Secreción pulsátil diurna y nocturna de hormona del crecimiento en ovejas prepúberes con y sin restricción alimentaria (página 2)
Enviado por S.E. Recabarren
Material y métodos
Procedimento experimental. Se utilizaron 12 borregas Suffolk provenientes de la Unidad de Producción Ovina de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, nacidas a fines de agosto. La edad de inicio de la pubertad en este rebaño era de más de 32 semanas. Las borregas se destetaron a las 8 semanas de edad y se mantuvieron en pradera, suplementándolas con alimento peletizado hasta las 15 semanas de edad. A partir de las 15 semanas, las borregas se separaron en 2 grupos de seis animales cada uno, denominados grupo control (GC) y grupo restringido (GR). Las borregas del grupo control (n=6), con un peso de 23.1±0.5 kg, recibieron alimento peletizado equivalente al 4% del peso corporal, mientras que las borregas del grupo restringido (n=5), con un peso de 23.8 ±0.8 kg recibieron el mismo alimento en cantidad equivalente al 2% del peso corporal. Este esquema de alimentación se diseñó con el propósito de que las borregas GR mantuvieran el peso inicial. Las borregas se pesaron en forma periódica, para reconocer los cambios en el peso vivo bajo los 2 esquemas de alimentación.
A las 20, 26 y 30 semanas de edad, se realizó un estudio de pulsatilidad de GH en ambos grupos. El estudio de pulsatilidad consistió en la obtención de muestras de sangre cada 10 min, por seis horas a partir de las 08:00 y de las 20:00 horas. El muestreo que se inició a las 08:00 horas, se definió como "diurno", y el que comenzó a las 20:00 horas, como "nocturno". El estudio de pulsatilidad se repitió en las ovejas del grupo GR, a las 32 semanas de edad, luego de 2 semanas de realimentación. Las muestras de sangre se obtuvieron mediante un catéter implantado en la vena yugular de acuerdo al procedimiento descrito anteriormente (Recabarren y col., 1995). Las muestras nocturnas se obtuvieron bajo luz roja para no interrumpir el ritmo de secreción nocturna de melatonina.
Las muestras de sangre (1.5 ml) se recogieron en tubos heparinizados, los cuales se centrifugaron a 1000 g por 20 min. El plasma se separó y se conservó congelado hasta las mediciones de GH por radioinmunoensayo (RIA). Los RIA de GH se realizaron siguiendo el mismo procedimiento descrito anteriormente (Recabarren y col., 1991).
Determinación de las características de la secreción pulsátil de GH. Las características de la secreción pulsátil de GH, tanto diurna como nocturna, se determinaron individualmente en cada borrega con el programa computacional CLUSTER, desarrollado por Veldhuis y Johnson (1986). El programa CLUSTER identifica mediante un algoritmo reiterativo fluctuaciones hormonales estadísticamente significativas, comparando puntos sucesivos usando un test de t, sobre una línea basal calculada en una serie continua de muestras (clusters), y de acuerdo a la definición de la forma del pulso, y usando como referencia el coeficiente de variación del RIA. El coeficiente de variación intraensayo e interensayo en este trabajo de 6 y 13%, respectivamente, con un nivel mínimo de detectabilidad de 0.8 ng/ml. Para el análisis de las series diurnas y nocturnas de cada oveja se escogió una forma de pulso de 2×2 para definir el máximo y el mínimo, respectivamente, con un test de t de 2.4. Con este procedimiento, las probabilidades de identificar pulsos falsos positivos fue del 1%.
Análisis estadístico. Los parámetros de la secreción pulsátil de GH obtenidos con el programa Cluster que se utilizaron en el análisis estadístico fueron: concentración promedio (ng/ml), frecuencia de pulsos ( nº de pulsos/6 h) y amplitud de pulsos de GH (ng/ml). Los parámetros de secreción de los períodos diurnos y nocturnos se compararon en cada grupo con el test de t de Student. El análisis de los parámetros de secreción a las 20, 26 y 30 semanas de edad en un mismo grupo se realizó con análisis de varianza (ANDEVA) y comparación de los promedios con el test de Newman Keuls. Se consideró un p < 0.05 como una diferencia estadísticamente significativa. Los datos se entregan como promedio ± error estándar (e.e).
Resultados
Las borregas del grupo GC aumentaron de peso, con una ganancia diaria de 137.1 g, mientras que las borregas del grupo GR mantuvieron su peso, hasta las 30 semanas de edad. A las 30 semanas, las borregas GR fueron alimentadas a voluntad, lo que permitió una ganancia diaria de 178.6 g.
