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Religión: Sábado o domingo?

Enviado por jacarry


    Resumen:

    La palabra domingo no se encuentra en la Biblia, pero hay en el Nuevo Testamento ocho versículos que mencionan "el primer día", es decir, el domingo. Los Adventistas del Septimo día guardamos el Sábado bíblico, instituido en la creación del planeta, cuando no existia diferencias en razas. El Sábado es un regalo de Dios al mundo entero.

    El Domingo en el Nuevo Testamento

    La palabra domingo no se encuentra en la Biblia, pero hay en el Nuevo Testamento ocho versículos que mencionan "el primer día", es decir, el domingo. Examinémoslos brevemente.

    1.- Pasado el sábado, al amanecer el primer día de la semana, vinieron María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro (San Mateo 28:1).

    En este texto no se habla de la santidad del domingo, ni se hace mención de culto alguno. El versículo dice solamente que en la madrugada del primer día de la semana las mujeres fueron a la tumba.

    2.- Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salom, compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol (San Marcos 16:1, 2).

    Estos pasajes nos indican ante todo que el primer día de la semana sigue al sábado, y además, que aquellas mujeres fueron al sepulcro para embalsamar el cuerpo del Señor, es decir, para trabajar, lo que no hubieran hecho si el domingo hubiera sido sagrado.

    3.- Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios (San Marcos 16:9).

    En este versículo tampoco se menciona un día de reposo. Sin duda alguna, si nuestro Señor hubiese deseado que el día de la resurrección fuera observado como día de reposo, lo habría dicho a sus discípulos cosa que no hizo.

    4.- Y el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas (San Lucas 24:1).

    San Lucas concuerda con los otros evangelistas acerca de las intenciones que animaban a las mujeres que fueron a la tumba: iban a trabajar.

    5.- Y el primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana, siendo aun obscuro, al sepulcro; y vió la piedra quitada del sepulcro (San Juan 20:1).

    Este pasaje fue escrito como sesenta años después de la resurrección de Cristo. Sin embargo, no hay en él indicio alguno de que se hubiese producido un cambio en el día de reposo. El discípulo que había vivido tan cerca del Señor no parece haber oído hablar de una conmemoración de la resurrección.

    6.- Y como fue tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo a los judíos, vino Jesús y p_sose en medio, y díjoles: ¡Paz a vosotros! (San Juan 20:19).

    El versículo indica claramente que los discípulos se habían reunido, no para celebrar un culto, sino por miedo de los judíos. En San Marcos 16:14 vimos que el Señor los censuró por tardar en creer que había resucitado. No estaban allí, pues, con el propósito de conmemorar la resurrección.

    7.- Y el primer día de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la medianoche. Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió. Y nosotros subiendo en el navío, navegamos a Assón, para recibir de allí a Pablo; pues así había determinado que debía él ir por tierra (Hechos 20:7, 11, 13).

    El apóstol San Pablo estaba en viaje hacia Jerusalén. Su barco hizo escala en Troas, y allí reunió a sus conversos. Predicó hasta después de medianoche y celebró con ellos el servicio de la Comunión. Este hecho no convierte el primer día de la semana en día de reposo; con este criterio, tendríamos que deducir que el miércoles es el día de reposo porque el miércoles siguiente el mismo apóstol, encontrándose en Mileto, celebró allí también una reunión. (Véase Hechos 20:14-18). Nuestro Señor instituyó la comunión el jueves de noche. Si la Cena santifica un día, ¿por qué no observamos el jueves como día de reposo? Además, la Cena no está relacionada con la resurrección de Cristo sino que anuncia su muerte. En Hechos 2:46 leemos que los discípulos partían el pan todos los días. Pero ello no transformaba en días de reposo todos esos días. Recordemos, apreciado amigo, que cada una de las instituciones contenidas en la nueva alianza fue establecida antes de la muerte de Cristo. Nada se añadió después de la resurrección. Sus últimas enseñanzas y su testamento fueron sellados con su sangre. Nunca hizo él mención de la observancia del primer día de la semana en conmemoración de la resurrección.

    8.- Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas (1 Corintios 16:2).

