El Fausto se registra dentro de los exponentes más selectos del Decó en la capital, por haber utilizado sus códigos artísticos de manera integral, en la concepción de la planta, el decorado y el equipamiento del inmueble, y por responder a las exigencias modernas en su concepción general.
"Su estructura es de acero, compuesta por columnas forradas en hormigón, vigas de alma llena y armaduras que sostienen la cubierta ligera de asbesto-cemento".
Para obtener buenas condiciones acústicas, las paredes fueron revestidas con materiales aislantes, y dispuestas del modo más favorable atendiendo a los estudios internacionales en cuanto a las formas más convenientes de colocar los distintos cuerpos de la construcción para beneficiar o aislar el sonido. Fue el primer teatro en Cuba en disponer de aire acondicionado, y en su interior se colocó mobiliario de acero niquelado, hoy desaparecido.
El escenario se hizo movible en la parte central y a un costado del mismo se situaron los camerinos y sus servicios. Construida en hormigón y revestida con materiales absorbentes, la caseta de proyección se situó independiente del público, y desde ella se controló la iluminación del teatro, igual que desde el escenario.
Uno de sus principales atractivos, fue la exhibición hacia Prado de juegos lumínicos, logrados en la fachada, mediante la utilización de tres medios tubos de metal inoxidable que ocultaban cada uno cuatro líneas de luz de gases incandescentes de distintos colores, y la colocación en la parte inferior de la marquesina, de cuarenta y seis luces que en sincronía con los tubos cambiaban de color.
Las fachadas, revestidas con cemento blanco y polvo de piedra, se decoraron con bajorrelieves de diseños florales simplificados y formas geométricas propias del estilo, el piso del vestíbulo y las escaleras de acceso a los balcones fueron elaborados con especial belleza y las barandas de las escaleras también se realizaron dentro de la armoniosa línea Decó.
- En 1939, el Fausto compite junto a la casa de Eutimio Falla Bonet y la Biblioteca de la Universidad de La Habana en el concurso por la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos, creado a iniciativa de Horacio Navarrete para premiar a los arquitectos que realizaran "obras de carácter genial en determinado momento, marcando un jalón elocuente en la vida artística del país", debido a las profundas diferencias existentes entre las obras en competencia, el concurso queda pospuesto.
La Revista Arquitectura publica una serie de condicionantes para aspirar al premio dentro de las cuales se exigía: que las construcciones reunieran los requisitos indispensables de originalidad, belleza y funcionalidad que los nuevos tiempos demandaban, y contaran con un sello que las individualizara como obras de autor, destacadas por sus cualidades artísticas en el entorno citadino.
La elección de los mejores trabajos presentados y el dictamen final sobre la Medalla de Oro, era realizada por una amplia comisión integrada por arquitectos de renombre dentro del Colegio, representantes de la Academia de Artes y Letras, del círculo de Bellas Artes de la Universidad de La Habana y del Centro de la Propiedad Urbana.
El premio se hace relativamente efectivo en 1940, discutido en esta primera ocasión entre residencias privadas. En 1941, el Cine-Teatro Fausto vuelve a presentarse en competencia y obtiene la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos de este año.
Enrique Cayado refiere en su discurso para el otorgamiento del premio, que los arquitectos estaban pidiendo para La Habana, códigos modernos que sustituyesen a los anticuados regentes en el momento y señala además, que el Colegio intenta mantener los concursos para destacar a las figuras sobresalientes que levantan con su talento el prestigio de la institución y brindan a la capital una obra perdurable y bella.
El Fausto, una joya de particular belleza y sencillez, es el único premio Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos ubicado dentro del perímetro de la Vieja Habana. En la actualidad, aguarda por la restauración que le devuelva el brillo de antaño, y continúa austero, abriendo sus puertas a la noble ciudad como espacio teatral y de espectáculos de variedades.
Autor:
Oliday García Castillo
Licenciada en Historia del Arte: Oliday García Castillo
(Los datos que se registran en el trabajo forman parte de la Tesis de Diploma: Premios Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos (1940-1960), Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana, 2003. Realizada por Oliday García Castillo y Yanet Peña Pérez como ejercicio final de la carrera).
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