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Micobacterium tuberculosis y articulación


Partes: 1, 2

    1. Etiopatogenia
    2. Clínica
    3. Diagnóstico
    4. Tratamiento
    5. Bibliografía

    DEFINICIÓN

    Es una infección de las articulaciones causada por el Micobacterium tuberculosis.

    EPIDEMIOLOGÍA

    La tuberculosis (TB) continúa siendo un problema de Salud Pública en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, diez millones de casos nuevos de TB activa ocurren cada año a nivel mundial, de los cuales 15% corresponden a TB extrapulmonar (1). Las localizaciones extrapulmonares más frecuentes son los sistemas linfático, genitourinario y músculo esquelético.

    La tuberculosis articular o Artritis granulomatosa es actualmente una rara condición en los países desarrollados pero permanece aun como un problema frecuente en los países en vías de desarrollo. En los países subdesarrollados la TB esquelética aparece más frecuentemente en niños y en los países industrializados en adultos, sin predilección por el sexo (2).

    Antes del surgimiento de los antibióticos, era una enfermedad frecuente y letal, pero a partir de la década de los 50, su incidencia fue decreciendo. A principio de los 80 se ha observado un resurgimiento atribuido primariamente a HIV y en forma secundaria a enfermedades subyacentes (diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cirrosis hepática, leucemias y linfomas) y a factores sociales (alcoholismo, drogadicción, indigencia).

    La frecuencia incrementada afecta tanto sitios pulmonares como extrapulmonares, entre estos últimos: huesos y articulaciones. Alrededor del 1%-5% de los pacientes con tuberculosis presenta daño óseo y/o articular, del 10-50% de los pacientes con artritis tuberculosa tienen una tuberculosis pulmonar y es la forma de presentación en un 15-35% de tuberculosis extrapulmonar (3).

    La TB músculo esquelética es una forma infrecuente de la enfermedad, siendo los individuos jóvenes el grupo de más alto riesgo aunque se puede presentar a cualquier edad. Las articulaciones más frecuentemente afectadas son las de la columna vertebral, caderas, rodillas, muñecas y tobillos (4). La mayoría de los casos involucran sólo una articulación Se han reconocido cinco síndromes de TB osteomuscular, de los cuales el más común es la espondilitis tuberculosa o enfermedad de Pott (50%), seguido de la artritis periférica (30%), y un grupo menos frecuente (20%) constituido por la dactilitis, la tenosinovitis y la enfermedad de Poncet (5,6).

    ETIOPATOGENIA

    La tuberculosis articular es resultado de diseminación hematógena secundaria a una lesión pulmonar primaria (presentándose tempranamente en los niños y mas tardíamente en adultos) o reactivación de focos sembrados primariamente y que en circunstancias de inmunidad deprimida se reactivan, también es posible la invasión directa desde un foco contiguo de osteomielitis, en forma alternativa, el bacilo puede diseminarse por el drenaje linfático adyacente a la zona afectada, tal como la pleura y el riñón. Puede estar precedida de un traumatismo articular hasta en un 37% de los casos, ya que la TB esquelética afecta con mayor frecuencia articulaciones de sostén. Típicamente es monoarticular (90%) pero se pueden presentar lesiones multifocales (10-15%) más frecuente esto último en inmunodeprimidos (7).

    Morfológicamente las lesiones básicas clásicas de la TB son los "granulomas caseificantes" con necrosis caseosa central, células gigantes multinucleadas, células epitelioides y linfocitos periféricos. Esto lleva a la destrucción del cartílago y eventualmente del hueso con progresiva fibrosis, dando como resultado la anquilosis articular, pudiendo también desarrollar abscesos paraóseos y erosión (8).

    Cuando la tuberculosis primaria ocurre en niños con epífisis todavía abiertas y vascularización abundante de los extremos óseos, es frecuente que los bacilos se diseminen hasta las vértebras y los extremos de los huesos largos. La enfermedad clínica puede aparecer en seguida o meses, años o incluso décadas más tarde. La infección se puede extender a la cápsula articular y producir artritis monoarticular. Las articulaciones con soporte de peso se afectan con mayor frecuencia, pero también pueden hacerlo los huesos de las muñecas, las manos y los codos, sobre todo después de un traumatismo.

    CLÍNICA

    La tuberculosis ósea y articular presentan dos formas generales: osteomielitis y sinovitis.

    La osteomielitis tuberculosa suele afectar a la columna dorsal (enfermedad de Pott). La infección destruye el espacio discal y a veces los cuerpos vertebrales. Los pacientes muestran dolor en la espalda, espasmos y dolor radicular. Las complicaciones incluyen cifosis por colapso del espacio discal o del cuerpo vertebral, abscesos fríos (tuberculosos) y secuelas neurológicas por compresión de la médula. Otras localizaciones de invasión son las costillas y las articulaciones sacroilíacas.

    Partes: 1, 2
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