Demostraciones de afecto a Maximiliano de Habsburgo en Querétaro, 1864 (México) (página 2)
Enviado por Jos� Mart�n Hurtado Galves
El mismo Leonardo Occhahue también le escribió una carta a la emperatriz, en la que le expresaba toda su admiración. A continuación dicha carta:
Señora: -A los pies de V. M. está un gran pueblo con el llanto en los ojos y la risa en los labios. Su llanto no es ahora del dolor, sino semejante al del náufrago, que al arribar a la arenosa playa, se hinca, llora y bendice a la Providencia por haberle salvado del naufragio. Su risa es de placer, porque contempla con admiración a su Augusta Soberana con aquel tierno afecto y profunda veneración de un hijo para una madre amorosa, y su latiente corazón continuamente hace que prorrumpan: ¡Bendita sea la hora en que ha llegado V. M.! En este momento solemne de inefable expansión, olvida éste su sangrienta historia, recreándole en el presente con admirar a la que fue Perla preciosa de los belgas, y prometiéndose de ella para lo futuro un halagüeño porvenir.
Lo más caro que puede pedirle V. M. a ese pueblo es su sangre; él está muy pronto a derramarla, y ya la ha vertido, Señora, para ostentar hoy orgulloso sobre sus hombros el Trono en que ha de sentarse V. M. con nuestro Augusto Soberano en quien cifra sus esperanzas, por ser el destinado por Dios para regir sus destinos, darle la paz y el descanso porque tanto anhela, por lo que una voz exclama: ¡Bendita sea la hora en que llegaron VV. MM.! Este pueblo, Señora, del que soy la ínfima partícula, humilde, generoso, valiente, tantas veces calumniado y tan malamente comprendido; ve en V. M. una madre solícita y tierna, y espera que echando sobre él una mirada de amor, empleará V. M. sus vastos conocimientos y benéfica influencia en promover lo necesario y su salud, así como sus blandas palabras para casos desgraciados, logrará de su amado Soberano, que sin torcer un ápice el sendero de la ley, mitigue un tanto el rigor de la justicia. Para promover el bien cuenta con fe ciega en la fuerza de voluntad de V. M. y hace fervientes plegarias porque así sea. Tal vez, Señora, los beneficios que prodigue V. M. descorran la venda a los pocos que ciegos se obstinan en no someterse al Imperio, y sin sangre vengan a darse un abrazo con la inmensa mayoría de sus hermanos y en masa compacta sustenten el trono de VV. MM. Por lo mismo, señora permítame V. M. que en su nombre cite aquellas amorosas palabras que usó para nuestra patria el muy católico Dr. Carpio: A tu seno retorne la alegría, / se aman tus hijos con amante lazo, / Suelte las armas tu cansado brazo, / Como en un tiempo cuando Dios quería. Querétaro, Mayo 31 de 1864.- Leonardo Occhahue.
Era tanta la admiración que muchos queretanos sentían por la emperatriz Carlota, que en el Ayuntamiento de San Juan del Río decidieron nombrarla Patrona y Protectora de su ciudad. Veamos:
En consecuencia, se observarán las prevenciones siguientes: 1ª En el salón de acuerdos de este ilustre ayuntamiento se colocarán bajo el dosel, los retratos de SS. MM., poniendo al pie del de S. M. la Emperatriz el lema: Carlota Amalia, Emperatriz de México, Patrona y Protectora de la ciudad de San Juan del Río. 2ª La plaza principal, que se denominará en lo sucesivo Plaza de la Emperatriz, se hermoseará todo cuanto sea posible, colocándose en el centro una columna que remate con el busto de S. M., y tenga en el pedestal la siguiente inscripción: A su muy amada Soberana y especial Protectora la emperatriz Carlota Amalia, la ciudad de San Juan del Río. 3ª Se fundará en esta ciudad una junta de beneficencia en honor de S. M. la Emperatriz Carlota Amalia, compuesta de las señoras principales de la población, que se denominará: Sociedad de beneficencia de S. Carlos. Acta y alocución relativas al obsequio de un cetro de oro hecho a S. M. la Emperatriz, por el vecindario de S. Juan del Río.
También el Prefecto superior político de Querétaro daba cuenta de las "demostraciones del más sincero entusiasmo por los habitantes de esta capital" [Querétaro]. Veamos:
Secretaría de Estado y del Despacho de Gobernación. Prefectura superior política. -Querétaro. -Sección 1ª. -Número 395. -Palacio del gobierno de Querétaro. Junio 19 de 1864 Con el mayor placer me he impuesto poner a circular de V. S. Fecha 13 del corriente que en éste he recibido, del feliz arribo de SS. MM. Nuestros amados soberanos a la corte del Imperio, que fueron recibidos con las demostraciones del más sincero entusiasmo por los habitantes de esa capital. Ya en esta ciudad por tres días consecutivos se ha celebrado con salvas, repiques, iluminaciones, vítores, músicas, fuegos artificiales y otras demostraciones que manifiestan claramente el regocijo general con que los habitantes de Querétaro han celebrado este fausto suceso, al que consideramos ligado el principio de la feliz restauración del orden, el verdadero progreso de nuestra amada patria y la firme seguridad de las garantías sociales en lo sucesivo. Sírvase V. S. elevar a los pies del trono las sinceras y respetuosas felicitaciones que yo, las autoridades y los hijos todos de este Departamento tenemos el alto honor de dirigir á SS. MM. II, por el respetable conducto de V. S. por su feliz entrada a la corte del Imperio, así como el justo homenaje y sinceras protestas de nuestra leal adhesión a sus Augustas personas. Dios guarde a V. S. muchos años. El Prefecto superior político, Desiderio Samaniego.
