La radio digital
Enviado por Carlos Eduardo Cortés S.
La radio digital es un producto de la llamada convergencia digital. Desde la década de1990, nuevos dispositivos electrónicos de recepción y reproducción digital, incluyendo ciertos teléfonos celulares, se comunican entre sí, en los entornos de redes, mediante sencillas interfaces. Por esta razón, ofrecen ventajas antes inexistentes en los medios analógicos.
A partir de sistemas de adquisición y producción digital, que comenzaron como simples cintas de audio digital (DAT), la evolución tecnológica ha conducido hasta completas infraestructuras de transmisión existentes hoy.
Por ejemplo, el material de programación se puede usar y reempaquetar a través de diversas plataformas como radio, telefonía móvil e Internet, de manera que no solo surgen nuevas sinergias entre estas industrias antes separadas, sino que se multiplican las oportunidades de mercadeo transversal entre dichas plataformas.
La más generalizada de estas innovaciones es el llamado audio en flujo, resultado del uso y el abuso de los medios en flujo (streaming media), que incluyen el acceso gratuito o pagado a archivos de datos, video o música, desde diversos portales, y sitios Web.
De hecho, las nuevas tecnologías interconectadas permiten la aparición de nuevos modos de audiencia, gracias a la flexibilidad de los datos digitales, y a la acelerada disminución en el precio de los chips de memoria. Como resultado, hoy es posible aplicar la exitosa experiencia de grabadoras de video digital como TiVo, al negocio de la radio.
Un usuario de servicios digitales puede almacenar programas en el disco duro de su receptor, o en su reproductor digital de música, como el iPod, para reproducción posterior. Y puede recibir la información básica sobre el título y el intérprete de una canción, y permitir su compra en línea, de igual manera que es posible personalizar el tipo de datos (clima, tráfico, bolsa de valores, titulares de noticias) que se pueden visualizar en la pantalla del receptor.
Todo está hoy disponible y en pleno despegue, pero todavía parece lejano el momento en que desaparezca la radio analógica, tal como la conocemos. Los actuales servicios analógicos de radio son básicamente similares en todo el planeta. Por tanto, mediante sencillos ajustes manuales o automáticos, usted puede llevar un receptor cuando viaja dentro o fuera de su país y está en posibilidad de escuchar emisoras de AM, FM y onda corta en ese mismo receptor.
Versatilidad
Hasta el momento, a pesar de las grandes ventajas y los nuevos servicios de los diferentes estándares de radio digital, esa versatilidad es lo único que no está disponible en los sistemas actuales. Hay tres razones para ello:
a) operan con diferentes estándares y ofrecen diferentes servicios;
b) suelen ser plataformas tecnológicas cuyo acceso se basa en suscripción, y
c) no solo existen servicios terrestres; ciertas regiones geográficas tienen acceso a radio digital satelital, como veremos más adelante.
Por otra parte, con la radio digital, la propia industria de radiodifusión está cambiando en forma permanente, tal como ya ocurre también con las industrias de televisión y cine digital. Como resultado, sería inútil intentar un pronóstico del futuro de la radio digital. Dependiendo de la aceptación del público – cada vez más segmentado en nichos -, y en función de las economías de escala logradas por los nuevos modelos de negocio, tenemos que prepararnos para ver una radio cuyas bases apenas se están configurando.
Sin embargo, el móvil de la digitalización sigue siendo el mismo, tanto para la televisión como para la radio: el dividendo digital, es decir, la capacidad de brindar más servicios en menos espacio del espectro, de manera que se puedan renegociar porciones de espectro hasta ahora ocupadas por la radio y la teledifusión analógicas.
Un problema de estándares
Lo malo de los estándares, como dicen, es que sean tantos. Los actuales formatos de radio digital usan frecuencias de transmisión diferentes, tienen esquemas de modulación y canalización disímiles y usan codecs (codificadores-decodificadores) de audio diversos.
Europa lleva hoy la delantera en el desarrollo y la operacionalización de estándares de radiodifusión digital terrestre, pero los modelos de negocio de la radio digital satelital estadounidense se han mostrado mucho más exitosos.
Desde la década de 1980, la Unión Europea de Radiodifusión desarrolló un nuevo estándar de codificación de audio para radiodifusión VHF/FM. Con el nombre de RDS o Radio Data System, esta tecnología revolucionó en 1984 la radiodifusión analógica con la introducción de un sistema de sintonización basado en un microprocesador capaz de aprovechar una red urbana de transmisores con frecuencias alternativas.
Como resultado, el RDS no solo mejoró la recepción de FM sino que introdujo la capacidad de ocho caracteres alfa numéricos que mostraban el nombre del servicio (título, intérprete u otros datos pertinentes).
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