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Anorexia Nervosa Atípica: Un Concepto Crítico, Habitualmente Ignorado (página 2)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

Discusión

Nosotros hemos diagnosticado anorexia nervosa, precocísima (en una niña de tres años y medio), en varones de edad pre y pos pubescente, en personas de raza africana, japonesa, china y en aborígenes australianos. También en una niña que sufría del Síndrome de Down ("mongolismo") en una niña venezolana, india y analfabeta, en una muchacha ciega de nacimiento (¿cómo se explica aquí, el problema de la distorsión de la imagen del cuerpo?), en una señora de 72 años de edad, en un corredor sudafricano de maratones olímpicos, en parejas casadas (marido y mujer), en gemelos de sexos diferentes, en hermanas, en hermanos; en muchachas, habitantes del trópico que no perdían la menstruación, a pesar del extremo bajo peso y en un señor que perdió su peso luego de un accidente, logrando reducirlo de las 260 a las 145 lb y rehusando a comer "para siempre", como así lo expresara.

Hombre anoréxico…

Asimismo hemos encontrado la bulimia con su comportamiento purgativo caótico; no sólo en los grupos aceptados como típicos, sino que también se presenta en grupos muy sorprendentes: afectando mujeres que purgan sin haber comido, otras que pierden peso drásticamente, vomitando, durante la duración total de sus embarazos, y otras, cuyos dentistas les han recomendado, banalmente, mejor higiene oral para combatir las pérdidas crónicas y recurrentes del esmalte dental — tan frecuentemente asociadas con el vómito auto inducido. Como en algunos otros casos, que fueran referidos al dermatólogo, en los cuales la complexión de la tez parecía estar crónicamente manchada, debido al efecto del contenido químico de una de las substancias más comúnmente empleadas en la manufactura de purgantes. El tratamiento, a menudo prescrito fueron cremas para "mejorar la complexión del cutis". (Véase la segunda parte de esta lección).

Sumario y conclusiones

La anorexia y la bulimia nervosas no están circunscritas a ningún grupo en particular.

Los casos que no son típicos en su presentación no son extraordinarios.

El tratamiento procede mejor en manos de expertos.

La educación y el soporte siendo condiciones esenciales para la recuperación del paciente.

El grupo de soporte mutuo es un elemento valioso para sus tratamientos.

Bibliografía

Se suministra por solicitud.

Anexo

Ahora exploraremos un método muy popular que usan algunas pacientes con disorexias para perder de peso.

El abuso de los purgantes por personas que padecen de las disorexias (desórdenes del comer)

Dr. Félix E. F. Larocca

El lugar legítimo de los laxantes en el arsenal terapéutico de los médicos, muy frecuentemente es violado por el abuso de pacientes quienes temen ganar de peso.

Anoréxicas y bulímicas abusan de los diuréticos y especialmente, de los laxativos como la más común de las drogas a las que tienen acceso.

Este abuso consiste en la ingestión de dosis, muchas veces, por encima de las recomendadas por las compañías que los manufacturan.

Pacientes reportaron en un reciente estudio, que se concluyera en Norteamérica, que ellos podían gastarse, habitualmente, unos quinientos dólares mensuales en la compra de estas substancias. Otros pacientes, en el mismo estudio, reportaron que ellos, simplemente robaban los laxantes, de los estantes de establecimientos en los cuales los empleados estaban distraídos.

El problema de esta actividad reside en el hecho de que algunos laxantes contienen compuestos estimulantes que producen diarrea, de un tipo acuoso, muy rápidamente, dándole a los que los abusan una impresión equivocada de que están perdiendo de peso. Por esta razón, cuya ética moral es dudosa, algunos "expertos" en la pérdida del peso los recomiendan, además de diuréticos y de otras substancias las cuales son totalmente injustificadas.

De este "chocolate", de inocente aspecto, una paciente consumía 75 tabletas diarias

Pero hay complicaciones médicas de la mayor gravedad asociadas al uso de los purgantes, algunas de las más importantes aquí se discuten:

El estreñimiento: Los laxantes producen una función disminuida refleja del tracto colónico, resultando en el estreñimiento. Este estreñimiento se convierte en un problema psicológico cuando se trata de pararle el uso de los purgantes a las pacientes.

El Colon Catártico: Los pacientes que han usado laxantes de tipo estimulante por mucho tiempo, generalmente desarrollan disfunciones permanentes del colon, acompañadas de cambios radiográficos (a veces dramáticos en su apariencia) al igual que microscópicos en esta área del intestino grueso.

Melena: El pasaje de sangre con las heces fecales. Esta sangre puede que sea aparente al ojo desnudo o puede que sea microscópica.

Deshidratación: Algunos laxantes promueven la pérdida de líquidos, lo cual puede resultar en una condición conocida como el hipoaldosteronismo secundario. En esta condición, las cortezas de las glándulas suprarrenales secretan cantidades excesivas de la hormona aldosterona (la cual contribuye a la regulación de el balance de electrolitos del cuerpo) resultando en la aparición de edema (hinchazón) que, a veces, puede evolucionar a serias complicaciones.

Anormalidades de los electrolitos: La diarrea inducida por los laxantes incrementa el pasaje de electrolitos fecales; hipokalemia (la reducción del potasio sanguíneo), la acidosis y la muerte pueden ser el resultado final.

Trastornos cardíacos: También se han reportado, incluyendo arritmias, las cuales, pueden ser secundarias a la reducción del potasio.

Esteatorrea: La eliminación de grasa con las heces fecales.

La gastroenteropatía de la pérdida de proteínas: Una enfermedad del tracto digestivo.

La disfunción pancreática

La Osteomalacia: La pérdida de la consistencia (ablandamiento) de los huesos.

Fracturas patológicas: Fracturas óseas que ocurren sin impacto traumático alguno.

Hipo calcemia: La reducción del calcio sanguíneo.

La Hipomagnesemia: La reducción de magnesio sanguíneo.

Manchas de la piel: A veces menoscabando la apariencia del cutis normal.

Adición: Los laxantes a veces presentan un problema peculiar a muchas personas que desarrollan dependencias aditivas a sus efectos.

En el estado de California la venta de los purgantes ha sido limitada exclusivamente, a aquellas personas quienes los compran con recetas médicas legítimas.

Hurto de purgantes…

En resumen

El abuso y el mal uso de los laxantes constituyen un problema de proporciones serias para un segmento de la mayor importancia de nuestra sociedad.

Como hecho instructivo y paradójico es la realidad de que los purgantes no promueven la remoción física (y por las pacientes esperadas) de calorías que potencialmente pudiesen engordarlas; si no que tan solo remueven el producto final, residual e inerte del proceso de la digestión normal. Sin embargo, el reconocimiento de este hecho elocuente no bastó para que algunas personas, a quien conociéramos profesionalmente (médicas, dietistas y enfermeras) renunciaran a su uso. Tan grave, como problema, puede ser.

Caveat emptor: El uso de los laxantes NUNCA debe de iniciarse, a menos que éstos sean recomendados por profesionales competentes y con conocimientos profundos del problema de las disorexias.

Bibliografía

Se suministra por solicitud.

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

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