No comente sus alternativas a nadie antes de que tenga seguro su veredicto
Muchas veces, mientras estamos en este conflicto de tratar de resolver cual decisión tomar, tenemos muchas dudas e inquietudes, tenemos estados emocionales diferentes, de pronto nos sentimos seguros de una opción, al siguiente día creemos que es mejor la otra opción, de pronto tenemos temor, a veces creemos estar seguros, de pronto nuestras opciones son muy controversiales y cada quien nos dará una perspectiva diferente de esa misma opción, etc. Por todas estas causas, y por muchas otras mas, es absolutamente necesario de que sea mejor que no compartamos todas nuestras opciones, o presentemos nuestras opciones que creíamos correctas a todas las personas cuantas se nos presentan por delante, y mucho menos que le consultemos a todo el mundo, cual será la mejor opción, porque todo el mundo dará una versión diferente y entonces, lejos de aclarar la situación, podrás confundirte mas, porque a parte de todos los inconvenientes en tu mente, tendrás todos los inconvenientes que otros pongan en tu mente.
Usted debe ser muy precavido acerca de que personas pueden ser útiles para comentarles las dudas, pedirles opinión, compartirles tus ideas, presentarle todas tus opciones, etc.
Si tenemos muchísimas opciones, es importante construir un plan de vida, y tratar de tener una visión amplia acerca de que es lo que queremos para nosotros, a la mayoría de la gente, se le dificulta tomar decisiones porque no tienen los requisitos principales para tomar decisiones:
Requisitos importantes:
- Tener metas personales,
- Tener propósito de vida,
- Tener una visión acerca del futuro que desea,
- Tener metas a largo, corto y mediano plazo,
- Tener autoestima propia,
- Tener una perspectiva clara acerca de que quiere, con quiere estar, como y quien quiere ser,
- Tener una personalidad clara, etc.
emociones, en nuestras motivaciones externas e internas, o en cualquier cosa que no tiene mucho fundamento para ser una base que nos ayude a llegar a una conclusión segura.
Necesitamos estudiarnos profundamente:
- Estudiar nuestros Sentimientos,
- Estudiar nuestras Emociones,
- Estudiar nuestras Motivaciones,
- Estudiar nuestras Fortalezas y Debilidades,
- Estudiar nuestras Virtudes y Defectos,
- Estudiar nuestras Convicciones si son fuertes o no tienen fundamentos seguros.
Cuando aprendemos a conocernos a nosotros mismos, antes de tomar decisiones, cuando aprendemos a conocernos a nosotros mismos, podemos saber si realmente estamos preparados para tomar decisiones, o si debemos posponer nuestra toma de decisiones, para primeramente centrarnos en los requisitos que debemos llenar.
Necesitamos analizar lo siguiente:
¿Cómo son mis sentimientos, son confusos a veces siento algo y al rato siento otra cosa muy diferente?
¿Cómo son mis emociones, son inconstantes, siempre tengo una confusión y un estado de ánimo diferente?
¿Cómo son mis pensamientos, me cuesta concentrarme y dedicarme a analizar, o cuando me siento a analizar realmente lo hago segura de lo que estoy haciendo?
¿Cómo son mis motivaciones, son motivaciones egoístas o motivaciones realistas?
¿Cómo ha sido mi experiencia anterior acerca de las tomas de decisiones, por lo general siempre tomo las peores decisiones, o he tomado buenas decisiones la mayor parte de las veces?
Estudie la situación externa
Hay muchas personas que se mueven más, por las motivaciones, y las situaciones externas, que por sus propias convicciones internas, porque sencillamente, en realidad no tienen convicciones internas que sean fuertes, y que no dejen que las circunstancias externas las condicionen.
Necesitamos hacer un análisis retrospectivo constantemente y a diario acerca de todas nuestras decisiones, conceptos, prejuicios, paradigmas, pensamientos, y todo lo que nos hace ser como somos, y considerar hasta que punto todo esto está influido por las situaciones que están fuera, en vez de lo que realmente se supone que somos. Esto nos llevaría a preguntarnos ¿Quién soy? ¿Realmente se quien soy y como soy? O ¿lo que soy y lo que hago depende de lo que los demás creen de mí, y de lo que los demás piensan de mí? ¿Necesito pedir ayuda a fuera porque es útil buscar en los demás o porque soy inseguro de lo que quiero.
