La dieta, los glucocorticoides, y el estrés: Trilogía fatídica… El IMC revisitado, y, la Gastroplastía: la Quinta Disorexia
Enviado por Felix Larocca
- La influencia del estrés
- Los sexos, el estrés y la respuesta del miedo
- Comer como función
- La mujer en su misión diplomática y mediadora
- La respuesta emocional
- Los orígenes del IMC
- ¿Cuánto debe medir el perímetro de la cintura?
- Historia de la epidemia de la obesidad en América
- Laura
- En resumen
- Bibliografía y referencias
(Y, dijo la serpiente) "…sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal". "Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella." (Génesis: 3:5-3:6).
"La persona envidiosa enflaquece con la gordura de su vecino" (Sócrates 470-399 AEC)
La mujer, desde antes de que la Biblia así lo notara, ha tenido por siempre una relación especial con la acción de comer, noción ésta que será elaborada en detalle en el transcurso de esta tesis.
Adán y Eva por Tamara de Lempicka
La mujer fue concebida para cumplir misiones muy específicas: para cuidar de otros, para reducirles el miedo y para disminuirles el estrés…
El instinto de cuidar, o the tending instinct, es uno que se considera como característica especial de la hembra de algunas especies, consistiendo en una combinación de factores neurobiológicos, adaptivos, genéticos, y sociales que sumados asisten a todos en la formación de sociedades eficientes, en facilitar el desarrollo harmonioso de los hijos, y asimismo en garantizar sus supervivencias como géneros.
Tan importante han sido estos nexos, que historias abundan acerca de la existencia de esta relación afectiva entre seres humanos, entre sí, y entre animales. (Las leyenda de Rómulo y Remo, el caballo de Calígula y la vida de Jane Goodall son ejemplos).
La influencia del estrés
El estrés es un factor que no puede ser ignorado en esta síntesis, ya que éste puede afectar, en el infante, los nexos psicológicos resultantes del cuidado materno, durante el proceso de su crecimiento.
Quizás los primeros estudios rigurosos y formales acerca del estrés como fenómeno de adaptación bio-socio-psicológica fueron los del médico y científico norteamericano Walter Cannon, quien en los 1930s nos legó el término "fight or flight response" (o la respuesta de "lucha o vuela") que derivara de sus observaciones con Tom, uno de sus pacientes quien, presentando una fístula estomacal le permitiría al investigador observar los cambios de la mucosa de este órgano cuando el joven se enfadaba, como respuesta a cualquier disturbio de su homeostasis (otro término del acuño de Cannon). Lo importante es recordar que el estrés afecta la función del estómago entre otras.
Amaos los unos a los otros…
Los sexos, el estrés y la respuesta del miedo
La teoría de la evolución nos indica que, esencialmente, estas reacciones, frente al peligro inminente, deben de ser similares en ambos sexos — aunque antes así no se creyera.
También se postula que estas respuestas fueron evolucionadas, durante el millón de años que viviéramos — como cazadores recolectores — durante el pleistoceno.
Es concebible que la selección natural haya jugado un rol decisivo en modular y ajustar estas actividades para el beneficio de todas las especies.
¿Cuáles serían los peligros que, nos confrontaban, entonces? Los mismos que hoy nos confrontan camuflados.
Predadores, desastres naturales y encuentros con atacantes antagonistas eran riesgos mayores a los que tuviésemos que responder: confrontándolos o huyéndoles.
Estas respuestas nos son familiares en sus manifestaciones. El corazón se acelera y su latido se percibe en el pecho — como impresión desagradable — la presión arterial sube, el cuerpo se cubre de sudoración, las manos perspiran y tiemblan. Y,
Mientras esto sucede, en la sangre, los niveles de las hormonas adrenalina y norepinefrina se elevan, y sus valores permanecen altos mientras el riesgo existe.
El fenómeno descrito en el párrafo anterior se conoce como la activación simpática (o vagal). Ésta constituye la primera respuesta al peligro.
El segundo de los sistemas que participan en la regulación del estrés es el sistema hipotalámico-pituitario-adrenocortical (HPA). Las hormonas de este sistema, cuando se activan, interrumpen funciones que no nos son esenciales de inmediato, para encarar ese momento, entre ellas están la de comer y la reproductiva.
Un aspecto, a menudo ignorado, de esta reacción adaptiva, es que, si bien, las características son idénticas para ambos sexos, la mujer posee impedimentos para confrontar el estrés con la huida: Lo que sucede si ella está embarazada o si tiene a su cargo algún niño incapaz de emprender la fuga por sí mismo, lo que representa una desventaja para ella.
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