    Las iglesias fundadas por San Pablo querían participar de una colecta en favor de los pobres de Jerusalén, y se dieron a los corintios instrucciones al respecto. El primer día de la semana, después de reposar el sábado, cada uno debía poner aparte, en su casa, aquello de que pudiese disponer. El apóstol escribió esa epístola hacia el año 59 de nuestra era, y sin embargo, no hay en sus palabras ningún indicio de que el primer día de la semana fuese un día sagrado.

    ¿Cómo deben conmemorar entonces los cristianos la resurrección de Cristo?

    Respuesta:

    La conmemoración de un gran acontencimiento no se hace una vez por semana. No hay mayores motivos para observar el domingo en memoria de la resurrección de Cristo de los que hay para observar el viernes, día de su muerte, o el jueves, día de su ascensión. Nuestro Señor mismo instituyó la Cena para recordar su muerte.

    Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga (1 Corintios 11:26).

    El apóstol San Pablo aclara que el bautismo es en la vida del cristiano el símbolo de la resurrección de Cristo.

    ¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, así también lo seremos a la de su resurrección (Romanos 6:3-5).

    ¿No clavó nuestro Señor el sábado en la cruz?

    Respuesta:

    San Pablo nos dice qué es lo que fue clavado en la cruz:

    Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados. Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo (Colosenses 2:14, 16, 17).

    Fueron las leyes ceremoniales que prefiguraban a Cristo, el Cordero de Dios sacrificado en la cruz por causa de nuestros pecados, lo que se clavó en la cruz. Allí la realidad se unió a la sombra; el símbolo fue reemplazado por el objeto al cual señalaba. Por esto el apóstol podía escribir que sólo eran "sombra de lo por venir". Los sábados mencionados en este texto son ciertas fiestas judías que también prefiguraban cosas venideras. Recuérdese que la palabra "sábado" significa "reposo".

    Si estudiamos las leyes ceremoniales del antiguo Israel descubriremos que esos "sábados" mencionados por San Pablo eran fiestas anuales (1er. Iibro de las Crónicas 23:31), no semanales. Las "nuevas lunas" eran fiestas mensuales. Entre esos "sábados" ceremoniales se hallaban el del día de la expiación y el de la fiesta de los tabernáculos. El sábado semanal, a diferencia de los sábados ceremoniales, está asentado sobre un fundamento permanente, porque fue instituido en el Eden para conmemorar la Creación. Los preceptos ceremoniales, aun cuando instituidos por Dios, eran de carácter temporario y sólo debían estar en vigencia mientras señalaban al Mesías venidero. Tal es el caso de los sábados ceremoniales. En cambio un precepto moral es de carácter permanente porque está relacionado con la naturaleza moral del hombre que es siempre la misma. Tal es el caso del sábado del cuarto mandamiento.

    ¿No dice San Pablo que todos los días tienen el mismo valor?

    Respuesta:

    Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo (Romanos 14:5).

    A los judíos conversos de la iglesia primitiva les costaba abandonar las ceremonias que solían observar antes. Consideraban el cristianismo como una religión judía. Nuestro Señor era judío; los discípulos eran judíos; las Escrituras habían sido escritas en hebreo. Era difícil separar los símbolos de la realidad concreta, redentora, es decir, de la obra de Cristo. En el capítulo 14 de Romanos, San Pablo exhorta a esos cristianos de origen judío a que no continúen disputando acerca de aquellos ritos que habían terminado en la cruz. Los "días" a que se refiere son, entonces, los que correspondían a las fiestas judías y no al sábado del cuarto mandamiento.

    El reposo del sábado, ¿no estaba destinado solamente a los judíos? ¿Por qué hemos de observarlo nosotros, que no somos de raza judía?

    Respuesta:

    El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. (San Marcos 2:27).

    El sábado fue instituido en la creación. Los judíos no existían entonces. Dios hizo el sábado para el hombre, es decir para la humanidad entera. Cuando los mandamientos fueron proclamados en el monte Sinaí, en presencia de todo Israel, le fue dicho a éste que se acordara de que Dios se lo había dado a la familia humana centenares de años antes. El mandamiento no se aplicaba sólo a los judíos, sino también "al extranjero que está dentro de tus puertas". Aun los gentiles (que eran extranjeros para los judíos) debían observar el sábado.

