Equipamiento básico en un laboratorio de enfermedades infecciosas
Enviado por José Manuel Martínez Pérez
- Aparatos
- Barreras primarias
- Barreras secundarias
- Neveras, frigoríficos, microondas y autoclaves
- Bibliografía
Los equipos necesarios en el procesamiento de una muestra para estudio infeccioso son:
– Estufas
– Neveras
– Congeladores
– Centrífugas
De manera periódica debe controlarse la temperatura, la humedad y la presión de CO2 de cada estufa, nevera y congelador al inicio de la jornada de trabajo, mediante el uso de un termómetro situado permanentemente en el centro de cada equipo. Éste debe permitir la medida de la temperatura máxima y mínima alcanzadas. Se anotará en la hoja de registro la temperatura de cada aparato. De una manera genérica se sugieren los siguientes intervalos de aceptación:
Estufas
– estufas de 35-37°C se acepta una mínima superior o igual a 34°C y máxima inferior o igual a 37,5°C
– estufas de 42°C se aceptan variaciones entre 40-43°C
– estufas de 30°C se aceptan variaciones entre 28-32ºC Para las neveras el intervalo de tolerancia que se acepta es generalmente de 2-8°C, aunque puede variar en función de los reactivos que contengan.
Todos los termómetros utilizados en la medida de temperaturas de los aparatos se han de verificar mediante un termómetro de referencia calibrado. Se introducirá el termómetro utilizado para la medición de la temperatura y el termómetro calibrado en el equipo correspondiente (nevera, congelador o estufa) durante un mínimo de 15 minutos.
Existen sistemas automáticos para el control de la temperatura, humedad, presión de CO2, etc, que controlan de una manera permanente (en intervalos de 15-20 minutos) los anteriores parámetros con gran fiabilidad y que utilizan sondas de referencia verificadas por organismos certificados.
Centrífugas
Se recomienda:
Cuando se centrifugue material biológico potencialmente infeccioso deben utilizarse tubos cerrados; la centrífuga debe disponer de rotores o cestillos de seguridad que protejan al operador de los posibles aerosoles.
La rotura accidental de un tubo y su vertido en la cubeta representa una incidencia importante que debe ser comunicada inmediatamente al responsable, de forma que se proceda a la desinfección segura del aparato.
No se deben utilizar centrífugas antiguas que no posean sistema de cierre de seguridad, del que disponen todos los aparatos actuales, ni manipular éstas de forma que permitan su apertura mientras están en funcionamiento.
Si el laboratorio dispone de ultracentrífugas, el equilibrado cuidadoso del rotor es fundamental.
Dentro de este apartado, hay que puntualizar que su uso es distinto dependiendo de cómo sean las muestras. Así:
– Hay que centrifugar todos los líquidos de volumen superior a 1 ml a 2500 rpm durante 15 minutos.
– Centrifugar sangre a 3500 rpm durante 3-5 minutos para detección de antígenos y/o anticuerpos.
– Otras técnicas de concentración específicas: precipitación en etanol, ultracentrifugación selectiva, etc.
Incubadoras
Temperatura (varía según el tipo de cultivos, por ejemplo)
– La mayoría de los cultivos bacterianos se incuban a 35-37ºC.
– El aislamiento de Campylobacter spp. de heces requiere una temperatura de incubación de 42ºC.
– La mayoría de los cultivos para hongos se incuban a 30°C.
Atmósferas de incubación
– Aerobiosis.
– Atmósfera enriquecida con 5-7% de CO2.
– Atmósfera microaerofílica para el aislamiento de Campylobacter: 5% de O2, 10% CO2 y 85% de N2.
– Atmósfera de anaerobiosis.
Las barreras primarias son la primera línea de defensa cuando se manipulan materiales biológicos que puedan contener agentes patógenos. El ejemplo más claro de contención primaria lo constituyen las cabinas de seguridad biológica.
Cuando no es posible el aislamiento del foco de contaminación, la actuación va encaminada a la protección del trabajador mediante el empleo de prendas de protección personal. En la mayoría de las ocasiones se practica la combinación de ambos tipos de medidas, tal como puede ser el empleo de la cabina junto con guantes y mascarilla. Todo ello sin olvidar que la máxima contención del riesgo biológico sólo se da cuando, además, se emplean las técnicas de trabajo correctas unidas a un diseño del laboratorio.
Cabinas de Seguridad Biológica (CSB)
Son cámaras de circulación forzada que, según sus especificaciones y diseño, proporcionan diferentes niveles de protección. Son fundamentales en un Laboratorio de Infecciosas y se clasifican según el nivel y tipo de protección.
En principio es necesario distinguir entre las campanas de extracción de gases, las cabinas de flujo laminar y las cabinas de Seguridad Biológica.
La campana de gases (o vitrina extractora de gases) es un recinto ventilado que captura los humos y vapores procedentes de la manipulación de los productos químicos en el laboratorio. Si bien constituye un equipo muy útil en la contención del riesgo químico, no ofrece protección alguna frente a riesgos biológicos.
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