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La racionalidad de los sueños I


Partes: 1, 2

  1. A manera de preámbulo
  2. Mi encuentro con el mundo de los sueños
  3. Los sueños racionales
  4. Sueños famosos de famosos
  5. Referncias

A manera de preámbulo:

Cuando en las conversaciones cotidianas se habla del "sueño" y de "los sueños" en realidad se habla de cosas o significados totalmente diferentes, pero relacionados entre sí. Por ejemplo: es común escuchar ¡Qué sueño que tengo! O bien : "En las noches no puedo dormir" ; "se me quita el sueño", haciendo alusión a la fase de descanso de nuestro cuerpo.

También se habla de sueño o sueños, para referirse a las aspiraciones, los deseos de lograr o alcanzar algo en el futuro, pero que aún no se posee. Este significado, lo dejaremos fuera de discusión.

Pero cuando se habla de: "tuve un mal sueño", "esa pesadilla parecía real", "ese sueño que tuve ayer se me cumplió", etc. Se está aludiendo a una "realidad virtual" que ocurre también, en la fase en que nuestro cuerpo debería estar descansando.

Antes de todo, vale reconocer la existencia de "los sueños", que todos/as han experimentado alguna vez en su vida y que recuerdan o recordaron al despertar, es decir reconocer la existencia real de los sueños; aunque a veces, se encuentre personas de diferente sexo y edad que afirman "no soñar" o no recordar nada de lo que soñaron.

No se va hablar aquí en este modesto artículo, de los sueños que predicen el futuro del/la durmiente, ya sea directamente, anunciando tal cual, lo que ocurrirá, ni de manera simbólica, haciendo uso de la "interpretación de los sueños" que se describen en los libros con acierto o no y que serán el asunto de otro artículo. Tampoco de aquéllos, que son fruto del inconsciente y que requieren la ayuda de Freud o del psicoanálisis. Porque:

La idea de que los sueños son el cumplimiento de deseos reprimidos está superada desde hace mucho tiempo. Sin duda, algunos sueños exponen deseos o miedos cumplidos, pero hay muchos tipos más de sueños. Los sueños pueden ser verdades implacables, sentencias filosóficas, ilusiones, fantasías desenfrenadas, recuerdos, planes, anticipaciones, visiones telepáticas, experiencias irracionales y Dios sabe cuántas cosas más».

La aplicabilidad práctica del análisis de los sueñosi

Se tratará de explicar aquéllos sueños, más sencillos de interpretar, por la claridad del asunto al que aluden y por la facilidad, con que al despertar, se entienden como una respuesta clara a un asunto deseado, en el momento presente o que deseaste fuertemente con anterioridad; aquellos sueños "racionales o de razonamiento lógico" que ocurren mientras se duerme y que continúan de alguna manera, el trabajo que ocupaba la mente durante la fase de vigilia, aprovechando la paz del/la durmiente y con el uso de sus saberes previos, con asombrosa habilidad para solucionar problemas reales planteados, en su acontecer despierto.

Mi encuentro con el mundo de los sueños:

No quiero parecer protagónico, pero prefiero partir con los sueños que me ayudaron a crecer, perdón (no mido más de 1,60 cm.), mejor a desarrollarme hasta el estado adulto, superando las angustias que originaban las carencias económicas de mi familia, brindándome mientras dormía, la oportunidad de disfrutar aquellas cosas o situaciones de las cuales carecía en mi vida normal

Escenas de estos relatos, eran guardados en mi memoria y que al acostarme, antes de dormir, comenzaba a agregar a lo que había imaginado con anterioridad para proseguir con ello, hasta quedarme dormido y "soñar lindo" como solía decir."A esa edad no entendía que había hecho de mis sueños, mis aliados".

Como amigos, que eran mis sueños, prolongaban de alguna manera mis deseos conscientes de poseer algo. Debo aclarar, que en mi niñez, jamás me compraron (o me regalaron más de un juguete nuevo) sólo recuerdo una pelota verde de plástico, que un tío, nos trajo de la "costa" y que se reventó a los dos días de uso, pero que conservo en mi memoria, como el único juguete nuevo que usamos un día.

Cuando digo deseos conscientes, me estoy refiriendo a aquellas cosas que se que quiero sé con plena razón. Por ejemplo: en mis creaciones imaginarias, construía una nave hermosa que conducía como si fuera un avión o un coche y tanto volaba, como se desplazaba por el suelo y por el agua; imaginaba cada detalle interior como exterior, que podía reconocerla imaginariamente, de muchas otras y por mucho tiempo. En mis sueños, la conducía con pericia, logrando la admiración de niños/as y adultos/as que la miraban absortos. Esta extraña nave, la recuerdo inclusive hoy, como si la hubiera visto de verdad.

Aquellos sueños de mi niñez, tal vez son los denominados, sueños compensatorios, porque de alguna manera, mi carencia de juguetes reales en mi vida diaria, se compensaba en las noches, cuando dormía, regalándome serenidad y alegría y acompañándome hasta la adolescencia.

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