Maltrato intrafamiliar sobre adolescentes.
Enviado por Dra. Birsy Suárez Rivero
- Introducción.
- Marco teórico.
- La familia.
- El infante maltratado.
- La adolescencia.
- La violencia.
- Violencia intrafamiliar.
- La violencia familiar en Venezuela.
- Objetivos.
- Material y métodos.
- Definición de variables.
- Resultados.
- Discusión de los resultados.
- Conclusiones.
- Referencias bibliográficas.
- Anexos.
RESUMEN.
La violencia dentro del marco de la familia es frecuente y nuestro país no esta exento de ella. Se realizó un estudio descriptivo y transversal para conocer el comportamiento del maltrato intrafamiliar sobre adolescentes pertenecientes al consultorio de la manzana 4 de Lomas de Funval del municipio Valencia, durante el año 2007. El 74.0% de las adolescentes entre 15-19 años fueron maltratadas, de ellas el 48.1% son hijas de padres divorciados, con un nivel de escolaridad primario, categoría ocupacional obrero y proveniente de una familia extensa. Las discusiones en el hogar y la ingestión de bebidas alcohólicas fueron los factores generadores de violencia en el 96.1% y 80.5% respectivamente. Los golpes ligeros (88.3%) y la humillación verbal (73.4%) fueron las manifestaciones mas frecuentes de violencia contra los adolescentes. Debemos continuar trabajando en la educación de los padres en la etapa de la adolescencia para elevar su cultura y evitar así el maltrato infantil.
INTRODUCCIÓN.
El concepto de familia varía de acuerdo con el enfoque de quien lo emite. El Código de Familia Cubano expresa:
"La familia constituye una entidad en que están presentes e íntimamente entrelazados el interés social y el interés personal puesto que, en tanto célula elemental de la sociedad contribuye a su desarrollo y cumple importantes funciones en la formación de las nuevas generaciones y, en cuanto centro de las relaciones de la vida en común de mujer y hombre, entre estos y sus hijos y de todos con sus parientes, satisfacen intereses humanos afectivos y sociales de la persona" (1).
Cualquiera que sea su estructura, esta debe cumplir con las funciones que permitan a sus miembros satisfacer sus necesidades, desarrollarse y relacionarse con el mundo circundante.
La familia, como unidad social primaria, universal, debe ocupar una posición central para la comprensión de la salud y de la enfermedad. El primer ambiente social para todos los seres humanos es la familia, en consecuencia, es una institución sociocultural importante (2).
En la actualidad, la vida del cubano promedio esta enmarcada por entorpecedores problemas económicos. Áreas básicas como la alimentación, el transporte y los servicios en general exhiben limitaciones. Todo ello provoca insatisfacciones y estados de ánimo desfavorables para la convivencia sana.
A diferencia de otros momentos los rasgos emblemáticos del cubano: afabilidad, hospitalidad y solidaridad, se ven desplazados por la irritabilidad y/o agresividad (3). Estas características concebidas como circunstanciales se expresan en distintos escenarios, siendo la Familia uno de los contextos más afectados.
Se entiende por violencia intrafamiliar toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia, que viole el pleno desarrollo y bienestar del otro. Se dirige fundamentalmente hacia mujeres, los niños y los ancianos. Paradójicamente, el lugar donde se produce es habitualmente el hogar (4), La violencia dentro del marco de la familia aparece con mas frecuencia de lo que imaginamos (5). Estudios realizados indican que constituye uno de los rasgos más comunes de los hogares del Tercer Mundo (6-8). Si pensamos detenidamente esta realidad, esta justificada, pues, en buena medida por las relaciones intrafamiliares que reflejan las tensiones e insatisfacciones provocadas por un macroambiente hostil e infrahumano (las conductas agresivas sustituyen a los mecanismos y habilidades sociales).
Los distintos actos violentos se producen en varias direcciones: de hombres a mujeres, así como de adultos a infantes en tanto expresión de la falta de preparación de los padres para el cuidado y educación de sus hijos. Los niños se convierten en depositarios de la ignorancia, la irritabilidad, la impotencia y la insatisfacción de los mayores (9).
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