    Si el sábado –cuarto mandamiento– se hubiese constituido para los judíos solamente, entonces los Diez Mandamientos como conjunto, también hubieran sido sólo para ellos. En tal caso, los cristianos podrían tomar el nombre de Dios en vano, postrarse ante ídolos, robar, fornicar, mentir. Como por lógica esto no puede ser, tampoco podemos decir que es lícito violar el sábado.

    ¿Insiste Dios en que el séptimo es el único día que los cristianos deben observar?

    Respuesta:

    Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, que ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.

    De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos (San Mateo 5:18, 19).

    Cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es culpado de todos (Santiago 2:10).

    Si la ley de Dios pudiera haber sido abrogada, Cristo no habría necesitado morir para salvar al mundo. El murió para abolir el pecado y confirmar la ley de Dios eternamente. ¿No quiere usted entregar su vida en las manos de Dios? ¿Quiere usted, apelando al poder de su Salvador resucitado, cumplir toda su voluntad, observar sus mandamientos, inclusive el que se refiere a la observancia del sábado?

    Hechos Bíblicos sobre el Sábado

    ¿Por qué observamos el Sábado? ¿Qué propósito tiene? ¿Quién lo creó? ¿Cuándo? ¿Qué día es el verdadero Sábado? Muchos guardan el primer día de la semana o domingo. ¿Qué autoridad bíblica tienen para hacerlo? Sólo unos pocos guardan el séptimo día, o sea el Sábado. ¿Qué dice la Escritura al respecto? Aquí están los hechos acerca de ambos días, tal como los expresa la Palabra de Dios.

    I.- Sesenta Hechos Bíblicos con Respecto al Séptimo Día.-

    1.- Después de trabajar seis días en la creación de la tierra, el gran Dios descansó el séptimo día (Gén. 2:1-3).

    2.- Este hecho señala a ese día como el día de reposo de Dios, o día Sábado, que significa día de descanso. Ilustrémoslo: cuando una persona nace en un determinado día, esa fecha será su cumpleaños, o su día de nacimiento u onomástico. De modo que cuando Dios descansó en el séptimo día, ese día llegó a ser su reposo, o sábado.

    3.- Por lo tanto, el séptimo día debe ser siempre el día Sábado de Dios. ¿Puede usted cambiar su día de nacimiento por otro día? No. Tampoco puede cambiar el día de reposo por uno en el cual Dios no reposó. De aquí que el séptimo día es todavía el Sábado de Dios.

    4.- El Creador bendijo el séptimo día (Gén. 2:3).

    5.- Dios santificó el séptimo día (Exo. 20:11).

    6.- Creó el día Sábado en el huerto del Edén (Gén. 2:1-3).

    7.- Fue hecho antes de la caída; por lo tanto, no es un tipo; porque los tipos no fueron introducidos sino hasta después de la caída.

    8.- Jesús dijo que el Sábado fue hecho por causa del hombre (Mar. 2:27); es decir, para la raza humana; por lo tanto, están llamados a observarlo tanto los gentiles como los judíos.

    9.- Es un memorial de la creación (Exo. 20:11; 31:17). Siempre que reposamos el séptimo día, como lo hizo Dios después de la creación, conmemoramos ese gran evento.

    10.- Fue dado a Adán, padre de la raza humana (Mar. 2:27; Gén. 2:1-3).

    11.- Y por lo tanto, a través de él, a todas las naciones (Hechos 17:26).

    12.- No es una institución judía, porque fue establecido unos 2.300 años antes que existiera un solo judío.

    13.- La Biblia nunca lo llama el Sábado judío, sino siempre "el Sábado del Señor tu Dios". Los seres humanos debemos tener mucho cuidado de no estigmatizar el día santo de reposo de Dios.

    14.- Se hace referencia al Sábado en forma destacada en todo el periodo patriarcal (Gén. 2:1-3; 8:10; 12:29; 27, 28, etc.).

    15.- Era parte de la ley de Dios antes del Sinaí (Exo. 16:4, 27-29).

    16.- Luego Dios lo colocó en el mismo corazón de su ley moral (Exo. 20:3-17). ¿Por qué lo colocó allí si no era como los otros nueve preceptos, que todos admiten que son inmutables?

    17.- El séptimo día, o Sábado, fue ordenado por la voz del Dios viviente (Deut. 4:12-13).

    18.- Luego Dios escribió el mandamiento con su propio dedo (Exo. 31:18).

    19.- Lo grabó en piedra para simbolizar su perpetuidad (Deut. 5:22).