En el cuadro 1 se resumen las características de la secreción pulsátil de GH diurna y nocturna en las ovejas controles y en las restringidas a las 20, 26 y 30 semanas de edad. La concentración promedio, la amplitud de pulsos y la frecuencia de pulsos diurna fue similar a la nocturna tanto en el grupo GC como en el GR en las 3 edades estudiadas. Aunque los parámetros de secreción diurnos y nocturnos fueron iguales entre sí en cada grupo, la concentración promedio diurna y nocturna del grupo GR fue siempre mayor (P<0.05) que la encontrada en el grupo GC en las 3 edades estudiadas. Además, la amplitud de los pulsos fue mayor (p < 0.05) en el grupo GR que en el control a las 30 semanas de edad. La frecuencia de pulsos del grupo GR no se diferenció de la observada en el grupo GC. La realimentación por 2 semanas de las borregas del grupo GR produjo una disminución significativa de la concentración promedio de GH y de la amplitud de los pulsos (p < 0.05), las cuales se igualaron a las exhibidas por las borregas controles a las 30 semanas. La frecuencia de pulsos no se modificó. En las borregas realimentadas nuevamente se observó que los parámetros de la secreción de GH diurna y nocturna fueron similares entre sí.
En la figura 1 se muestra el perfil secretorio diurno y nocturno de una borrega representativa del grupo control a las 20, 26 y 30 semanas de edad. Como se desprende de la figura, las concentraciones de GH y amplitud de pulso disminuyeron a medida que la oveja avanzaba en el desarrollo prepuberal. En contraste, las concentraciones plasmáticas y la amplitud de pulsos de GH aumentaron en las ovejas con restricción alimentaria a medida que avanza la restricción, con un drástico cambio como producto de la realimentación (figura 2).
Cuadro 1.Características de la secreción pulsátil diurna y nocturna de GH en borregas controles (GC) y borregas con restricción alimentaria (GR) a las 20, 26 y 30 semanas de edad y luego de realimentación por 2 semanas en las borregas del grupo GR (32 semanas de edad). Summary of day and night pulsatile GH secretion characteristics in control ewe lambs (GC) and in feed restricted ewe lambs (GR) of 20, 26 and 30 weeks of age and after 2 weeks of refeeding in the GR lambs (32 weeks of age).
Grupo | Edad (semanas) | Conc. promedio ± e.e. (ng/ml) | Amp. de pulso (ng/ml) ± e.s. | Frecuencia pulso (nº/6h) ± e.e. |
GC |
| 10.8±1.1 12.9±0.7 | 12.0±2.5 13.8±1.7 | 3.6±0.3 3.6±0.3 |
| 8.8±1.4 9.7±2.0 | 9.8±2.4 7.3±2.4 | 4.8±0.5 3.8±0.4 | |
| 6.3±1.0 7.5±1.2b | 8.1±1.7 7.2±2.0 | 4.0±0.5 3.6±0.5 | |
GR |
| 15.9±1.4a 16.4±1.3a | 14.7±0.9 18.3±4.6 | 5.0±0.3 3.8±0.5 |
| 13.3±2.8a 16.2±3.5a | 11.6±3.3 18.0±8.1 | 4.8±0.7 3.6±0.2 | |
N | 24.2±6.0a 25.1±3.0a, c | 31.3±9.7a 33.7±11.0a | 5.0±0.7 4.6±0.6 | |
Realimentación | 32D N | 6.2±1.0d 6.2±0.5d | 5.2±2.4 6.3±0.9 | 4.4±0.2 3.6±0.2 |
* día, ** noche a p < 0.05 con respecto al grupo GC respectivo b p < 0.05 con respecto al Grupo GC 20 N c p < 0.05 con respecto al Grupo GR 20 N y 26 N d p < 0.05 con respecto al Grupo GR.
Discusión
Los resultados del presente estudio demuestran que en condiciones fisiológicas normales, las concentraciones plasmáticas de GH disminuyen paulatinamente durante el desarrollo prepuberal en las borregas debido a una reducción en la amplitud de los pulsos de GH con conservación de su frecuencia. Por el contrario, en las borregas sometidas a restricción alimentaria (grupo GR), las concentraciones plasmáticas de GH se mantienen altas, debido a la presentación de pulsos de gran amplitud. La realimentación produce una evidente caída de las concentraciones plasmáticas promedio y de la amplitud de los pulsos de GH. La frecuencia de pulsos no se modifica con la restricción ni con la realimentación. Además, el presente estudio permite establecer que la concentración promedio, la amplitud de los pulsos y la frecuencia de pulsos diurnos son similares a los nocturnos en las ovejas con crecimiento normal. La manipulación de la secreción de GH, mediante la restricción alimentaria no es capaz de modificar el patrón de secreción diurna y nocturna.
