El Universo solidarizado. – El mundo todo comunizado. – La ley es una; la sustancia una. – Uno es el principio; uno es el fin. – Todo es magnetismo Espiritual.
En la cual está contenido todo lo que la ciencia ha comprobado, todo lo que la metafísica encierra y todo cuanto atañe la vida del hombre en sus tres entidades de cuerpo, alma y espíritu.
Los juicios sobre toda la creación y sobre cuanto al hombre le interesa y necesita saber, lo abarca esta doctrina espirita.
Es necesario explicar los versos de la proclama, para que de margen al punto culminante del alma humana.
El universo solidarizado: es el axioma terminante de cuanto se ha discutido en todos los tiempos sobre si este mundo es el único o hay otros; punto en cual en estos momentos y en todo el mundo se discute la posibilidad o no de la comunicación radio-eléctrica con Marte o Venus, lo cual en todo caso no es más que la potencia del espíritu, llevando al hombre a confesar la existencia de esos mundos poblados de seres semejantes y la necesidad de la comunicación por medios materiales y científicos con ellos. ¿Se puede? ¿No se puede? No es de este lugar tal cuestión, hable la ciencia y la electricidad dinámica diga, hasta donde puede alcanzar. Nosotros sabemos desde años lo que hay al respecto. Pero no hay que animar ni desanimar a los que en ello trabajan, porque es necesario que el análisis se haga. Pero de todos modos hay que aplaudir el golpe de muerte y final del dogma católica y otras religiones, concretando el universo a la degenerada Europa; el primer golpe lo dio España, agregando al mundo viejo un mundo nuevo. Este es el fin primordial de esas señales de todos modos inteligentes y que la ciencia por sí sola jamás resolverá el problema. Sobre que las pruebas del espiritismo son incontrovertible e incontrarrestables, basta saber la cláusula del Testamento de Abraham que dice: "Los mundo son infinitos y el hombre ha de vivir en todos los que existen, pero la Creación sigue y no se acaba"; y en otra: "Todos los mundos se comunican entre sí en amor y solidaridad de Hellí". Para los estudiantes de filosofía, es necesaria la prueba científica de la solidaridad del mundo en que se actúa con los infinitos que a la vista, en una noche obscura, se registran. ¿Está esa prueba irrebatible? Sí, la "la presión universal" formada por el Éter que todo lo llena, formando la presión para que cada mundo se mantenga en su zona adecuada sin por poderse salirse, ni parar, ni estorbar a su vecino. "Prueba científica de la física, la astronomía y la electricidad".
Entonces siendo el Éter la única sustancia, tiene una única ley de la vida; y nadando todos los mundos en ese infinito lago de Éter que les sirve a todos de placenta, no puede menos que reconocerse que todo es solidario, porque tiene la misma ley y son de la misma y única sustancia existente.
Ahora bien; alma de una cosa es aquella cosa que la hace mantenerse unida por cierta fuerza magnética que une las demás cosas que componen la unidad. Entonces, el Éter es indiscutiblemente el alma universal que mantiene a cada mundo y a cada molécula de un cuerpo unidas, equidistantes suficientemente para ser movida constantemente cada molécula y bañada por ese mismo Éter. Lo que a la vez dice que, el Éter es el principio de la vida orgánica y la misma vida. Quedando así probada toda la máxima verdad de estos principios, los primeros que se dan a la humanidad, como doctrina Espiritista de verdad abierta y descubierta.
Éter es el cuerpo humano; y terminada la tarea para que se lo crea el espíritu, al Éter vuelve. "Uno es el principio y uno es el fin", "La sustancia es una y una es la ley". Y como todo vive de esa vida única y común, se confirma por sí sólo que, El mundo todo es común de todos; por lo que se requiere esa comunicación en todo: "El mundo todo comunizado".
Fundamentado que sólo una sustancia existe; por lo cual, "el alma no es diferente del cuerpo", sino en su grado de perfección y cargos. Por fin que todo llega a ser alma y por ésta, hasta el más rustico mineral, es un día "espiritualizado" entendiendo por ello que todo se lo asimila el espíritu por el alma que, una vez que cada espíritu toma una parte del alma universal para tomar forma humana, esa alma, "ya será eternamente con ese espíritu", sin que él la pueda dejar ni ella dejar de ser. Y como por voluntad armonizada y eterna, todo espíritu ha de volver a su Padre en el tiempo, "no a confundirse en él", sino a graduarse de maestro de la creación, cuyo examen será el archivo de sus obras y ese archivo es su alma, resulta que, como "el alma es las esencias" extraídas de la materia que depuró el Espíritu, la materia es elevada, espiritualmente al centro de las vibraciones, al Creador común y universal, al que rinde su homenaje y recibe su ósculo de amor y su bendición, saliendo aquel espíritu hecho "maestro" con su inseparable "archivo alma" a continuar la creación, siendo un maestro, un misionero; y como éste, han seguido su proceso todos los misioneros y maestros regeneradores de las humanidades.
Hasta ese momento trascendental y terrible (pues allí el espíritu se ve como un purísimo cristal, ante el omnímodo ojo del Creador) hasta ese momento, aquel espíritu, sólo pudo ser instruido aunque instructor. Desde ese momento, es maestro y forma parte de los consejos de los mundos, sujetos éstos a los consejos superiores del Plano. ¿Terminó su carrera? ¿Terminó su aprendizaje? Recién comienza su carrera que jamás terminará. "Los mundos son infinitos y el hombre ha de vivir en todos los que existen; pero la creación sigue y no se acaba". Ha dicho Hellí a Abraham, en el testamento Alianza. "El universo solidarizado".
No se puede describir aquí, las infinitas evoluciones metamorfosis necesarias en la materia, para que mida las esencias necesarias para la creación del alma humana. La actual química es absolutamente pobre, nula, para tan extremo experimento y aun la potente alquimia, millones de veces más poderosa que la química, no alcanza más que apenas señalar el proceso y no es poco. Pero el espíritu tiene un laboratorio capaz y es él, el alquimista que opera todas las evoluciones, metamorfosis y transformaciones, porque él solo es maestro de las formas, que muestra la creación.
Estas materias están ya estudiadas y expuestas en orden de sucesión, en toda nuestra doctrina; cuyo estudio abarca 123 millones de siglos de historia de la tierra; por lo que aquí sólo vamos a decir la formación y lo que constituye el alma humana.
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