    20.- Fue reverentemente preservado en el arca sagrada en el Lugar Santísimo (Deut. 10:1-5).

    21.- Dios prohibió toda actividad secular en el día Sábado, incluso en los tiempos más apremiantes (Exo. 34:21).

    22.- Dios destruyó a los israeltas en el desierto porque profanaron su santo Sábado (Eze. 20:12-13).

    23.- Es señal del verdadero Dios, por lo cual, hemos de distinguirlo de los falsos dioses (Eze. 20:20).

    24.- Dios prometió que Jerusalén permanecería para siempre si los judíos guardaban el Sábado (Jer. 17:24-25).

    25.- Los envió al acutiverio babilónico por violarlo ((Neh. 13:18).

    26.- Dios destruyó a Jerusalén por violar el Sábado (Jer. 17:27).

    27.- Dios ha pronunciado una bendición especial sobre todos los gentiles que lo guarden (Isa. 56:6-7).

    28.- Esta bendición se encuentra en la profecía que se refiere totalmente a la dispensación cristiana (Isa. 56).

    29.- Dios ha prometido bendecir a cualquier persona que guarde el Sábado (Isa. 56:2).

    30.- El Señor desea que llamemos al Sábado "delicia", "santo", "glorioso de Jehová" (Isa. 58:13). Cuídese de no llamarlo "el antiguo Sábado judío" o "un yugo de servidumbre", etc.

    31.- Tras haber sido pisoteado durante "muchas generaciones", el santo Sábado ha de ser finalmente restaurado en los últimos días (Isa. 58:12-13).

    32.- Todos los santos profetas guardaron el séptimo día o Sábado.

    33.- Cuando el Hijo del hombre estuvo en esta tierra, guardó el séptimo día o Sábado durante toda su vida (Luc. 4:16; Juan 15:10). De este modo, siguió el ejemplo de Su Padre en la creación. ¿No es decididamente confiable para nosotros seguir el ejemplo tanto del Padre como del Hijo?

    34.- El séptimo día es el día del Señor (Apoc. 1:10; Mar. 2:28; Isa. 58:13; Exo. 20:10).

    35.- Jesús fue el Señor del Sábado (Mar. 2:28); es decir, lo amó y preservó, como el esposo es señor de la esposa y la ama y protege (1 Pedro 3:6).

    36.- El vindicó el Sábado en su misericordia como una institución diseñada para beneficio del hombre (Mar. 2:23-28).

    37.- En vez de abolirlo, Jesús enseñó cuidadosamente cómo debía guardarse el Sábado (Mat. 12:1-13).

    38.- Enseñó a sus discípulos a no hacer nada en el Sábado, que no fuera "legal" (Mat. 12:12).

    39.- Jesús instruyó a sus apóstoles en el sentido de que el Sábado sería guardado cuidadosamente y con oración 40 años después de Su resurrección (Mat. 24:20).

    40.- Las santas mujeres que habían estado con Jesús guardaron reverentemente el Sábado después de Su muerte (Luc. 23:56).

    41.- Treinta años después de la resurrección de Jesús el Espíritu Santo lo llamó expresamente "día de reposo" (Hechos 13:14).

    42.- Pablo, el apóstol de los gentiles, lo llamó "día de reposo" el año 45 d.C. (Hechos 13:27). ¿Lo ignoraba Pablo? ¿O creeremos a los maestros modernos que afirman que había dejado de ser el Sábado después de la resurrección de Cristo?

    43.- Lucas, el inspirado historiador cristiano que escribe en el año 62 d.C., lo llama "día de reposo" (Hechos 13:44).

    44.- Los gentiles convertidos lo llamaron el Sábado (Hechos 13:42).

    45.- En el gran Concilio Cristiano, celebrado el año 52 d.C., en presencia de los apóstoles y de miles de discípulos, Santiago lo llama "día de reposo" (Hechos 15:21).

    46.- Era costumbre tener reuniones de oración en ese día (Hechos 16:13).

    47.- Pablo leyó públicamente las Escrituras en ese día (Hechos 17:2-3).

    48.- Pablo acostumbraba predicar en ese día (Hechos 17:2).

    49.- El libro de Hechos registra 84 reuniones celebradas en ese día (Hechos 13:14, 44; 16:13; 17:2; 18:4).

