Indigencia en la tercera edad

Partes: 1, 2

PREFACIO

Algún día, yo también tendré un atardecer… Es la ley de la vida… y les diré lo mismo a mis hijos… cuando sea viejo.

El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia, compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atar mis zapatos… recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando hablo contigo repito y repito las mismas frases que sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame; recuerda que cuando eras pequeño para que te durmieras repetía y repetía el mismo cuento hasta lograr que cerraras tus ojos.

Cuando estemos reunidos y sin querer haga una necesidad fisiológica no te avergüences y compréndeme; no siempre llegamos a viejos controlando nuestros esfínteres, piensa cuantas veces yo te ayudé y estuve paciente a tu lado esperando terminaras tus necesidades.

No me reproches porque no quiera bañarme, no me regañes por ello… fueron incontables las veces que corrí detrás de ti para que lo hicieras;

Muchas veces terminaba tan mojado como tú haciendo de ello una diversión.

Acéptame como soy y entiéndeme, ahora yo soy el niño.

Cuando me veas inútil e ignorante ante los avances tecnológicos que no entienda, no te disgustes con mis preguntas; igual que tú ayer, querré aprender. Recuerda tu envidiable curiosidad, simplemente tú lo captabas más rápidamente, yo me demoraré un poco más.

Sabes que con la muerte terminamos de aprender, entonces no seas tan duro y no me lastimes con tus miradas y risas burlonas, pues tu proceso de aprendizaje para mí era cada día un motivo más de satisfacción; por ello estás preparado para enfrentar la vida y hacer de los obstáculos herramientas para crecer.

Si algún momento, mientras conversamos, me llego a olvidar de lo que hablamos, dame todo el tiempo necesario para recordar, ello no te debe causar risa, simplemente piensa que tal vez, no era muy importante…

Si un día no quiero comer no me insistas; no es un capricho, mi organismo es sabio y él conoce cuándo debo ingerir alimento.

Comprende que lo más probable es que ya no tenga dientes para morder y el gusto por los alimentos sea mínimo.

Cuando fallen mis piernas cuando están cansadas, disminuye tu paso, toma mi mano y deja que me apoye en ti; Siempre te tomaste de la mía para sentirte seguro cuando comenzaste a caminar.

Por último si algún día me escuchas estar cansado de vivir y querer marcharme, no te enfades ni pienses que soy fatalista, es que habré considerado que mi ciclo ha terminado y solamente estaré sobreviviendo, que es hora de abandonar el capullo y volar.

Hijo, juntos construimos tu camino, no te sientas triste ni impotente por verme como me ves. Dame tu corazón y acompáñame a llegar al final de mi recorrido. No olvides que si he cometido errores contigo, ha sido por el inmenso amor que te he tenido; cuando amamos también nos equivocamos, somos padres día a día sin preparación previa, solamente aprendiendo de los errores y tratando de hacerlo cada vez mejor.

Si por alguna razón te olvido, sólo un favor te pido… no te olvides de mi.

INTRODUCCIÓN

Cada vez que tocamos temas sociales que nos afectan ya sea directamente o indirectamente y que muchas veces nos negamos a reconocer y aceptar, nos damos cuenta de que están más ligados a nuestras vidas de lo que nos imaginamos.

Uno de esos temas es la indigencia en la tercera edad, un tema bastante triste que a pesar de que afecta en mayor grado a las personas que han sido la base del núcleo familiar, nos toca también a los demás integrantes de la familia ya que en muchas ocasiones hemos sido nosotros los culpables de las tristezas de nuestros abuelos al sentirse ignorados por la sociedad y peor aun por sus mismos familiares.

Con este trabajo queremos despertar la conciencia humana de las personas para hacerles caer en cuenta que la mejor forma de cuidar a nuestros viejos no es aislándolos en cuatro paredes o botándolos a la calle a su suerte, sino brindándoles mucho amor y sobre todo comprensión porque así como ellos nos tuvieron tanta paciencia cuando éramos niños, ¿por qué no hacerlo con ellos ahora que son viejos?

1. TEMA A INVESTIGAR

1.1 LLUVIA DE IDEAS:

Bandas delincuenciales
Drogadicción juvenil
Prostitución juvenil
Estudiantes prepago
La indigencia en la tercera edad
Violencia intra familiar
Anorexia en el modelaje
Discriminación en el homosexualismo
Deserción escolar
Desempleo en la comuna 3
Embarazos prematuros
Explotación de niños en los semáforos

Después de realizar un debido proceso de evaluación del problema a investigar según su grado de importancia, necesidad y factibilidad de solución seleccionamos el tema con mayor puntaje en una escala de 1 a 5 dando como resultado la Indigencia en la tercera edad.

Partes: 1, 2

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