A pesar de todo, hallaste una, al final de tu vida. Y ésta te ha llevado, sin regreso, al otro lado. Es la Muerte. La última novia, la esposa macabra y definitiva.
Un día, ella vendrá por mí, y te alcanzaré. Y tendremos, quizás, el encuentro soñado, la oportunidad negada en esta vida, que seguramente será -en la otra- más afortunada para nuestro amor.
Adiós Adam.»
Descontexto – Un encuentro
(resumen)
N. del R.: Dudo la autenticidad del siguiente relato que forma parte de los papeles que me fueron entregados en cierta ocasión sobre el caso Adam y Jolie, pero es la única versión obtenida de cómo fue realmente la relación entre ambos y el desenlace trágico. Ello justifica tal título. Debido a extrañas circunstancias de tiempo y otras inconfesables, no me es posible llegar al fondo, reunir todas las piezas, hallar un hilo conductor. A pesar de todo, creo necesario darlo a conocer para que alguien, más versado, intente completar la tarea iniciada.
-Hola…
-Ah. Hola. Cómo andás.
-Y… aquí estoy. Como siempre. Y vos… ¿cómo estás…?
-Muy bien. Perdóname, está llegando mi novio… Chau.
-Pero… espera, ¿cuándo podríamos hablar…?
-Qué… ¿Y de qué vamos a hablar?
-Necesito hablarte, Jolie. Poner en claro algunas cosas y…
-Para mí está todo claro. Se terminó, Adam. Se terminó.
-Pero hay cosas que no dijimos. Tal vez no debió terminar así.
-Y qué esperabas. No funcionó. Está todo bien para mí. No hay nada que aclarar.
-Es que no entiendo… Te pedí perdón, te busqué. Hice lo que debía hacer.
-Yo también hice lo que debía hacer.
-Claro, es más fácil para ti. Yo todavía no lo puedo superar.
-Es tu problema, qué quieres que te diga.
-Bien… por lo menos dame una oportunidad de hacer mejor las cosas… de quedar bien contigo.
-Adam, las cosas son diferentes ahora. Tal vez siempre fue así. Lo nuestro fue casual y no debió pasar. Es mejor que cada uno siga su camino sin molestar al otro.
-No es fácil. Ahora que te veo… Este encuentro es lo único bueno que me ha pasado últimamente. Déjame invitarte algo y contarte todo lo que…
-Estás loco. Estoy esperando a alguien y…
-Jolie, por favor, no seas así conmigo. Mientras esperas que llegue, es sólo un café… ¿o tienes miedo?
-Miedo de qué.
-Seguramente lo quieres mucho y no te conviene hacerlo enojar… O provocarle celos.
-No. Te equivocas. Yo confío en él y él en mí.
-Entonces, cuál es el problema.
-Bien, vamos, pero no me aburras con detalles del pasado, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
…
-Mira, desde que te conozco siento que nuestras vidas se han cruzado varias veces en otro tiempo.
-¿Cómo dices..?
-Es como un sueño que tengo… o una pesadilla, donde nos encontramos una y otra vez y siempre termina igual.
-Otra vez el pasado.
-También el futuro. Siento que si no resolvemos esto en esta vida… seguirá repitiéndose. Volveremos a encontrarnos… A querernos. Y todo va a terminar mal si no hacemos algo ahora. Esa parte que se nos escapa es…
-Dejá que el tiempo lo decida, Adam, por Dios.
-No puedo, Jolie. Ya no quiero pasar por esto. Perdóname… Empecemos de nuevo. Yo aprendí algo. Ya entendí que no puedo ganar… Que no puedo salir adelante sin ti. Dame un beso…
-Adam… ¡Por favor, Adam…!
Jolie se levanta esquivando el beso.
-Me voy.
-Por favor, comprende, quédate un momento, te prometo que no lo intentaré otra vez.
-Me quedo, pero andáte vos.
Adam, afligido, se levanta, hace ademán de irse, mira hacia la puerta un momento. Después se queda un rato mirando a Jolie. Ella desvía la mirada hacia la ventana, enciende un cigarrillo intentando aparecer indiferente. Adam permanece parado hasta que por fin dice:
-¿Me das mi último deseo?
-Cuál es.
-Que compartas un cigarrillo conmigo.
-Pero si vos no fumás.
-Nunca es tarde. Qué más da. De algo hay que morir.
Jolie sonríe levemente, lo mira y dice:
-No tenés cara de fumador. De cualquier cosa vas a morir, menos por culpa de esto.
Jolie enciende otro cigarrillo con el suyo y se lo pasa a Adam.
-¿A ver…?
-A ver… mm… No está mal.
Adam sonríe y se sienta de nuevo frente a Jolie. Ambos se miran un instante entre el humo cómplice a través del cual las cosas empiezan a verse algo distintas, indefinidas, como en un sueño.
-Sabes, éste es el sueño en que…-
Y su voz se torna más suave, se acerca a Jolie y continúa diciéndole cosas. Los dos están por fin en sintonía. No prestan atención a nada más.
El ambiente se retira, va quedando atrás en la bruma azul, mientras ellos se internan en los gestos, las miradas, el roce de las manos, la secuencia mágica e infinita que conduce al beso más apasionado.
En ese momento alguien entra en la cafetería. Es el novio de Jolie. Busca el arma en el bolsillo. Se acerca y apunta a la sien de Adam.
Todo termina muy rápido. Los disparos y dos cuerpos en el suelo en el río de sangre.
…
Algún tiempo después, un testigo refiere la escena:
-Fue una ejecución… fue una ejecución: le disparó en la cabeza al muchacho y cayó muerto. La chica se tiró al suelo y abrazó al caído. Llorando le decía al otro "Qué hiciste, Dios mío, qué hiciste… Por qué…" El otro volvió a disparar y la chica quedó allí.
Todos estábamos paralizados. Entonces llegó el policía gritando "¡Suelte el arma…! ¡Al suelo, suelte el arma!" El tipo estaba asustado, se quedó allí clavado. No se movía, no soltaba el arma.
Llegó otro policía y entre los dos lo redujeron.
Cuando lo empujaban hacia afuera para meterlo en el coche patrulla, él no se quería ir… Él gritaba algo que no recuerdo.
Al día siguiente, no terminamos de sorprendernos cuando vimos el noticiero y uno de los polis tratando de explicar porqué disparó a quemarropa, que el tipo estaba como loco. Sí, el policía mató al homicida en el trayecto a la comisaría. El tiro le entró por el ojo izquierdo y salió por el otro lado, vaciando el cerebro sobre el respaldo del asiento de atrás. Sí, todos murieron. Una semana después el poli también fue asesinado. Muerte por encargo, dicen. Parece que fueron los parientes, o algo así. Otro caso sin resolver.
Autor:
Andy
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