    50.- Nunca hubo ninguna disputa entre los cristianos y los judíos con respecto al día Sábado. Ello es una prueba de que los cristianos observaban unánimente el mismo día que los judíos.

    51.- En todas las acusaciones que se presentaban contra Pablo, ninguna era porque violara el Sábado. ¿Por qué no lo hicieron si él hubiese sido un transgresor?

    52.- Pablo mismo declaró expresamente que él había guardado la ley: "Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada" (Hechos 25:8). ¿Cómo podría haber sido cierto esto si no hubiera guardado el Sábado?

    53.- En el Nuevo Testamento el Sábado se menciona 59 veces, y siempre con respeto, dándole el mismo título que llevaba en el Antiguo Testamento: "el día de Sábado".

    54.- No se dice nada en el Nuevo Testamento de que el Sábado haya sido abolido, hecho a un lado, cambiado o algo por el estilo.

    55.- Dios nunca ha dado permiso a ningún hombre para que trabaje en ese día. Amigo, ¿con qué autoridad utiliza usted el día Sábado para hacer trabajo común?

    56.- Ningún cristiano del Nuevo Testamento hizo trabajo ordinario en el séptimo día, ni antes ni después de la resurrección. Muéstrenos un solo caso, y dejaremos de insistir en esto. ¿Por qué habrían de actuar los cristianos modernos en forma diferente a los cristianos de la Biblia?

    57.- No existe ningún registro de que Dios haya retirado sus bendiciones o su santificación del séptimo día.

    58.- Del mismo modo que el Sábado fue guardado en el Edén antes de la caída, así será observado en la tierra nueva después de la restauración (Isa. 66:22-23).

    59.- El Sábado, séptimo día, es una parte de la ley de Dios, tal como salió de Su boca y fue escrita por Su propio dedo sobre las tablas de piedra en el monte Sinaí (véase Exo. 20). Cuando Jesús comenzó Su obra, declaró expresamente que no había venido a destruir la ley: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mat. 5:17).

    60.- Jesús condenó severamente a los fariseos y los calificó de hipócratas por pretender amar a Dios mientras que al mismo tiempo invalidaban uno de los diez mandamientos por causa de sus tradiciones. La observancia del domingo no es más que una tradición de hombres.

    II.- Cuarenta Hechos Bíblicos con Respecto al Primer Día de la Semana.-

    1.- Lo primero que se registra en la Biblia es que el domingo, el primer día de la semana, es un día común de trabajo (Gén. 1:1-5). Esto fue determinado por el Creador mismo. Si Dios hizo la tierra en domingo, o primer día de la semana, ¿puede ser un acto de impiedad trabajar los domingos?

    2.- Dios ordenó a los hombres trabajar el primer día de la semana al incluirlo en el paquete de "seis días" de trabajo (Exo. 20:8-11). ¿Es erróneo obedecer esta ordenanza de Dios?

    3.- Ninguno de los patriarcas guardó jamás el domingo.

    4.- Ninguno de los santos profetas guardó jamás el domingo.

    5.- Por mandato expreso de Dios su pueblo santo usó el primer día de la semana como un día común de trabajo durante por lo menos 4.000 años.

    6.- Dios mismo lo incluye dentro del conjunto de los seis días de trabajo (Eze. 46:1).

    7.- Dios no descansó en ese día.

    8.- Dios nunca lo bendijo.

    9.- Cristo no descansó en ese día.

    10.- Jesús fue carpintero (Mar. 6:3), y trabajó en su taller durante 30 años. Él guardó el Sábado (como se señaló en los 60 hechos bíblicos anteriores a estos), pero trabajó los seis días de la semana, como todos admiten. Hizo mucho trabajo pesado los domingos.

    11.- Los apóstoles trabajaron el domingo durante toda su vida.

    12.- Los apóstoles nunca descansaron ese día.

    13.- Cristo nunca lo bendijo.

    14.- Nunca ha sido bendecido por ninguna autoridad divina.

    15.- Nunca ha sido santificado.

    16.- Jamás fue dada ninguna ley bíblica para imponer la observancia del domingo. De ahí que no es transgresión trabajar ese día. "Porque donde no hay ley tampoco hay transgresión" (Rom. 4:15; Juan 3:4).

    17.- El Nuevo Testamento no prohibe en ninguna parte trabajar en ese día.

