El maravilloso mundo empresarial
Objetivos: Propósitos, lo que se espera de "algo" relativo al asunto…
En este caso el asunto parece más bien subjetivo, porque hoy la idea de "empresa" tiende a confundir con la idea de optimizar funciones que permitan llevar a buen término parámetros de un ente físico, que existe y se crea mediante consenso de un determinado grupo, que espera resultados económicos y desvirtúa la idealista creencia del "servicio".
Sin embargo "el servicio" está implícito en lo que llamamos "cliente", y el cliente es aquella persona que recibe los beneficios del servicio y ejecuta para servir.
Cliente interno el que hace posible la ejecución de una cadena de procesos en miras de un resultado: lo que se produce, lo que se ofrece.
Cliente externo: se dice del beneficiario del producto, del consumidor.
Mirar hacia adentro en una empresa, es mirar el resultado, la ganancia, el posicionamiento, y viajar en la introspección de los mecanismos de productividad.
Cuáles serían los problemas que debe encarar o afrontar el empresario para que sus objetivos obedezcan en función de lo esperado?
Un análisis concienzudo parte de alternativas, los elementos que juegan papel importante en la realización. El más importante de todos: "los seres humanos". El elemento clave que crea, ejecuta, utiliza, que se capacita, que es apto para el desempeño de las funciones estipuladas.
Otros factores como la tecnología, la logística, el fin y el medio.
Aplicando el modo ético-filosófico del asunto: fines y medios.
En la carrera contra el tiempo de la productividad, la competencia y los ajustes económicos, todos son rigores que generan expectativa y condicionan resultados.
Un poco de "teleología": Fines. Y contamos con la fórmula puramente física de tiempo y espacio.
Qué diría Einstein de semejante propuesta aplicada en la productividad empresarial. El álgido mundo interno de los empresarios, empleados y mercado?
Todo se puede coligar: Fines próximos y fines remotos. No se puede llegar a la meta del viaje en la carretera sin dar un paso a la vez. Avanzar en la ruta de los procesos de calidad, con la guía del mapa de navegación de un proceso metodológico y fríamente calculado que diagrame cada una de las actividades de los puestos laborales.
A eso se le llama diagrama de flujo. Y es precisamente el elemento para el desarrollo óptimo en la ejecución.
Tampoco se puede llegar al tan anhelado "poblado" sin mirar las señales en la carretera. Cruce a la derecha, curva pronunciada, puente a un kilómetro, paso de animales…
Y quién entiende semejante tejemaneje!
Entonces, en teleología se va clarificando como por arte de magia el resultado, se pasa de la conceptualización a la ejecución. Se pueden utilizar términos sofisticados como: "protocolos, portafolios, estrategias, o "estratagemas", paradigmas, patrones, y un sinfín de términos que en mucho los empleados comunes y corrientes no atinan a descifrar.
Así que el recurso humano se tambalea y encuentra la solución a tan exigidos rigores: "improvisar", Eureka!
Pero volvemos a Einstein con aquello de la relatividad, qué hay que hacerlo en menos tiempo: que hay que volar! Que hay que producir, producir y producir. Entonces eso se traduce en: trabajar, trabajar y trabajar, en tiempo récord.
Aprender a utilizar los recursos tecnológicos, y entonces los empresarios consideran (si el presupuesto lo permite) capacitar. Esa sí que es una salida!
Trascender el tiempo y el espacio, hay que convertirse en seres etéreos para la urgencia de la modernidad, pero qué importa si estamos en el siglo XXI, ese es el quid de la cuestión.
Y mientras las personas –empleados- se acomodan a tamañas peripecias, por su mente está corriendo el proceso de sus vidas personales, el juguete de la neo tecnología del niño, el momento para dedicarle a la familia, las promociones, el mercado, la educación, la salud de la abuela o el arreglo de la casa o … y no paran de invadir esas benditas "preocupaciones".
Y la solución aparece: Improvisar. Al fin que la jornada se termina a las cinco o a las seis, no importa, pero que se pase rápido, que corra el reloj. Después de todo el tiempo no existe, pero cuenta.
Los empresarios evalúan, se reúnen y con el optimismo o la terquedad o cualquiera que sea la motivación deciden ir acomodando las cosas. Así que a citar a reuniones a los empleados. Ver, analizar productividad, fijar metas y estimular la competencia.
Miles de malabares y tramas dignas de un juego de niños que hacen de lo más singulares las reuniones, a las que asisten con cierto desdén quienes piensan en el juguete nuevo del niño.
Y luego la fase crítica, lo importante, el resultado de la reunión: el chisme!
Qué cosa tan injusta!
Que atrevimiento
Que osadía, tanta exigencia!
Y fulanita tan presumida
Y fulanito tan sobrado
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