Descargar

El Sendero de la Mente al Cuerpo: Derrotero de dos vías

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

  1. Lecciones del Psicoanálisis Nunca Olvidadas
  2. Dismorfofobia o el Trastorno dismórfico corporal (TDC)
  3. El complejo de Tersites
  4. Detectan la Causa Neurológica del Trastorno Dismórfico Corporal
  5. El Trastorno de la Integridad Corporal o Body Integrity Identity Disorder (BIID)
  6. La neurociencia al rescate
  7. Ramificaciones éticas
  8. Bibliografía

Lecciones del Psicoanálisis Nunca Olvidadas

Cuando nos guiaba, en el arte de la terapia con niños, en Washington University Child Guidance Clinic, uno de nuestros supervisores y maestros, insistía en que "el cuerpo es una prolongación de la mente…"

Para muchos que proveníamos de la sección de psiquiatría general de la misma universidad, nos parecía totalmente absurdo que tal idea fuera posible, ya que "sabíamos" que "la mente es función del cerebro" — como nos lo habían inculcado.

Sin embargo, años más adelante, con los avances de las neurociencias y con las contribuciones de las mismas al entendimiento del psicoanálisis y del cerebro hemos descubierto muchas nociones inesperadas y de insospechado impacto, especialmente para nuestro entendimiento de las actividades de terapia y de los tantos trastornos psiquiátricos que, frecuentemente, toman cursos inesperados.

edu.red

La adaptación darvinista no les permite sufrir distorsiones de la imagen del cuerpo…

Veamos:

  • El elemento que forma la parte central de esta tesis es que durante el proceso del desarrollo humano, cambios ocurren que transforman la fisiología del cerebro de algunos pacientes y la de quienes los observan, a veces de maneras imprevisibles.

  • Que los trastornos hipocondríacos, histéricos, la pseudociesis (común en algunos vertebrados), los trastornos facticios, los trastornos de la imagen del cuerpo, las disorexias, las adicciones y otras aflicciones; no representan ninguna ventaja de adaptación biológica ni proporcionan a nuestros semejantes la felicidad — del modo como entendemos la última — a sus víctimas.

Así es como es…

En esta ponencia asimismo, haremos una revisión de dos condiciones que involucran distorsiones severas de la realidad, aunque los pacientes no sean psicóticos en el sentido estricto de la palabra, pero que se asocian con la automutilación, o con las distorsiones de la imagen corporal y cuya inclusión dentro de la nosología psiquiátrica, para muchos, es asunto controversial.

Comenzaremos con la Dismorfofobia o el Trastorno dismórfico corporal (TDC)

Este disturbio está incluido en DSM-IV-R como número 300.7

La dismorfofobia es un problema emocional que engendra una imagen distorsionada del cuerpo de quien lo padece. Se les diagnostica a aquellas personas que son extremadamente críticas de su físico o imagen corporal a pesar del hecho de no tener un defecto o deformación que lo justifique. Los que padecen de dismorfofobia frecuentemente evitan el contacto social e incluso aún mirarse en el espejo por miedo a ser rechazados por su fealdad — para ellos cierta.

edu.red

Soy feísima

O pudieran hacer lo contrario, mirarse excesivamente en el espejo para así poder criticar sus inexistentes defectos.

Los órganos principales de sus obsesiones son la piel, la faz, los genitales, los dientes, los senos, las nalgas, la presencia de arrugas y/o cicatrices, la asimetría del cuerpo, la vellosidad excesiva, los labios, y la nariz. Pero, cualquier órgano puede ser punto de referencia para ellos.

Los hombres se preocupan generalmente de los genitales, mientras que las mujeres suelen preocuparse más con su cara, pelo y pecho.

Esta preocupación causa un deterioro pronunciado en la vida cotidiana de quienes sufre el desorden, como por ejemplo, su funcionamiento en el trabajo, estudios, relaciones sociales y otras áreas importantes de la vida.

A veces la persona decide no aparecer en público e incluso evita ir a trabajar, o comportamientos extraños, como salir de casa sólo de noche para no ser vistos; o inclusivo no salir en absoluto, llegando al aislamiento total.

En casos extremos se han reportado intentos de suicidio. Mientras que muchos de entre ellos, suelen estar desempleados o presentan retraimiento en el trabajo, lo que los incapacita laboralmente.

Algunos rasgos de personalidad asociados con este síndrome, son la inseguridad, la híper-sensibilidad, la presencia de rasgos obsesivos, sufrir de mucha ansiedad, y la tendencia a ser narcisistas, o hipocondriacos.

Una reciente investigación realizada mediante la utilización de escaneos cerebrales, pone de manifiesto que el cerebro de estas personas es, en principio, estructuralmente normal, pero el problema es que funciona de modo anormal cuando procesa los detalles visuales — lo que aún no se ha confirmado, a pesar de lo que adelante leeremos.

edu.red

Soy gorda y fea…

Se estima que el 97 por ciento de los pacientes con TDC evitan las actividades sociales normales y ocupacionales.

Partes: 1, 2
Página siguiente