    18.- No existe ninguna penalidad en la Biblia por violar el domingo.

    19.- Ninguna bendición se promete para los que observan el domingo.

    20.- No conozco ninguna regulación en cuanto a la forma en que debía ser observado. ¿Sería ese el caso si Dios quisiera que lo observásemos?

    21.- Nunca se lo ha llamado el reposo cristiano.

    22.- Jamás se lo ha llamado Sábado.

    23.- Jamás se lo ha llamado día del Señor.

    24.- Jamás se lo ha llamado día de descanso.

    25.- Jamás se le ha aplicado ningún título sagrado. Entonces, ¿por qué habríamos nosotros de llamarlo santo?

    26.- Se llama simplemente "primer día de la semana".

    27.- Jesús nunca lo mencionó en ningún sentido, ni jamás el nombre de ese día estuvo en Sus labios, hasta lo muestran los registros.

    28.- La palabra domingo nunca aparece en la Biblia.

    29.- Ni Dios, ni Cristo, ni los hombres inspirados dijeron jamás una palabra inspirada en favor del domingo como día santo.

    30.- El primer día de la semana se menciona solamente ocho veces en todo el Nuevo Testamento (Mat 28:1; Mar. 16:2, 9; Luc. 24:1; Juan 20:1,19; Hechos 20:7; 1 Cor. 16:2).

    31.- Seis de estos textos se refieren al mismo primer día de la semana.

    32.- Pablo instruyó a los santos a que atendieran los asuntos seculares en ese día (1 Cor. 16:2).

    33.- En todo el Nuevo Testamento tenemos sólo un registro de una reunión (la Pascua) celebrada en ese día, y ésta tuvo lugar en la noche (Hechos 20:5-12).

    34.- No existe ninguna mención de que hayan celebrado alguna otra reunión antes o después de aquella.

    35.- No era la costumbre reunirse en ese día.

    36.- No hubo ningún requerimiento de partir el pan en ese día.

    37.- Sólo tenemos un registro de que se haya hecho algo en ese día (Hechos 20:7).

    38.- Eso se hizo en la noche, pasada la medianoche (versos 7-11). Jesús celebró la Pascua el jueves por la noche (Luc. 22), y los discípulos durante un tiempo la celebraban todos los días (Hechos 2:42-46).

    39.- La Biblia no dice en ninguna parte que el primer día de la semana conmemore la resurrección de Cristo. Esta es una tradición de los hombres, lo cual invalida la ley de Dios (Mat. 15:1-9). El bautismo es el que conmemora la sepultura y la resurrección de Jesús (Rom. 6:3-5).

    40.- Finalmente, el Nuevo Testamento guarda completo silencio con respecto a cualquier cambio del día de reposo o de cualquier intento de santificar el primer día de la semana.

    He aquí 100 hechos bíblicos indiscutibles sobre esta cuestión. Estos muestran conclusivamente que el séptimo día es el Sábado del Señor, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.

    Este artículo fue impreso originalmente por la Review and Herald Publishing Association en el año 1885. Fue reimpreso en el libro "El Domingo Viene" de Edward Reid.

    Sábados Morales y Sábados Ceremoniales

    El Sábado moral es aquel que pertenece a la ley moral, o sea, a los diez mandamientos, y que fue creado junto con la aparición de este viejo planeta Tierra. Esto está en Génesis 2:2-3. Por otro lado, existen los sábados ceremoniales, que son aquellas fiestas de descanso (no nos olvidemos que la palabra sábado quiere decir descanso, y así es traducida en muchas versiones de la Biblia hoy en día) establecidas por Dios, pero que podían caer en cualquier día de la semana. Aun así, eran guardados, esto es, en aquellos días no se realizaba ningún trabajo, porque también eran considerados como siendo días santos, separados para Dios. La siguiente tabla comparativa podrá aclararnos un poco más estos dos conceptos, que tan fácilmente han confundido a muchos estudiosos de las Sagradas Escrituras.

