Impacto de diferentes manejos en las propiedades químicas de un suelo pardo sialitico en agroecosistemas santiagueros
Enviado por Dr. C. Pedro Antonio Rodríguez Fernández
Resumen
Para el estudio se estableció un punto permanente de observación (1989), en suelo Pardo con Carbonatos, en Candonga, Palma Soriano, Santiago de Cuba. Las variantes evaluadas fueron: A: Bosque establecido por más de 50 años y sin tratamiento agrotécnico, B: Caña de azúcar cultivada durante 15 años y tratamiento agrotécnico, en secano y cosecha mecanizada y C: Pasto establecido por más de 25 años sin tratamiento agrotécnico. En cada variante se tomaron muestras de suelo anuales durante el periodo de 1989 – 2006. Las muestras se tomaron en forma de triangulo a una distancia de 45 cm aproximadamente un punto del otro, a las profundidades de 0-20, 20-40 y 40-60 cm.
Las evaluaciones mostraron un menor aporte de restos orgánicos, producto del cultivo intensivo, que explica el menor contenido orgánico, encontrado en los suelos con caña de azúcar , en comparación con el bosque y pasto vírgenes; la disminución del contenido de materia orgánica del suelo origina un notable decrecimiento del contenido de nitrógeno total ya que más de un 95% del mismo se encuentra en forma orgánica igualmente se observa mayor contenido de fósforo asimilable en las áreas cultivadas con caña, en relación al observado en el mismo suelo con otros cultivos. No puede establecerse categóricamente una influencia directa del cultivo en relación con la acidificación del suelo. El análisis estadísticos multivariado mostró agrupación con más de 70 % de los datos independientemente del tipo de suelo, en tres grupos bien definidos según sus condiciones en el orden de bosque, caña de azúcar y pasto.
Introducción
El tipo de cultivo y su manejo, incide en la intensidad con que se manifiesta el deterioro, la conservación o la elevación de la fertilidad del suelo. En los suelos con bosques establecidos, no sujetos a explotación industrial, una parte considerable de los nutrimentos substraídos del suelo por las plantas, son devueltos con los restos vegetales depuestos tras completar sus funciones vegetativas vitales (hojas, frutos, ramas troncos, etc.) pasando progresivamente a formar parte nuevamente del suelo, contribuyendo primero a su tenor orgánico y más tarde al mineral. Durante la vida del vegetal se inmovilizan nutrimentos tomados del suelo, pero estos quedan en el ecosistema y con el tiempo regresan al suelo, se establece un sistema cerrado, que alcanza determinado grado de estabilidad en la composición química y física del suelo. Los suelos con pastos, con animales habitando en los mismos, también participan del reciclaje de los nutrimentos absorbidos, aunque en ninguno de estos casos pueda evitarse en forma absoluta la pérdida de nutrimentos exportados del ecosistema.
Sin embargo, el cultivo industrial de la caña de azúcar exporta cada año, con sus tallos y parte de las hojas y cogollos, cantidades considerables de nutrimentos del suelo. Por esta via puede llegarse a perder, con cada t de tallos cosechados, alrededor de 1.5 kg de N, 0.5 de P2O5 y 1.8 de K2O (así, una cosecha de 50 t/ha de tallos puede llegar a exportar 75 kg de N, 25 de P2O5 y 90 de K2O). Claro está que los campos cultivados con caña de azúcar en Cuba reciben cada año nuevos aportes de nutrimentos con la fertilización, tendiéndose a mantener un adecuado balance entre las entradas y salidas del sistema.
Las labores culturales a las que anualmente se someten la caña de azúcar, puede contribuir a la más rápida mineralización de la materia orgánica de los suelos, con la consiguiente disminución de su contenido.
Existen otras importantes vías de pérdidas y retención de nutrimentos que pueden estar asociadas a las circunstancias del cultivo. El tipo de cultivo puede también contribuir en diferente grado a la estructura del suelo y con ello a la aireación del mismo, pudiendo existir puntos bajo condiciones anaerobias, causantes estas últimas de pérdidas de N por reducción. Los diferentes cultivos pueden también de manera diferenciada, contribuir a la retención de nutrimentos en el suelo, evitando o reduciendo las pérdidas por arrastre o lixiviación.
Así la capacidad productiva de los suelos puede ser afectada por un grupo de factores como las propiedades químicas, físicas y biológicas, y los procesos desarrollados en el mismo, lo que está estrechamente relacionado con la calidad de las prácticas agrícolas que se realicen.
El suelo en estado virgen alcanza y mantiene un equilibrio con el clima y la capa vegetal. Cuando el hombre desmonta los bosques y ara la tierra, se altera el equilibrio establecido, ocasionando deterioro en la estructura del suelo y su fertilidad en general, por lo que se reducen los rendimientos (Sanchelli, 1970).
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