Dimensiones del desarrollo en la edad temprana y sus manifestaciones en el recién nacido

1. Resumen
2. Introducción
3. Desarrollo
4. Etapas del desarrollo prenatal
5. Signos de alarma durante el primer trimestre
7. Signos de alarma durante el tercer trimestre
8. Signos de alarma durante el cuarto trimestre
9. Conclusiones
10. Bibliografía

Resumen

El trabajo aborda las características fundamentales del desarrollo del niño durante el primer año de vida, fundamentalmente en cuanto a su actividad refleja primaria como principal reveladora del modo en que se da el desarrollo. Se especifican los principales tipos de reflejos innatos y su paulatino curso, las etapas del desarrollo prenatal así como los signos fundamentales que denotan un comportamiento atípico en los pequeños, que contribuya a efectuar un diagnóstico temprano y sobre todo un efectivo proceso de estimulación temprana. El material deviene en instrumento principal de consulta para el personal de educación, familiares y entes que de algún  modo tienen que ver con el desarrollo de los pequeños, toda vez que comprende una etapa en que el recién nacido no está directamente vinculado a las instituciones preescolares.

Abstract

This paper addresses the main characteristics of child development during the first year of life, principally on its basic activity reflexes as a revelation of the way in which development takes place. It specifies the main types of innate reflexes and gradual course, stages of prenatal development as well as signs denoting an atypical behavior in children, which contributes to make an early diagnosis and especially an effective process of early stimulation. The material becomes a main tool of consultation for educational staff, family and institutions that are somehow related to the development of childs, given that it includes a stage where the newborn is not directly linked to pre-school institutions

Introducción

El primer año  de vida es el período en el cual los cambios del niño(a) son los más acelerados de toda la vida, lo que hace prácticamente imposible una caracterización del año, y hace indispensable hacerlo en períodos más cortos que permitan conocer qué le está sucediendo en cada momento.

El desarrollo infantil tiene lugar a partir de una especial combinación entre lo social y lo individual, hecho que exige de una continua interacción entre estos factores para, a partir de ahí, suministrar  los recursos necesarios para la armonía y proporcionalidad de su  avance. Tal desarrollo no puede interpretarse como un acto de transmisión cultural, unidireccional, pues implica una interacción dialéctica entre lo social y lo individual, que desdibuja las fronteras en las manifestaciones externas de ambos factores.

Es así que el proceso de desarrollo  individual de cada  niño(a) tiene lugar a partir de diferentes etapas caracterizadas por diferentes manifestaciones a partir de la conversión de lo interpsíquico en intrapsíquico, para su expresión nuevamente en lo interpsíquico, con la asegurada unipersonalidad en las adquisiciones, las que van de lo social a lo individual.

En esa combinación, las adquisiciones del niño(a) se van dando aparentemente en dos direcciones: como crecimiento, cuando se refiere a " los cambios que pueden ser evaluados por parámetros como el peso, la talla (…)"[1]; como desarrollo, en relación con " aspectos funcionales y habilidades que no pueden ser cuantificadas"[2].

Según opinión de los autores, la dimensión del desarrollo es contentiva del crecimiento, pues en este se va dando su dinámica sin especificidad determinada de cuándo se está ante la presencia del crecimiento, toda vez que para que este ocurra es preciso que se combinen, lo biológico, como premisa del desarrollo y lo social como fuente del desarrollo.

En esta reflexión se fundamenta que el desarrollo " es un proceso de maduración física, psíquica y social y abarca todos los cambios cuantitativos y cualitativos de las propiedades congénitas y adquiridas".[3]

En su carácter dialéctico no consiste en la recepción pasiva de influencias del medio externo o la simple asimilación de conocimientos, sino " el cambio cualitativo de la actividad psíquica del hombre"[4]

Para que se produzca el cambio cualitativo es indispensable que se dé la interacción entre las premisas obtenidas como ser humano y el medio social en que deviene cada sujeto, solo a partir de cuya combinación tiene lugar el desarrollo ontogenético, que en el caso del recién nacido tiene sus peculiaridades,  dado el predominio de las manifestaciones de los factores biológicos en la etapa.

Desarrollo