    Sábado Moral

    Sábado Ceremonial

    Instituido en la creación

    Instituido en el Sinaí

    Dios descansó

    Dios no descansó

    El propio Dios lo anunció y lo escribió con Su dedo

    Exodo 32:15-16

    Dios procedió de modo diferente

    Deut. 31:24-26

    Guardado cada semana; Exo. 20:8

    Guardado una vez al año

    El cuarto mandamiento no incluye sábados anuales

    Exo. 20:8

    El sábado anual no incluye Sábados del Señor;

    Lev. 23:37-38

    Es una señal eterna; Exo. 31:16-17

    Debía cesar; Ose. 2:11 y Dan. 9:27

    No fue abolido; Hechos 15:21; 17:1-2; 18:4; Mat. 24:20; Luc. 23:56.

    Acabó en la cruz;

    Efe. 2:14-15; Col. 2:14-17;

    Dios lo llama de mi Sábado

    Eze. 20:20; Lev. 19:30;

    Dios lo llama de su Sábado

    Ose. 2:11; Isa. 1:13;

    Los Sábados Ceremoniales.-

    La Biblia nos muestra que existen precisamente siete sábados ceremoniales o fiestas del antiguo Israel, fuera del Sábado semanal o moral (Lev.23:3). También son conocidos como pertenecientes a la ley Mosaica, porque fue Moisés que los escribió, y no Dios directamente. Esos sábados, fuera de los sábados del Señor (Lev. 23:38) son los siguientes:

    1.- La Pascua.-

    Podemos encontrar esta fiesta, a la cual tenían que comparecer todos los judíos (Exo.23:17), en Lev. 23:4-5; Exo. 23:14-15; 34:18 y en Deut. 16:1-8. Se celebraba a los 14 días del primer mes, Abib o Nisán.

    2.- El Pentecostés.-

    Esta fiesta la encontramos en Lev. 23:15-22 y en Deut. 16:9-12. Se celebraba 50 días después de la Pascua.

    3.- La Fiesta de las Trompetas.-

    Esta fiesta la encontramos en Lev. 23:23-25. Se celebraba el primer día del séptimo mes, Tishri.

    4.- La Fiesta de los Tabernáculos, o de las Cabañas, o de las Tiendas.-

    Esta fiesta la podemos encontrar en Lev. 23:33-44. Se celebraba los días 15 del séptimo mes, Tishri.( Primer y último día de la fiesta)

    5.- El Día de la Expiación.-

    Este era considerado un día de juicio para Israel. Había santa convocación en este día. Nadie trabajaba, al igual que en los otros sábados ceremoniales. Pero este era un día todo especial para los Israelitas: en este día todos los pecados cometidos durante el año eclesiástico, eran perdonados. Los pecados simbólicamente colocados, día tras día, en el santuario terrestre a través del servicio expiatorio realizado por el sacerdote, eran ahora transferidos, a través de un macho cabrío, del santuario terrestre hacia el macho cabrío, y de este al desierto, donde moría. Este macho cabrío se llamaba Azazel y representa a Satanás. El otro macho cabrío, que era sacrificado en ese día, representa a Cristo, el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).

    Este trabajo tipificado por el sacerdote en el santuario terrestre, está ahora siendo realizado por Cristo en el santuario celestial, del cual el santuario terrestre era una figura, con todos sus servicios. Lea Hebreo capítulos 8 y 9 para mayores informaciones sobre este tema, y también lea todo el capítulo 16 de Levítico y Lev. 23:26-32. Se celebraba el día décimo del séptimo mes, Tishri.

    6.- La Fiesta de los Panes Azimos.-

    Esto lo podemos encontrar en Lev. 23:6-8. Note que aquí hay dos sábados ceremoniales: el primer día y el último día de esta fiesta, con lo cual completamos los siete sábados ceremoniales. Se celebraba a los quince días del primer mes, Abib o Nisán. Duraba una semana.

    Por el hecho de que la cuenta de esos sábados dependía del inicio del año religioso, que por su vez se basaba en el calendario lunar, ellos podían caer en cualquier día de la semana. Cuando coincidían con el Sábado semanal o moral, ese día era llamado de "gran Sábado" (Juan 19:31).

    Todas estas fiestas tenían un profundo significado simbólico, y apuntaban todas hacia Cristo y a Su servicio expiatorio en el Santuario Celestial y a Su segunda venida.

    Material Recopilado por: Jairo Carrizales, 28 años. Primer Anciano de La iglesia Adventista del Septimo Día de Anaco, Estado Anzoátegui –Venezuela. Email: .Para otras consultas, puedes escribir a mi buzón electrónico.