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Absurdos en la biblia – partes 1,2,3 (página 2)

Enviado por Ing. Allan AAA


Partes: 1, 2

2 Samuel 24,1: Dios ordena hacer el censo a su pueblo: "Volvió a encenderse la ira de Dios contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Vé, haz un censo de Israel y de Judá". Sin embargo, en 1 Crónicas 21,1 es Satanás quien ordena que se realice el censo: "Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que se hiciese censo de Israel". nota: ¡Que barbaridad! Esta es una contradicción mayúscula [una súper contradicción]. ¿Quién realmente ordenó hacer aquél censo? ¿Fue Dios? ¿Fue Satanás? ¿Es razonable creer que dos autores «inspirados» no puedan distinguir una obra de Dios con una de Satanás? ¡Totalmente ilógico!

2 Samuel 24,10-15: David se arrepiente después que el pueblo ha sido censado: "Le remordió a David el corazón… He pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Dios, te ruego que quites el pecado de tu siervo"; entonces dios le permite a David elegir su castigo: "¿Qué quieres que te venga, tres años de gran hambre en tu país, tres meses de derrotas ante tus enemigos y que te persigan, o tres días de peste en tu tierra?… Y David eligió la peste para sí… Dios envió la peste a Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres". nota 1: ¡Que miserable! Si David era quien debía recibir castigo, el pueblo no tenía por qué pagar las consecuencias. Aquí no existe ninguna noción de justicia divina. ¿Por qué no simplemente castiga a David, o le perdona, y evita así el sufrimiento de tanta gente? Cuando el ángel de la muerte se dirige a Jerusalén, recién allí Dios: "se arrepintió de aquel mal" [2 Samuel 24,16]. Un «poquito» tarde, pues ya habían muerto miles de personas.

LA MONARQUÍA DE ISRAEL

2 Reyes 20,1-11: El rey Ezequías "cayó enfermo de muerte" y rezó a Dios rogando por su salud. Entonces, el profeta Isaías, le anuncia que serían añadidos 15 años más a su vida, y la señal se apreciaría en la sombra del reloj de sol: "Esta será la señal de Dios… ¿Quieres que la sombra avance diez grados o que retroceda diez grados? Ezequías dijo: Fácil es para la sombra avanzar diez grados, pero no que retroceda diez grados… Y Dios hizo retroceder la sombra diez grados sobre los grados que había recorrido". Isaías 38,5-9 también lo confirma: "He aquí yo haré volver la sombra por los grados que ha descendido con el sol, en el reloj de Acaz, diez grados atrás. Y volvió el sol diez grados atrás, por los cuales ya había descendido". nota: El relato es totalmente absurdo. El milagro descrito es imposible. Que la sombra del reloj retroceda diez grados, significaría que la rotación del planeta, a una velocidad de más de 1600 kilómetros por hora, además de detenerse, giraría en dirección contraria. ¿Es razonable admitir semejante estupidez? Es obvio que el autor no tiene idea de las leyes de la física, o del movimiento rotatorio de los planetas. Detenerse en seco y dar reversa a esa velocidad, causaría una catástrofe que destruiría toda la vida del planeta. El texto es meramente inventado, y se basa en la creencia [mitológica] de que es el sol el que se mueve alrededor de la Tierra. Pero esto no es así.

2 Reyes 22,8-17: Hilquías «encontró» en el templo el libro de la Ley, el cual se había «perdido»: "El sumo sacerdote Hilquías dijo al secretario Safán: He hallado en la Casa de Dios el libro de la Ley. Hilquías entregó el libro a Safán… Después Safán anunció al rey: El sacerdote Hilquías me ha entregado un libro. Y Safán lo leyó en presencia del rey… Cuando el rey oyó las palabras del libro de la Ley rasgó sus vestiduras… Id a consultar a Dios… acerca de las palabras de este libro que se ha encontrado, porque es grande la cólera de Dios… porque nuestros padres no escucharon las palabras de este libro haciendo lo que está escrito en él… Así habla Dios: Voy a traer el mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, según todas las palabras del libro que ha leído el rey de Judá, porque ellos me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses". Después de esto el rey Josías, furioso, ordenó destruir todos los templos y lugares paganos de Judá y Jerusalén [2 Reyes 23,4-20]. nota 1: Según el relato, el libro de la Ley estuvo abandonado en algún rincón del templo por quién sabe cuánto tiempo. Si la ley era «palabra de Dios», ¿lo normal no hubiese sido que la gente [sobre todo, los sacerdotes] la atesore como cosa sagrada? Pero parece ser que nadie la conocía ni le daba importancia antes del reinado de Josías. ¿Tiene lógica eso? ¿Dónde estuvo Dios todo ese tiempo como para permitir que extraviaran la ley que él dio a su pueblo? nota 2: La ira de Dios se enciende justo después de que encuentran la Ley. ¡Qué coincidencia! Parece que Dios no tenía poder ni podía actuar sin el amparo de lo que decía el libro.

Esdras 10:3,44: Los hebreos repudian familias enteras tan sólo por ser extranjeros: "Hagamos alianza con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme al consejo de mi señor y de los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios. Hágase según la Ley". A continuación se da un largo detalle que contiene los nombres de los implicados, los cuales "se habían casado con mujeres extranjeras, pero despidieron tanto a las mujeres como a sus hijos". nota: Esto es extremadamente separatista y racista. ¿Cómo puede concebirse que familias enteras deban separarse solamente por el hecho que sus cónyuges no poseen la misma nacionalidad? La arrogancia del «pueblo de Dios» alcanza niveles intolerables.

 

 

Autor:

Ing. Allan AAA

 

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