En anterior escrito Jerónimo mencionó la intervención de la Iglesia en la vida de los mexicanos, calificando como "algo que deja mucho que desear" esa actuación a través de los años.
De inmediato hubo voces discordantes, voces que se elevaron para criticar esa calificación.
Jerónimo agradece infinitamente a todos los que opinaron aun y cuando la mayoría opinó en contra de esas consideraciones.
Jerónimo no pretende que todo mundo coincida con su opinión, y de hecho, le agrada que haya voces discordantes.
Su único objetivo, fue y es despertar el interés sobre el tema y quizá "provocar" la discusión, pero lo que para él es más importante es que se reflexione y opine sobre ello.
Jerónimo ha tratado de ser "objetivo", pero sabe que si algún tema es difícil y se presta a opiniones divergentes es el religioso o lo que tenga que ver con religión y quizá, no haya sido todo lo objetivo que debería y se haya inclinado hacia alguno de los dos polos opuestos que puede presentar cualquier tema que se ponga a discusión.
Históricamente podemos aprender que el tema religión es algo que ha provocado y mantenido guerras y enemistades en todos los países que han existido o existen.
Desde la Antigüedad y los tiempos más remotos, aún antes de la escritura, la tradición oral de las diferentes culturas y civilizaciones nos platican de la existencia de conflictos religiosos.
De hecho podríamos decir que desde que el ser humano habita este planeta ha habido conflictos religiosos, y que en ninguna época o periodo han estado ausentes de la convivencia entre los seres humanos.
Es de hacerse notar que la mayoría de las creencias religiosas ostentan o mantienen el principio absolutista de que esa creencia, esa religión es la única verdadera y el único camino para comunicarse con el ser supremo, llámese Dios, Alá, Yahvé, Ngai, Teotl, Ra, Atum o como quiera que se le denomine, lo cual en la opinión de Jerónimo es una exageración y no es congruente con la necesaria objetividad al tratar el tema.
Cuando menos para Jerónimo, una serie de creencias y prácticas determinadas no pueden ser el "único" camino para comunicarse con Dios.
Un punto importante que conviene no olvidar es que hay religiones monoteístas y religiones politeístas, esto es, algunas reconocen solo un Ser Supremo, otras tienen una serie de dioses diversos, aunque generalmente, hay una deidad mayor o principal.
Otro punto de importancia es que para los "creyentes" por regla general, la divinidad es un ser aparte, separado de los mortales, intangible, inmaterial y con una serie de características mas o menos compartidas por casi todas las "religiones".
También es extremadamente importante entender el concepto de religión, y aunque su origen latino expone la unión entre el ser humanos y la Divinidad, no siempre se ha interpretado en esa forma, e incluso ha habido quienes ponen en duda la existencia de Dios.
Por lo mismo, generalmente se entiende como religión el conjunto de creencias y prácticas asociadas de una comunidad en su comunicación con la Divinidad y en ese sentido es en el que Jerónimo lo utiliza y de ninguna manera incluye en ese concepto el concepto de "exclusividad".
En México, particularmente durante la Conquista Española, misioneros españoles introducen la religión católica y de una forma u otra podemos decir que actualmente la gran mayoría de los mexicanos son católicos, es decir, están "afiliados" a la religión católica y por lo mismo, al hablar de Iglesia, generalmente nos referimos a la Iglesia Católica y es sobre esta sobre la que se trata en este escrito.
Y desde aquí comienza la complejidad del asunto.
No todos los misioneros que llegaron con los Conquistadores, o poco después, supieron "introducir" la fe católica y en muchos casos fue "impuesta" a sangre y fuego, "a palos", y no por convencimiento ni con enseñanzas adecuadas lo cual habla en el sentido de que los indios "aprendieron" una religión "incompleta" o "viciada".
Sea como sea, la religión católica fue impuesta a los "indios" {eso está fuera de toda discusión, es un hecho registrado por la historia).
Algunos indígenas o "indios" encontraron una manera de aparentar su aceptación "escondiendo" prácticas y creencias anteriores de los conquistadores y los misioneros con lo que su catolicismo fue "diferente" al de los misioneros y conquistadores.
De esa manera, el cristianismo mexicano es un cristianismo muy "sui generis", una mezcla de creencias y de prácticas "paganas" entrelazadas con prácticas y creencias católicas, de una forma u otra, se produce una "amalgama" de creencias y de prácticas.
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