Una de las principales razones que tenían los queretanos para apoyar al gobierno de Maximiliano era la cuestión religiosa. Esto porque no estaban de acuerdo con el partido liberal, ya que éste representaba las Leyes de Reforma, con las que se pretendía quitar los privilegios a la iglesia católica. Además, desde hacía bastante tiempo, en Querétaro se deseaba contar con obispado. Anhelo que por fin se pudo convertir en realidad durante el gobierno de Maximiliano de Habsburgo. Así, el Papa Pío IX, en su bula "Deo Optimo Máximo" creó el obispado de Querétaro, nombrando como primer obispo al ilustrísimo don Bernardo Gárate y López de Armendáriz. Este suceso tuvo acontecimiento el 7 de febrero de 1864, "para inmenso regocijo de los fieles queretanos".
La efervescencia por Maximiliano en Querétaro llegó a tal grado, que en 1864 se le compuso un himno. En éste se le expresaba admiración y apoyo.
HIMNO
CORO
Himnos mil, entonad Queretanos
al Invicto Monarca y su Esposa
que en unión fraternal, venturosa
convirtieron los odios de hermanos
¿Con qué Méjico al fin orgulloso,
de tus plantas la huella recibe?
¡Aura suave, de vida, percibe,
a tu vista, esta triste región!
Ya, no, la Austria, la mente te ocupe,
si de Europa recuerdas el suelo,
piensa luego que en ti, puso el cielo,
la corona del gran Septentrión.
La corona que ciñe tu frente
en bosquejo, es embrión de tu gloria:
la grandeza fugaz, transitoria
de este mundo, no te hace ilusión.
A otra dicha más sólida aspiras:
lo rebelan tus nobles acciones,
que lo digan, si no, las naciones
que felices te dieron mansión.
No te arredra la lucha sangrienta,
sostenida cruelmente entre hermanos;
con proyectos de cuatro villanos,
de insaciable infernal ambición.
Es distinto el carácter azteca,
pues si es bravo en el campo de Marte,
lo verás en su hogar adorarte,
con lealtad, sencillez, sumisión.
No te asustan del mar los bramidos,
con la espuelas de Méjico el llanto,
es deber, para ti sacrosanto,
restaurarnos la paz y la unión.
Esto cubre tu Nombre de gloria:
no intereses rastreros te llaman;
los deseos de salvarla te inflaman,
cual si fuera tu propia Nación.
En ti vale de Ciro la Historia,
ni del Rey Macedón las conquistas;
si con sangre escribieron las listas
de su imperio, en la vasta extensión.
Tus victorias y hazañas gloriosas,
mucho más que de aquellos han sido,
allá, el cuerpo, la fuerza ha vencido,
aquí, amor, nos venció el corazón.
Y a la Augusta Carlota, al modelo
de virtud, de saber y hermosura…
¿Habrá acaso en el mundo criatura
que ose hacer su retrato? ¡¡¡Ilusión!!!
No hay pincel: no hay un labio atrevido
que lo intente, pues Dios que la crió
en su mente, otro ángel ideó
que adornara su Eterna mansión.
CORO &c.
Querétaro. Junio 11 de 1864.
Para terminar este artículo, es interesante notar que para celebrar la Independencia de México en el pueblo de Dolores, Maximiliano visitó Querétaro. Llegó el 17 de agosto de 1864 y fue recibido por Desiderio de Samaniego. Fue alojado en la casa de don Cayetano Rubio, quien le habló de la necesidad de contar con un camino que uniera a Querétaro con Tampico.
Entre las acciones que realizó Maximiliano y que favorecieron a los queretanos estuvo el subsidio al maíz, esto ayudó a las personas más pobres del estado pues contaron con mayor facilidad para obtenerlo. Otro punto importante fue el apoyo que le dio al comercio, ya que eliminó los impuestos que lo gravaban. También otorgó un donativo de $30,000.00 al Hospital, que estaba en pésimas condiciones. Respecto al gobierno, Maximiliano nombró a personas de fuerte postura conservadora para ocupar los puestos en el Ayuntamiento de Querétaro. En lo que toca a la educación, el emperador visitó los colegios de San Ignacio y San Francisco Javier, únicos establecimientos de educación superior en el Departamento.
Al darse cuenta de las condiciones de atraso en que se impartía la instrucción, cosa que no era exclusiva de Querétaro, trató de remediar esta situación; para ello nombró director de dicho colegio al licenciado Próspero C. Vega, y subdirector al licenciado Nicolás Campa; es importante mencionar que ambos personajes gozaban de muy buena reputación entre los queretanos. Además de estos nombramientos, estableció dos cátedras nuevas: la de Geografía y la de Derecho Civil y dio subsidio para mejorar la cátedra de Teneduría de libros. Los queretanos agradecieron el apoyo que les dio Maximiliano, al que reconocían como el indiscutible gobernante de la nación mexicana.
Fuentes consultadas:
Periódico Oficial del Imperio Mexicano, México, varios números, 1864. Hemeroteca del AHQ.
José Martín Almada et al. Los gobernantes de Querétaro. Historia (1823-1987). J. R. Fortson y Cía. S.A. editores. No se menciona lugar ni fecha de edición.
José Martín Hurtado Galves
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