Muchas veces nuestras decisiones están basadas por el temor, la rabia, o la impotencia de que a otras personas le han pasado cosas, y antes de ver bien la situación, tomamos decisiones a la ligera creyendo que las cosas buenas que le han pasado a otros nos pasaran igual si tomamos las mismas decisiones, o que si a otros le fue mal, a nosotros también si tomamos esas mismas decisiones, otros mas bien luchan en contra de los consejos de otros, y prefieren decir, ¿a mi no me tiene que pasar eso?, lo cierto es que muchas veces la gente divaga entre lo que otros viven o no viven, para luchar contra los consejos, o por el contrario, tener temor por alguna realidad que vivió otra persona que tal vez, no tiene que ser igual para si mismo.
Todos necesitamos analizarnos, y verificar que cosas buenas estoy tomando de lo que ocurre a mi alrededor, o que cosas malas estoy tomando de lo que pasa a mi alrededor, ¿En realidad, estoy haciendo una retroalimentación acerca de la vida, o estoy sintiéndome confundido por todo lo que ocurre a mi alrededor?
No podemos tomar de las cosas de alrededor las cosas que nos confunden, si vamos a tomar algo, tiene que ser lo que realmente comprendemos a cabalidad que fue lo que sucedió, como, por qué, cuando, donde, y cual era el contexto general de esa situación, y si no estudiamos las cosas de alrededor con estos criterio, entonces simplemente estaremos agregando mas confusión, a la confusión interna.
La recomendación final, es que si no vamos a hacer un estudio conciente acerca de lo que los demás hacen, dicen, creen, sienten o experimentan, de nada nos serviría.
Busque personas que tengan más experiencias que usted
Es inevitable, conocer muchas personas que pueden estar si es posible mucho mas confundido que usted, la mayoría de las veces, encontraremos personas que no saben aconsejar, no saben ni tomar sus propias decisiones, otros tienen mas problemas que uno mismo, hay muchas personas que no tienen convicciones propias, hay cientos de personas que tienen personalidades extrañas y no saben controlar ni sus emociones, ni sus sentimientos, ni sus motivaciones personales, ni sus propósitos de vida, etc.
Cada una de estas situaciones, hacen que sea más imposible conseguir a quien consultarle las cosas, o más bien, si empezamos a consultar con toda la gente que conocemos nos confundiremos mas, y luego ya no lo queremos consultar con nadie más, algunos tendemos a cerrarnos y nos buscamos a nadie.
Pero, es necesario de que aprendamos a estudiar que personas pueden ser realmente útiles para pedirles ayuda:
- Profesionales,
- Pastores,
- Consejeros,
- Personas mayores (que tengan una vida modelo)
- Familiares confiables, etc.
Lo importante es que las personas a quien busquemos para que nos ayuden cumplan con ciertos requisitos:
~ Sepan dar un consejo sin herir,
~ Sepan aconsejar, pero no obliguen a hacer lo que aconsejen,
~ Sean personas que sepan escuchar bien antes de opinar,
~ Sean personas que no toman decisiones a la ligera,
~ Sean personas que estén dispuestas a ayudar de verdad,
~ Sean personas confiables, que sepan guardar lo que se les confiesa.
No tome una decisión hasta tener paz en ello
Sentir paz a la hora de tomar decisiones, es uno de los principales requisitos antes de tomar decisiones. Muchas veces las personas toman decisiones sin sentir paz, pero, las toman porque ya argumentaron lo suficiente para creer que de verdad esa es la decisión mas segura, pero la pregunta es ¿Sintió paz, cuando decidió tomar esa Opción?
Situaciones en las que la gente comúnmente toma decisiones "aparentemente las ideales, las correctas, pero no sintieron paz, y se dejaron llevar por su razonamiento, pero no por la vocecita que le decía:
~ ¿No lo tomes si no estas seguro!,
~ ¿Cuidado!
~ ¿Por qué no lo piensas mejor?
~ ¿Estás seguro de que eso es lo que debes hacer"
~ ¡Mejor asegúrate primero!, etc.
Muchas veces hay un pequeño sistema de alerta que se activa en nuestro interior, pero no le prestamos atención, y muchas veces las personas terminan tomando decisiones que a la larga le traen grandes consecuencias:
Ejemplos:
- Casarnos con la persona incorrecta,
- Hacernos amigos de alguien que no conocemos bien,
- Invertir un dinero en un negocio inestable,
- Hacer unos gastos excesivos,
- Divorciarnos,
- Montar una empresa equivocadamente,
- Serle infiel a la pareja, etc.
Autor:
Maria de los A. Pérez
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