Figura 1. Perfil de secreción pulsátil de GH en una borrega del grupo control a las 20, 26 y 30 semanas de edad. Pulsatile GH secretion profile in one control ewe lamb at 20, 26 and 30 weeks of age.
Figura 2. Perfil de secreción pulsátil de GH en una borrega del grupo con restricción alimentaria a las 20, 26, 30 y 32 semanas de edad. Pulsatile GH secretion profile in one food-restricted ewe lamb at 20, 26, 30 and 32 weeks of age.
La disminución de la secreción de GH a lo largo del desarrollo prepuberal observado concuerda con lo encontrado en corderos (Suttie y col., 1993) y demuestra que en ovinos la secreción de GH disminuye durante el desarrollo prepuberal. Las razones fisiológicas de esta disminución no están claras. Podría reflejar ajustes metabólicos asociados con cambios en el peso y composición corporal en momentos en los que la oveja pasa de una etapa eminentemente de síntesis proteica a una de depósitos de grasas (Suttie y col., 1991), Este fenómeno de disminución de la secreción de GH sería consecuencia de una mayor actividad somatostatinérgica a medida que la oveja avanza en su desarrollo prepuberal o de una disminución en la secreción de GHRH. McAndrews y col. (1993) determinaron que la sensibilidad de la hipófisis a la GHRH y a la SS en terneros Holstein no cambia durante el desarrollo prepuberal a pesar de la caída en los niveles basales de GH, lo que les sugiere que la liberación de somatostatina aumenta con la edad. En contraste a lo descrito en condiciones fisiológicas normales, las concentraciones plasmáticas de GH en las borregas con restricción alimentaria, no se reducen. En ovejas adultas ovariectomizadas con restricción alimentaria se ha demostrado que la liberación de GHRH a la sangre portal no cambia pero que la liberación de somatostatina se reduce en un 50% en comparación con las ovejas controles (Thomas y col., 1991). Es probable, entonces, que en las borregas del grupo GR, por mecanismos aún desconocidos, pero probablemente dependientes de acciones ejercidas por péptidos opioides (Lobos y col., 1992), las neuronas somatostatinérgicas, en vez de aumentar la liberación de somatostatina, mantuvieron o disminuyeron la secreción de este neuropéptido, manteniendo o aumentando en consecuencia la secreción de GH. A este probable mecanismo, anteriormente descrito, habría que agregar, además, la probable disminución en la retroalimentación negativa que habría ejercido el insulina growth factor-I (IGF-I). Está demostrado que el IGF-I es altamente dependiente de GH y del estado nutricional del animal, pero que a su vez el IGF-I ejerce una retroalimentación negativa sobre la secreción de GH (McGuire y col., 1992), la cual se ejercería principalmente sobre la hipófisis (Fletcher et al., 1995). Por lo tanto, la mayor secreción de GH observada en las borregas GR podría ser en parte consecuencia de bajas concentraciones plasmáticas de IGF-I, producto de la restricción alimentaria. La realimentación por dos semanas de las borregas con restricción produjo de inmediato una normalización en la secreción de GH. La concentración promedio y la amplitud de los pulsos de GH disminuyeron alcanzando valores similares a los observados en las borregas controles de 30 semanas. Es posible que cambios en la concentración plasmática de IGF-I u otros metabolitos sanguíneos producto de la realimentación hayan sido reconocidos por las neuronas opioidérgicas y somatostatinérgicas, las cuales respondieron a los estímulos periféricos, conduciendo a una disminución en la secreción de GH.
