El origen de nuestros anhelos por control y poder — la entropía que nos orienta
Cuando Newton formuló las leyes de la termodinámica, nos introdujo a la más curiosa de las tres leyes en la forma del principio de la entropía — Esta ley, es la segunda. (Véanse mis varios artículos y lecciones a cerca de las coincidencias y la entropía).
En toda guerra, la victoria del conquistador depende en haber podido penetrar las flaquezas del enemigo y después en adaptar sus energías a la explotación de las mismas.
En toda relación humana existen siempre, tendencias a desestabilizar la armonía y conducir a que el sistema entre en un estado de desorganización o entropía. Es lo normal.
El origen de todas nuestras experiencias, en las que el poder y el dinero forman parte, se encuentra en nuestras primeras vivencias a las que pudimos aplicar reflexión. Éstas se originaron en el mismo instante de nuestra concepción.
Veremos. Nuestra concepción determina nuestro componente genético. Provenimos de una fusión de gametos que es única, y que, aún entre gemelos idénticos, las diferencias existen.
Cada quien, es gobernado por el impacto del ADN que existe en estado impar y exclusivo en sus células. Añadiremos a la "sopa" en el caldero que, en esta lección, estamos cociendo, las experiencias de la vida intrauterina, que pueden ser negativas.
Por ejemplo, mamá era alcohólica, se sentía infeliz por no estar casada, o deprimida por vivir un matrimonio frustrado. Agreguemos los eventos alrededor el nacimiento: complicaciones médicas, peso alto o muy bajo, falta de oxígeno, ictericia, etc. Entonces vienen las peripecias del desarrollo y voilà, somos adultos.
¿Somos adultos?
Ahora hay que empezar la vida, para la cual estuvimos escasamente preparados.
Pero antes, mucho antes, tuvimos que atravesar las etapas del desarrollo con sus problemas inherentes y sus adaptaciones requeridas. El resultado final, si resultó favorable, fue que creceríamos con un balance personal apropiado y equilibrio estable emocional.
El dinero ganado y el poder adquirido
Para la gran mayoría de los miembros de la raza humana, el dinero que poseen tuvieron que procurarlo ellos mismos y el poder que adquirieran fue resultado de sus labores y astucia. Aunque a menudo, sería resultado de su capacidad de mentir.
No todos pueden lograr estas victorias tribales sin ansiedades y temores. Por esa razón tantos roban y usurpan dinero y el poder que, de otra manera, no pudieran adquirir — en ese sentido nos comportamos como otros simios cercanos a nuestro género.
Pero para todos aplican las fuerzas poderosas y naturales de la entropía — lo que hace de lo inesperado, algo de ser esperado.
En resumen
Que adaptar es triunfar y que el más apto sobrevive, es todo, en el sentido darvinista — eso muchos creen: Supervivencia para el más apto…
Sin embargo, los que triunfan, burlando el plan natural, a la larga sufren las penurias de una Naturaleza que les roba la estabilidad física, la salud emocional, o ambas… Por ello, hay tantos ricos gordos, depresivos y sin derroteros…
Yo puedo atestiguar, en mi práctica clínica, a este hecho ineludible. La felicidad verdadera, con dinero no se adquiere.
Para concluir debo decir, que al final lo que más importa es ser saludable de cuerpo, e idóneo de pensamiento. Algo que, por su manera de comer y de libar, a menudo evade al rico y poderoso. Quien con frecuencia vive con problemas crónicos de incapacidades e impotencias múltiples. En cierto modo, la Naturaleza, de ellos se mofa.
Survival for the "fittest"? — Not for the one who lives out his life with the need to take daily pills — something our Paleolithic ancestors never did…
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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