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El determinismo científico versus el determinismo del Dios creador

Enviado por Adolfo Walter


Partes: 1, 2

  1. ¿La Nueva Torre de Babel del siglo presente?
  2. ¿La última Rueda de la Confrontación?
  3. El poder de Dios, la fe y predestinación, se enfrenta al espíritu de la época, el determinismo científico
  4. Conclusión

Expectativas importantes alientan a científicos y hombres de la calle a seguir de cerca los experimentos físicos más grandes del mundo, que ensaya El Gran Colisionador de Hadrones.

Descubrir nuevos aspectos de la naturaleza oculta y comprobar las teorías sobre el origen del universo resulta sumamente atractivo.

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Se abre otra vez la batalla entre la ciencia y Dios. Confrontación que aún en los niveles científicos se viene librando desde siempre.

» Serás Como Dios Fue La Expresión Más Cautivante Que Escuchó El Ser Humano Y Que Aún Suena En Los Oídos De Los Hombres En La Presente Época « Génesis 3:5

¿La Nueva Torre de Babel del siglo presente?

Tenía Entonces Toda La Tierra Una Sola Lengua Y Unas Mismas Palabras…Y Se Dijeron Unos A Otros:… Vamos, Edifiquémonos Una Ciudad Y Una Torre, Cuya Cúspide Llegue Al Cielo; … Y Descendió Jehová Para Ver La Ciudad Y La Torre Que Edificaban Los Hijos De Los Hombres. Y Dijo: He Aquí El Pueblo Es Uno, Y Todos Éstos Tienen Un Solo Lenguaje; Y Han Comenzado La Obra, Y Nada Les Hará Desistir Ahora De Lo Que Han Pensado Hacer. Ahora, Pues,…. Confundamos Allí Su Lengua, Para Que Ninguno Entienda El Habla De Su Compañero. Así Los Esparció Jehová Desde Allí Sobre La Faz De Toda La Tierra, Y Dejaron De Edificar La Ciudad. Por Esto Fue Llamado El Nombre De Ella Babel,….Génesis 11:1-9

¿La última Rueda de la Confrontación?

Se ha levantado una legión de entusiastas que dicen, que la fe tiene que adecuarse a la evidencia de la ciencia; la razón se impone a la fe en la coexistencia del hombre con el cosmos.

Astrofísicos y hombres de ciencia de prestigio universal plantean sus propias hipótesis no siempre con criterios uniformes en torno a la que sea la cualidad que transforma las leyes físicas cuando se cambia de sistema de referencia.

La aplicación del principio de causalidad a los procesos de la naturaleza desconocida y misteriosa da lugar a las controversias, que hacen aún incierto el determinismo científico sobre el origen del universo.

Empero, la Ley De Causalidad expresa una relación real entre causa y efecto; y pertenece al gobierno de la razón.

Es el principio más importante de las ciencias naturales exactas y se formula así: » Si en un determinado momento se conocen las magnitudes correspondientes a los estados de todas las cosas que toman parte en un proceso natural, su curso ulterior está con ello completamente determinado «.

El determinismo científico se ciñe a lo único observable, la sucesión regular temporal, un concepto desvalorizado de causalidad, que en el caso de la observabilidad del acontecer microfísico, fundamentalmente incompleta, se llega a la negación positivista de la ley de causalidad dentro del dominio atómico.

En cambio, el último objetivo y sentido de la totalidad infra espiritual es el despliegue de la semejanza específica hacia la totalidad suprema como Causa Primera. Es decir, la totalidad de causas, efectos y relaciones causales intramundanas dependen en su ser de la acción creadora, conservadora y cooperadora de Dios, que viene a ser la Causa Primera y Determinante De La Vida Universal, sea ella pasiva o activa, concerniente al tiempo y el espacio.

El poder de Dios, la fe y predestinación, se enfrenta al espíritu de la época, el determinismo científico

La idea del determinismo científico, fue expresada por primera vez a comienzos del siglo XIX por un científico francés, el marqués de Laplace.

La versión de Laplace sostenía que si conociéramos las posiciones y las velocidades de las partículas en un instante dado, podríamos determinar sus posiciones y velocidades en cualquier otro instante del pasado y del futuro.

Si se cumple el determinismo científico, deberíamos poder, en principio, predecir el futuro. ([1])

Empero, la física antigua, la llamada clásica, ya conocía un principio de relatividad: el de la mecánica. » Sólo cabe comprobar movimientos relativos, puesto que, mediante fenómenos mecánicos es imposible determinar si un cuerpo se encuentra en estado de reposo absoluto o de movimiento rectilíneo y uniforme «.

Einstein amplió fundamentalmente este principio con la relatividad especial. Para suprimir la contradicción a que las experiencias sobre el éter habían conducido, extendió también la relatividad a los fenómenos magnéticos. No hay así fenómeno alguno en el universo que haga posible determinar el absoluto reposo o el movimiento uniforme y rectilíneo. El segundo principio de la relatividad especial, el de la constancia de la velocidad de la luz en todo sistema que se mueve con movimiento uniforme y rectilíneo en dirección contraria a otro, y el cálculo matemático basados en estos principios llevó entonces a la relatividad del espacio y del tiempo.

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