputa.

El campo es una referencia al estructuralismo, a lo objetivo. No se presupone su existencia previa, sino de relaciones sociales, que se establecen entre los agentes según el capital en disputa. En el tema que estamos desarrollando, el capital es la salud, capital que se disputan (muchas veces simbólicamente), médicos y pacientes que se creen con derecho a poseerla. En el discurso de ambos la salud es un bien propio, los médicos, cual chamanes de delantal blanco, sostienen un sistema de esquemas de percepción y de apreciación de las prácticas de su profesión, mediante las cuales pretenden restituir el capital perdido a los pacientes, que a su vez tienen sus propios esquemas de percepción y apreciación de sus propias prácticas con respecto a conservar y/o recuperar su salud. Obviamente, el costo de estas prácticas estará a cargo de quien percibe y aprecia que ha perdido su salud y el pago será a quién percibe y aprecia que sus esquemas de producción de prácticas (como se verá estamos hablando del habitus de los agentes en interacción), "devuelven" la salud a quiénes la han perdido. Muy diferente sería la ecuación si los pacientes se percibieran damnificados por la impericia de la práctica médica que no es capaz de prevenir la falta de salud……………

Las relaciones de poder son las diferentes posiciones según la distancia con el capital y las luchas entre los agentes sociales por poseerlo o por acercársele, y que no es más que la regulación de las relaciones entre dichos agentes. Para conseguir el capital hay que cumplir con ciertas reglas que regulan el campo y estipulan las posibilidades de competir.

El habitus referencia al constructivismo, a lo subjetivo. Estos dos momentos, objetivismo y subjetivismo, siempre en relación dialéctica, nos muestran a nuestros agentes, médicos y pacientes, interactuando en el campo social, expresando la regularidad de las prácticas con un sentido dentro del campo. Esa lógica, ese sentido práctico es el habitus (estructura estructurante estructurada).

Bourdieu sostiene que sin los agentes no habría campo, ya que las relaciones entre ellos reproduce y legitima permanentemente el campo, un campo con sectores dominantes y dominados. Aquí se presenta la objetivación, la realiza el investigador, en este caso nosotros, quien necesita previamente objetivarse a sí mismo. No podemos desconocer en que lugar de esa relación dialéctica nos encontramos. No es lo mismo la investigación realizada por médicos que por pacientes. Y nosotros no somos médicos. Esta aclaración nos parece genuina en el comienzo del trabajo ya que el habitus es a la vez un sistema de esquemas de producción de prácticas y un sistema de esquemas de percepción y de apreciación de las prácticas.

Acá es donde cabe el argumento de que el sujeto es inseparable de sus condiciones de existencia. La explicación (el discurso) no construye al sujeto, habla más de las construcciones sociales que del propio sujeto.

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