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Rehabilitación en las afecciones del aparato locomotor


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Preparación psicofísica de las embarazadas
  3. Locomotor
  4. La Cultura Física Terapéutica en las enfermedades metabólicas
  5. Desarrollo
  6. Deformidades de la columna vertebral
  7. Plan de ejercicios
  8. Enfermedades crónicas no trasmisibles
  9. Preparación psico física de las embarazadas
  10. Bibliografía

Rehabilitación de enfermedades crónicas no trasmisibles. Preparación psicofísica

para las embarazadas.

edu.red

Introducción

La Cultura Física Terapéutica consiste en la aplicación de ejercicios físicos con fines profilácticos y medicinales, con el objetivo de lograr un rápido restablecimiento de la salud, la capacidad de trabajo y prevenir las consecuencias de los procesos patológicos que puedan presentarse en los pacientes producto de la enfermedad que padecen, en el año 1982, comenzó su masificación por todo el país.

  • Áreas Terapéuticas de la Cultura Física.

  • Gimnasios Terapéuticos.

  • Salas de Rehabilitación.

En respuesta a la atención a personas con trastornos de salud:

  • La actividad fundamental de la Cultura Física General y Terapéutica – Profiláctica es la atención sistemática a todos los grupos poblacionales en un marco recreativo, cultural, preventivo y rehabilita torio con el fin de elevar su calidad de vida, tanto física como intelectual a través del conjunto de Los medios y las vías que se presentan para dar respuestas a estas necesidades que son:

  • Los programas para cada afección concebidos a partir de un enfoque médico pedagógico.

  • acciones diseñadas para estos efectos.

En el presente trabajo nos referiremos a cómo tratar a través del ejercicio físico las afecciones del aparato locomotor, las enfermedades crónicas no trasmisibles y preparación psicofísica de las embarazadas.

Preparación psicofísica de las embarazadas

Hace algunos años, hablar de embarazo era sinónimo de reposo absoluto, nada de esfuerzos ni ejercicios porque existía el temor que provocara una pérdida o daño en el bebé.

Actualmente se ha demostrado que más bien ejercitarse moderadamente puede ser un excelente aliado para el momento del parto.

Las mujeres sanas con embarazos normales deben hacer ejercicio al menos tres veces a la semana, con especial cuidado en realizar un calentamiento, un enfriamiento, y en beber líquidos en abundancia. Existen muchos programas de ejercicio prenatales. Los expertos aconsejan, en general, que al practicar el ejercicio, la futura madre no debe exceder un 70-75% de su frecuencia cardiaca máxima, o más de 150 latidos por minuto pero cualquier persona que no haya hecho ejercicio antes del embarazo debe consultar con su médico antes de hacerlo).

Todas las embarazadas deben evitar los ejercicios de gran impacto, con sacudidas y fuerte estrés, como el aeróbic, que pueden debilitar los músculos del suelo de la pelvis que aguantan el útero. Durante el ejercicio, las mujeres deben controlar su temperatura para evitar un sobrecalentamiento – un efecto secundario que puede dañar al feto. (Ninguna mujer embarazada debe utilizar saunas o baños de vapor, que pueden causar un daño fetal y aborto). La natación y los ejercicios aeróbicos en el agua son la mejor opción para la mayor parte de las embarazadas y tienen un efecto positivo en las mujeres que retienen líquidos. Los ejercicios en el agua no causan impactos, el sobrecalentamiento es improbable, y nadar boca abajo promueve el óptimo flujo sanguíneo al útero. Caminar es asimismo beneficioso. Para reforzar los músculos pélvicos, las mujeres deben realizar el ejercicio de Kegel al menos 6 veces al día, que consiste en una contracción de los músculos que rodean la vagina y la uretra durante 3 segundos en tandas de 12-15 repeticiones.

Durante muchos años la mujer embarazada fue considerada como una enferma y tratada como tal. La gestación era motivo más que suficiente para que guardara reposo físico y también sexual hasta tanto diera a luz; sin embargo, a principios del siglo xx, los especialistas en Obstetricia no tardaron en comprobar la certeza de la observación hecha por Aristóteles, quien expuso que las mujeres trabajadoras tenían partos más fáciles. Esto se asoció con la mayor actividad física a que estaban expuestas estas mujeres.

En nuestros días se han podido comprobar que atletas y bailarinas tienen partos más rápidos y menos complicados, así como la recuperación de la figura, también resulta más rápida que en el resto de las mujeres que llevan un modo de vida más sedentario. Las evidencias sugieren que el ejercicio físico debidamente dosificado resulta beneficioso para la madre y el feto, siempre y cuando no existan riesgos que puedan poner en peligro la integridad física y mental de ambos.

Locomotor

Fundamentación clínico-fisiológica del empleo de la Cultura Física Terapéutica en las afecciones de las articulaciones.

Partes: 1, 2
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