- Introducción
- Personajes
- Ambiente
- Acciones
- Tiempo
- Formas expresivas
- Posición del narrador
- Recursos literarios
- Conclusión
- Biografía del autor
Introducción
La literatura venezolana "Peregrina o el Pozo Encanado" escrito Manuel Díaz Rodríguez Chávez (1871-1927). La trama de la novela es por demás sencilla y elemental, dos hermanos, Bruno y Amaro, están enamorados de una misma muchacha, Peregrina. Bruno es un tipo alegre, nervioso; Amaro, no es correspondido por Peregrina. Pero Bruno, en busca de otras aventuras amorosas, se va alejando paulatinamente de Peregrina. Esta descubre que ha quedado embarazada de Bruno y muchos amigos intervienen para que el joven vuelva hacia ella y se case. Sin embargo, todo resulta inútil. Amaro es de los que ruega con mayor vehemencia a su hermano que no destruya el honor de Peregrina, y ante la contestación negativa de Bruno, está a punto de matarlo. En medio de todos estos contratiempos, Peregrina trata de suicidarse, lanzándose a las turbulentas aguas de una creciente. Amaro la salva. Bruno vuelve a su lado. Pero la muchacha muere. De El Pozo Encantado saldrán armonías que sólo pueden oír las almas enamoradas.
En este trabajo como lo dice el titulo se hará análisis literario de la novela antes mencionada (Peregrina o el Pozo Encantado) en donde se especificaran los personajes y a la vez se clasificaran, se determinara y describirá el ambiente más común que se presento en la novela, se detallará las secuencias narrativas, el tipo de tiempo encontrado, las formas expresivas, posición del narrador, y recursos literarios, a los cuales se le dará ejemplos encontrados en la novela.
Personajes
Entre los personajes encontrados en la novela peregrina o el pozo encantado los podemos clasificar en:
Principales:
Peregrina: (ojos rasgados, grandes y negros que fueron de su madre. Tenía un denso casco de pelo castaño claro, casi rubio.)
Bruno: (ágil, pequeño, inquieto y nervioso. Arisco y valentón como novillo nuevo. Indócil, con mal disimulado disgusto se acomodaba a la disciplina de la hacienda)
Juan Francisco (es un viejo gañan a quien los mozos de la comarca en dos leguas a la redonda respetan, porque, además del arte mágico en que lo creen tan versado, que llegan a sospecharle de brujo, posee a la perfección el arte noble de amansar, hasta hacer dóciles como una seda con alma, a los más recios y voluntarios novillos. Aunque los amos todavía le consultan, acaban de ponerle fuera de servicio, entre otras razones por lo viejo. Era cenceño, de ojos vivos y nariz episcopal, tiene siempre en la comisura izquierda de los labios un rictus irónico.)
Pág.13
Amaro (un joven, también gañan, esta recién llegado de la guerra. Olvida a menudo que la guerra término y anda cauteloso por los caminos, avizorando las comisiones de la recluta)
Pág.13
Feliciano (avejentado si no viejo, se halla sobre los otros en jerarquía. Medianero, no trabaja casi nunca a jornal y da un tributo a los amos el tercio de lo recogido en las hectáreas que siembra.)
Pág.13
Secundarios; Candelaria, Rosa, Dolores, Carmen, José Jesús, Pedrito, Romero, Galán, Leonor, María, José Jesús Villagrama, Felipe, Teresa, Ángela, Margarita, Cabo López, Facundo, Feliciano, la mujer de Pedrito, La hija de la señora Leonor, Don Vicente, Saturno, Musiu Pedro, el Italiano, Gerson, Ramón, Paula, Jacinta, Leonor, Don Pancho, Félix, Higinia, José maría Alías el Pepón,.
Referencial; la vieja Paula, Zoilo, Úrsula, Juan de la cruz, Braulio, Simón Bolívar, José Félix Rivas, el Padre Serafín.
Ambiente
En la novela "Peregrina" el ambiente más común fue el pozo encantado que tiene por características:
En primer término aparecen dispersas y diminutas manchas de cafetal, miserables restos de cafetales antiguos que la gente del campo llama despectivamente monos, dos largas hileras de mangos, famosos por la bondad exquisita del fruto; alternando con los monos y por debajo de los mangos, lucen claros de barbecho y verdes pañoletas de hortaliza; en segundo término, hay dos o tres ranchos y los muros agrietados y ruinosos de un trapiche colonial, donde empieza un ancho espacio atravesado de paredones, repartido en parcelas de sembradura, salpicado y erizado de grandes rocas graníticas: mas allá, sin rocas ni pedruscos , una abierta llanada de paja bravía sube ondulando suavemente a confundirse con las primeras estribaciones del Ávila; y, por último, se alza el Ávila mismo en el fondo, hacia la parte en donde, merced a la lejanía, más negras y azules parecen ahondarse las montañas del Pajarito y del Sebucán, separadas por el pajonal de la abana pardo amarillenta.
Acciones
Peregrina o el pozo encantado.
Capítulo I
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