La ausencia de diferencias entre el patrón de secreción pulsátil diurno y nocturno observada en el presente estudio contrasta con la demostración en otras especies, como la rata (Tannenbaum y Martin, 1976) y humanos (Winer y col., 1990) de un ritmo diurno de secreción de GH. El significado de esta discrepancia no está claro ya que era de esperar que la oveja, por ser una especie altamente dependiente del fotoperíodo, presentara una mayor secreción nocturna de GH, como probable respuesta a la mayor secreción nocturna de melatonina (MLT). Se ha observado que en hombres sin glándula pineal, la sustitución por vía oral de MLT produce pulsos nocturnos de GH mayores que los diurnos (Petterberg y col., 1991). Sin embargo, en otro estudio, la administración oral de MLT a humanos no modificó la secreción basal de GH (Valcani y col., 1993), lo cual respaldaría la ausencia de diferencias entre la secreción diurna y nocturna de GH encontradas en el presente trabajo. En madres y fetos de cerdos (Bauer y Parvisi, 1996) y en madres y fetos de oveja (McMillen y col., 1987) tampoco se encontró diferencias entre la secreción pulsátil diurna y nocturna de GH. Algunos autores informan de un ritmo circadiano de secreción de GH en vacas lactantes (Lefcourt y col., 1995), mientras que otros no (Vasilatos y Wangness, 1981). Aunque existen discrepancias respecto a la secreción diurna y nocturna de GH en vacas lactantes, es posible suponer que en animales de granja no existirían diferencias entre el patrón secretorio de GH diurno respecto del nocturno. Un muestreo por 24 horas podría posiblemente ayudar a revelar un potencial ritmo circadiano de GH en borregas en crecimiento.
Las borregas con restricción alimentaria del presente estudio, aunque presentaron mayores concentraciones promedio de GH y mayor amplitud de pulsos de GH que las borregas controles, tampoco evidenciaron diferencias en los patrones de secreción diurna y nocturna. La frecuencia de pulsos de GH tampoco se modificó con la restricción. Estos resultados concuerdan con los encontrados en ovejas ovariectomizadas con restricción alimentaria, las cuales presentaron la misma frecuencia de pulsos que las ovejas controles (Thomas y col., 1991). Esto sugiere que la interacción entre GHRH y SS en la determinación de la frecuencia de pulsos no se modifica a pesar de una restricción prolongada, y que el mayor efecto de la restricción sobre la secreción de GH sería la cantidad de SS liberada la cual influiría en la magnitud de los pulsos de GH.
AGRADECIMIENTOS
Este estudio fue financiado por proyecto DIUC 94.153.01-1 y por Proyecto Fondecyt 95-1020. Los autores expresan sus agradecimientos a la NIDDK, USA, por los reactivos para el RIA de GH, y a los alumnos Juan Henríquez, Michel Padilla, Carmen Peñeipil y Pamela González por su ayuda en los muestreos sanguíneos.
Bibliografía
ADAM, C.L. and J.J. ROBINSON. 1994. The role of nutrition and photoperiod in the timing of puberty, Proc. Nutr. Soc. 53: 89-102.
BAUER, M. and N. PARVIZI, 1996. Pulsatile and diurnal secretion of GH and IGF-I in the chronically catheterized pig fetus, J. Endocrinol. 149:125-133.
FLETCHER, T.P., G.B THOMAS, F.R. DUNSHEA, L.G. MOORE, I.J. CLARKE. 1995. IGF feedback effects on growth hormone secretion in ewes: evidence for action at the pituitary but not the hypothalamic level, J. Endocrinol. 144: 323-331.
KLINDT, J., D.L. OHLSON, S.L. DAVIS, B.D. SCHANBACHER. 1985. Ontogeny of growth hormone, prolactin, luteinizing hormone and testosterone secretory patterns in the ram, Biol. Reprod. 33: 436-444.
LEFCOURT, AM, J. BITMAN, D.L. WOOD, and R.M. ACKERS. 1995. Circadian and ultradian rhythms of peripheral growth hormone concentrations in lactating dairy cows. Dom. Anim. Endocr. 12: 247-256.
LOBOS, A., T. MERINO, D. GONZALEZ, C. MUÑOZ, J. PARILO, S.E. RECABARREN. 1992. Actividad opioide controladora de la secreción de hormona luteinizante y hormona del crecimiento en borregas en ayuno, Arch. Med. Vet. Número extraordinario. Resumen.
McANDREWS, J.M., C.M. STROUD, R.D. McDONALD, W.C. HYMER and D.R. DEAVER. 1993. Age-related changes in the secretion of growth hormone in vivo and in vitro in infantile and prepubertal Holstein bull calves, J. Endocrinol. 139: 307-315.
McGUIRE, M.A., J.L. VICINI, D.E. BAUMAN, J.J. VEENHUIZEN. 1992. Insulin-like growth factors and binding proteins in ruminants and their nutritional regulation, J. Anim. Sci. 70: 2901.
