Lo que no dijo: Es necesario señalar que existen tres grandes mitos que suelen ser falsamente atribuidos a Smith: primero, la política del dejar hacer, dejar pasar; segundo, la existencia de la mano invisible; y tercero, la defensa del capitalismo.
Laissez faire, laissez passer En Latinoamérica se dio la consigna a Smith, por parte de sus adversarios y sus partidarios coincidían en que la frase dejar hacer, dejar pasar demuestra que el fundador de la ciencia económica era radicalmente contrario a la regulación el Estado. En este punto ambos grupos adversarios y partidarios dejaban de coincidir y tenían cada uno sus propias conclusiones, aunque ambas estaban erradas.
La mano invisible Adam Smith escribe la siguiente frase:
Ninguno por lo general se propone originariamente promover el interés público…. Cuando prefiere la industria doméstica a la extranjera, sólo medita su propia seguridad, y cuando dirige la primera de forma que su producto sea el mayor valor posible, sólo piensa en su ganancia propia; pero en este y en muchos otros casos es conducido, como por una mano invisible, a promover un fin que nunca tuvo parte en su intención.
Lo que busca destacarse es la alternativa de que la mano invisible pueda modificar parte de la ganancia del comerciante y del productor en ganancias para el resto de la población
La defensa del capitalismo El capitalismo ha recibido diversos calificativos unos pintorescos y otros más complejos.
Pensamiento de Smith, el sistema económico gira alrededor de varios factores entre los que se incluye al capital como un factor más que deben compartir los ingresos y las ganancias, las cuales pasan a convertirse en las rentas, los fondos, los sueldos y los salarios del resto de los factores.
Adam Smith era un hombre muy pacifista que, desde luego, no lucho personalmente por la revolución francesa y se puede decir que jamás disparo una pistola. Pero si con sus escrituras peleo por los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que inspiraron la toma de la Bastilla y del Palacio de Versalles. Lo que dijo:
Adam Smith trascendió los límites del siglo en que vivió y de su nacionalidad. Aunque entre nosotros aun sea ignorado, su filosofía tiene plena vigencia para el desarrollo de la América Latina del Siglo XXI. Lo que dijo:
UN MUNDO GLOBALIZADO
Haciendo un resumen del libro de Adam Smith y traduciéndolo al lenguaje moderno se podría interpretar que Adam Smith afirma que las políticas del desarrollo económico en cualquier país deben tratar de alcanzar tres objetivos: una tasa de crecimiento del producto superior al crecimiento de la población; un adecuado índice de rentabilidad y estabilidad financiera; y, un reparto eficiente y equitativo del ingreso entre los diversos sectores de la población. Por lo tanto deberíamos buscar el camino del desarrollo de nuestro continente en esta obra pero surge una pregunta.
Transitando al siglo XXI Al finalizar la segunda guerra mundial empezó el fin de la era colonial. En el transcurso de cinco años, casi todas las colonias lograron liberarse, una vez liberadas esas colonias, reorientaron su actividad económica en función a su posición geográfica y geología en capacidad para cultivar y explotar de manera espontanea la mayoría de los productos, materias primas y minerales que se originaban en el suelo latinoamericano. Esta globalización de la oferta coloco a las ex-colonias y a Latinoamérica, frente a frente en la competencia por captar y conservar los mercados de consumo de los países industrializados. En esta guerra por capturar los mercados, solo existen dos armas la calidad y los precios. Pero tratándose de productos agrícolas la calidad es diversificada la única arma disponible es, la manipulación de los precios. Sin embargo, para poder participar en una guerra de precios el país que vende deberá aceptar menos dólares aunque entregue mayor cantidad de productos, para que un país pueda exportar el gobierno debe devaluar. Así el productor local obtendrá una cantidad mayor o igual a la moneda nacional aunque al país ingresen menos dólares.
Transitando al siglo XXI La gran aceptación que en Latinoamérica se dio, impulso a la mayoría de los países a tratar de captar por lo menos el beneficio que obtenía "el centro" instalando fábrica destinada a ensamblar productos que se importaban del mundo industrializado.
(Gp:) En América del Sur
(Gp:) Desde la perspectiva oficial, la inflación y el desempleo dejaban de ser dos indeseables imperfecciones del mercado para, a través del mecanismo de la curva, transmutarse en dos fenómenos mutuamente excluyentes pero ambos necesarios. La política económica consistía en mezclar un poco de inflación con un poco de desempleo, hasta obtener el coctel adecuado. La estanflación palabra que denota la existencia paralela de estancamiento con inflación, desnudo tres características más visibles del subdesarrollo: el creciente nivel de desempleo; el progresivo grado de inestabilidad y dependencia financiera; y la audaz concentración de la riqueza, agravada por la abierta desigualdad en la distribución del ingreso. Pero esas tres lacras tienen su antídoto en el crecimiento, la estabilidad y la equidad que son los tres pilares de la economía libre que propone Adam Smith.
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