Reconversión monetaria y ceros revolucionarios [caso Venezuela]
Enviado por Profesor Rodolfo Dasilva
- Algo de historia
- ¿Cómo comienza el asunto?
- La inflación
- Bondades que busca el gobierno con la medida
- El asunto del redondeo
- Impactos psicológicos buscados
- Banco Central de Venezuela
- Preguntas colaterales
- Medidas previas, necesarias y olvidadas
- Preguntas sobre algunos costos asociados
- Otros elementos a considerar
- Qué hacer con los bolívares actuales, luego de la reconversión
- Consideraciones especiales
Algo de historia
En la medida que la civilización vino avanzando, se buscó el problema de las mediciones. La numeración romana que imperaba en el extenso imperio romano, colapsaba. Apareció la numeración arábiga [creada en la India] para darle salida a la necesidad de cuentas "grandes". Para aquellos entonces, una cantidad grande era de miles. Una cantidad bastante grande, era llamada "miríada". De hecho, para estos tiempos no existía el "cero".
Con exactitud, no se sabe cuando apareció el "cero", pero los estudiosos de la materia, ubican la fecha después del siglo IV. Donde coinciden los autores, es que fue en la India, donde nace o inventa. Igualmente coinciden, que también era conocido en nuestras culturas precolombinas. Los hindúes lo llamaron "sunya" y los árabes le dieron el nombre de "céfer"; de allí vino el nombre de "cero" y de "cifra".
El matemático italiano, Leonardo Fibonacci (1170-1240), se echó encima la responsabilidad de popularizar el uso de la numeración arábiga en occidente. Su libro sobre el tema salió en 1202, siglo XIII. Lo que hoy nos parece tan común, no fue fácil; la numeración romana resistió por siglos a su desplazamiento. Bueno, hoy día, los números romanos, quedaron para los relojes y para designar los siglos.
La palabra "millón", no empieza a usarse comúnmente, sino en el siglo XVIII, aunque apareció por allá en el XIV. El comercio había tomado un impulso que obligaba a nuevas nomenclaturas de cuentas. Billones, trillones, millardos; vendrían con nuestra era, también de la mano del comercio. Pero nada de esto hubiese sido posible sin la aparición del CERO.
Ahora estamos en Venezuela, en un gobierno que persistentemente se autodefine como revolucionario y fiel a su demostrativa gestión, actúa de retroceso. En su más reciente intento de "avanzar" para atrás, ahora le eliminará ceros a nuestro signo monetario.
Si en tiempos atrás la introducción del cero fue necesaria por el desarrollo de la economía, hoy el gobierno rojo rojito, tiene que eliminar ceros porque no puede con las crecientes cifras arrastradas por la inflación. No han podido controlar este horrible flagelo, que hoy día ostenta la cifra más alta de Latinoamérica. Lo peor, que ahora baila un joropo acompañada por la escasez. La excusa: el malvado imperio.
El gobierno ha emprendido una reconversión monetaria contra golpe y porrazo. Hasta ahora han esgrimido dos grandes razones, sin mención alguna del afán revolucionario de cambiarle el nombre a lo ya establecido. Una de ellas es la facilidad de llevar las cuentas. Aceptable. El otro argumento para el cambio, está encaminado a controlar la inflación. No explican cómo, aunque todos sabemos que no es posible sin haber tomado serias medidas previas y sin formular disposiciones monetarias colaterales.
Pero lo cierto de todo esto, es que después de más de 120 años con el Bolívar, quién se hubiese imaginado, que iban a venir unos rojos rojitos a reconvertirlo.
¿Cómo comienza el asunto?
Una serie de variables se combinaron para la formación del nudo que le resulta gordiano al gobierno. Tratemos de enumerarlas.
• Los actuales gobernantes llegan al gobierno llenos de incompetencia, con grandes ingresos petroleros y excluyendo a todos los que difieran con su presunta doctrina.
• El gobierno toma el camino de gastar desmesuradamente, tanto internamente como externamente. El objetivo es comprar simpatías. Los daños colaterales causados por el gasto irresponsable, son secundarios para ellos. El gasto público se desborda.
• En virtud de lo anterior, se experimenta un aumento sustancial en la liquidez. Una excesiva oferta de dinero que supera con creces a la demanda de bienes y servicios. La liquidez hoy día [abril2007], supera los 115 billones de bolívares y sigue sumando. Según algunos seguidores de la materia, supera seis veces [otros aseguran que nueve] los bienes y servicios producidos en el país. Un diferencial bastante significativo. Esto ha llevado a la necesidad que el Banco Central de Venezuela, emita papeles para recoger liquidez. A decir en términos populares, el gobierno con la mano izquierda suelta dinero y con la derecha lo recoge, pero… endeudándose.
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