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Introducción al Pensamiento Científico

Enviado por Sonia Carosella


Partes: 1, 2, 3

    1. Curiosidad y conocimiento

    Ejes temáticos de la unidad 1 y 2 de la materia Introducción al Pensamiento Científico, de UBA XXI

    UNIDAD 1

    Curiosidad y conocimiento

    1.  Relación entre la curiosidad y el conocimiento, curiosidad espontánea y curiosidad epistemológica, sabiduría popular y saber crítico. Respeto a la identidad cultural del educando.

    La curiosidad es el motor para la producción y construcción del conocimiento. Sin curiosidad no hay aprendizaje.

    Curiosidad espontánea: Es la que caracteriza al sentido común. El saber hecho de pura experiencia, que todos los seres humanos tenemos.

    En la medida que la curiosidad espontánea se intensifica y se vuelve cada vez más metódicamente rigurosa, se va transformando en curiosidad epistemológica (necesaria para alcanzar el conocimiento cabal del objeto). En realidad es la misma curiosidad que al volverse "crítica" se transforma en epistemológica, cambia de cualidad pero no de esencia.

    La curiosidad espontánea es propia de lo que se denomina "sabiduría popular", o sea, ese conocimiento ancestral que tienen, por ejemplo, los pueblos originarios de nuestro continente americano, transmitido de generación en generación durante siglos.

    La sabiduría popular se refiere a los saberes que todos tenemos por nuestra experiencia social como individuos. Freire destaca la importancia de aprovechar esta experiencia, relacionándola con los saberes.

    El saber crítico es el que nos permite reconocer nuestros condicionamientos y superarlos.

    El respeto por la identidad cultural de los alumnos, significa respetar la dimensión individual y de clase de los educandos. Recuperar la sabiduría popular propia de la identidad de los educandos.

    Entre el saber popular y el saber crítico no hay ruptura, sino continuidad. No hay que reprimir lo que el estudiante trae de su procedencia, de su ámbito cultural, sino que hay que elevarlo, someterlo a crítica, recuperar lo valioso que tiene, dejar de lado lo que no sirve e integrarlo en un nuevo saber epistemológico, o sea basado en la ciencia.

    2.  El conocimiento como un dato y el conocimiento como una construcción, carácter social e histórico de la producción de conocimientos.

    El conocimiento como un dato:

    Es algo ya dado. Se da en lo que Freire denomina "enseñanza bancaria", en la que el profesor deposita datos en el alumno, como si fuera un banco. Se transfiere el saber del educador hacia el alumno, sin crítica alguna.

    El conocimiento como una construcción:

    Para Freire enseñar no es transferir conocimientos como datos, sino crear las posibilidades de su producción o de su construcción. El conocimiento es una construcción compartida entre el docente y el alumno.

    El conocimiento es una construcción compartida entre docentes y estudiantes, y está social e históricamente situado. En un momento histórico y en una sociedad determinada construimos un conocimiento "verdadero". Pero va a ser un conocimiento verdadero social e históricamente situado, es decir que a futuro puede dejar de ser verdadero (porque cambia el momento histórico y la sociedad) Es importante tener la flexibilidad de cambiarlo, de lo contrario se cae en dogmatismos e ideologías mecanicistas.

    3.   Certezas dogmáticas y certezas social e históricamente situadas. El pensar acertadamente.

    Certezas dogmáticas:

    Son aquellas certezas indiscutibles, absolutas, definitivas, verdades absolutas para todos los tiempos y todos los lugares. Las certezas dogmáticas son propias de las ideologías mecanicistas (fatalismo neo-liberal y exitismo de "izquierda"), estas ideologías mantienen sus certezas a pesar de que el contexto histórico y social haya cambiado (por ejemplo: querer aplicar tal cual lo que dijo Marx en el siglo XIX para Europa, en América Latina del siglo XXI)

    Certezas social e históricamente situadas:

    Un conocimiento construido en común puede ser verdadero en un momento histórico dado y en una sociedad determinada. Pero en el futuro cambia el momento histórico y el tipo de sociedad, y esa misma certeza puede dejar de ser válida. Es importante tener la flexibilidad para cambiarla, y no caer en dogmatismos.

    El pensar acertadamente:

    Pensar acertadamente, significa tener certezas admitiendo la posibilidad de que se puede estar equivocado, y con disposición a replantear lo que se piensa. Freire plantea que el mejor modo de pensar acertadamente es rechazando las posiciones dogmáticas, en las que uno se crea el dueño de la verdad.

    Si nuestra propia experiencia de vida o el paso de la historia nos muestran que estábamos equivocados, hay que tener la flexibilidad de saber cambiar. Y en ese cambio es vital el diálogo con los otros.

    No es algo solo para "iluminados", el pensar acertadamente (que supera al ingenuo) tiene que ser producido por el mismo aprendiz en comunión con el profesor formador.

    El pensar acertadamente demanda coherencia entre lo que se dice y se piensa con lo que se hace.

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