McMILLEN, I.C., G.D. THORBURN, D.W. WALKER. 1987. Diurnal variations in plasma concentrations of cortisol, prolactin, growth hormone and glucose in the fetal sheep and pregnant ewe during late gestation, J. Endocrinol. 114: 65-72.
PETTERBERG, L.J., B.E. THALEN, B.F. KJELLMAN and L. WETTERBERG. 1991. Effect of melatonin replacement on serum hormone rhythms in a patient lacking endogenous melatonin, Brain Res. Bull. 27: 181-185.
RECABARREN, S.E., J. RAMIREZ, L. MANRIQUEZ, P. ORELLANA y J. PARILO. 1991. Concentraciones plasmáticas de hormona luteinizante y hormona del crecimiento en borregas con restricción alimenticia, Agrociencia 7: 155-160.
RECABARREN, S.E, A. URRUCELQUI, M. ROBBIANO, A. LOBOS, P. ORELLANA, y J. PARILO. 1995. Efecto de la infusión endovenosa de L-arginina y L-ornitina sobre la secreción de hormona del crecimiento en ovejas prepúberes, Arch. Med. Vet. 27: 99-104.
SIMPSON, R.B., J.D. ARMSTRONG, R.W. HARVEY, D.C. MILLER, E.P. HEIMER, R.M. CAMPBELL. 1991. Effect of active inmunization against growth hormone releasing factor on growth and onset of puberty in beef heifers. J. Anim. Sci. 69: 4914-4924.
SUTTIE, J.M., J.L KOSTYO, F.J.P EBLING, R.I. WOOD, D.C. BUCHOLTZ , A. SKOTTNER, T.E. ADEL, R.J. TOWNS, D.L. FOSTER. 1991. Metabolic interfaces between growth and reproduction. IV. Chronic pulsatile administration of growth hormone and the timing of puberty in the female sheep, Endocrinology 129: 2024-2032.
SUTTIE, J.M., B.A. VEENVLIET, R.P. LITTLEJOHN, P.D. GLUCKMAN, I.D. CORSON, P.F. FENNESSY. 1993. Growth hormone pulsatility in ram lambs of genotypes selected for fatness or leanness, Anim. Prod. 57: 119-125.
TANNENBAUM, G.S., J.B. MARTIN. 1976. Evidence for an endogenous ultradian rhythm governing growth hormone secretion in the rat, Endocrinology 98: 562-570.
TANNENBAUM, G.S., N. LING. 1984. The interrelationship of growth hormone (GH) releasing factor and somatostatin in the generation of the ultradian rhythm of GH secretion, Endocrinology 115:1952-1957.
THOMAS, G.B., J.T. CUMMINS, H. FRANCIS, A.W. SUDBURY , P.I. MCCLOUD, I.J. CLARKE. 1991. Effect of restricted feeding on the relationship between hypophyseal portal concentrations of growth hormone (GH)-releasing factor and somatostatin, and jugular concentrations of GH in ovariectomized ewes, Endocrinology 128: 1151-1158.
VALCANI, R., M. ZINI, G.J. MAESTRONI, A. CONTI, Y. PORTIOLI. 1993. Melatonin stimulates growth hormone secretion throught pathways other than the growth hormone releasing hormone, Clin. Endocrinol. (Oxf) 39: 193-199.
VASILATOS, R., P.J. WANGSNESS. 1981. Diurnal variations in plasma insuline and growth hormone associated with two stages of lactation in high producing dairy cows, Endocrinology 108: 300-304.
VELDHUIS, J.D., M.L. JOHNSON. 1986. Cluster analysis: a simple, versatile, and robust algorithm for endocrine pulse detection, Am. J. Physiol 250: E486-E493.
WINER, L.M., M.A. SHAW, G. BAUMANN. 1990. Basal plasma growth hormone levels in man: New evidence for rhytmicity of growth hormone secretion, J. Clin. Endocrinol. Metab. 70: 1678-1686.
Publicación original: Arch. med. vet., 1998, vol.30, no.2, p.91-99. ISSN 0301-732X.. Reproducción autorizada por: Revista Archivos de Medicina Veterinaria,
S.E. Recabarren, M.Sc.; A. Lobos L., M.V.; J. Ramirez, M.V.; P. Orellana, M.V.; J. Parilo, Ing. Agrón.; G. Iñiguez, Bioq. Laboratorio de Fisiología y Endocrinología Animal, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Concepción, Chillán
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |