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Cáncer de Próstata (página 2)


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Tratamiento del fallo bioquímico: Después de la Radioterapia, el fallo bioquímico se define por la RTOG-ASTRO (Conferencia de Phoenix 2006) como una elevación del antígeno prostático de 2 ng/ml o más después de la resección total con o sin tratamiento hormonal concomitante o tres incrementos consecutivos en un intervalo mínimo de tres meses. También se considera fallo bioquímico cuando los pacientes muestran elevación del antígeno después de la cirugía (sobre 0.2 ng/ml). La introducción de la terapia hormonal, terapia de rescate local (cirugía o radioterapia) u observación clínica debe ser ofrecidos a los pacientes.

Quimioterapia: En pacientes con enfermedad metastásica refractaria al tratamiento, Se recomienda quimioterapia en pacientes con cáncer metastático refractario al tratamiento hormonal con docetaxel (75 mg/m2 cada 21 días) combinado con prednisona 5 mg dos veces al día. Los pacientes deberían continuar bloqueo androgénico e inicialmente presentar un índice de Karnofsky de al menos 60%. Antes de cada sesión de quimioterapia, los pacientes deben ser evaluados por el médico responsable con una monitorización de recuentos celulares en sangre, creatinina y enzimas hepáticas.

Seguimiento

Después de la Prostatectomía Radical o Radioterapia, el examen físico y el nivel de antígeno prostático cada 3 meses durante el primer año, para pasar a ser bianual a partir del segundo año. El bloqueo hormonal completo debe ser monitorizado con densitometría ósea cada 12 meses para valorar la osteoporosis durante el periodo de bloqueo (5).

Conclusiones

El cáncer de próstata representa el prototipo ideal del lento proceso de la carcinogénesis y la necesaria coexistencia de factores de riesgo constitucionales con los ambientales para desarrollar la enfermedad. El hecho de que sean necesarios múltiples factores determina que, cuando analizamos un factor aislado, obtenemos la mayoría de las veces resultados contradictorios o incrementos del riesgo sin signi?cado estadístico. El ejemplo más tangible lo vemos con la exposición al humo del tabaco, puesto que numerosos estudios publicados con resultados dispares precisarían realizar metaanálisis sobre una extensísima casuística de enfermos para poder determinar convincentemente su protagonismo causal.

Lo mismo sucede con la exposición profesional a pesticidas que, para obtener datos estadísticamente signi?cativos, han precisado grandes casuísticas. Aun con todo, únicamente su relación ha podido documentarse en los mayores de 50 años con antecedentes familiares de cáncer prostático. Todo varón debe tomar una decisión sobre si deben o no hacerse las pruebas de detección temprana para el cáncer de próstata. La decisión se debe tomar después de recibir la información con respecto a las incertidumbres, los riegos y los beneficios potenciales de las pruebas de detección. Para los hombres con riesgo promedio de cáncer de próstata y que se espera vivan al menos 10 años más, las pruebas de detección deben surgir cuando cumplan 50 años. Este proceso información debe comenzar a la edad de 45 años en los hombres que están en alto riesgo de cáncer de próstata.

Entre estos hombres se encuentran los de raza negra y aquéllos cuyos parientes de primer grado (padre, hermano, o hijo) recibieron un diagnóstico de cáncer de próstata a una edad temprana (menores de 65 años). Los hombres con un riesgo aún mayor (aquellos con más de un pariente de primer grado que ha tenido cáncer de próstata a una edad temprana) deben recibir esta información por parte del profesional de la salud que lo atiende al cumplir los 40 años de edad. Después de recibir esta información, aquellos hombres que quieran hacerse las pruebas de detección deben someterse a la prueba sanguínea del antígeno prostático específico. El examen digital del recto también se puede hacer como parte de las pruebas de detección. Si después de ser informado, el paciente no puede decidir si las pruebas son adecuadas para él, la decisión de usar las pruebas de detección puede tomarla el médico, quien debe tomar en cuenta las preferencias y los valores del paciente, así como su condición general de salud. Asumiendo que no se encuentra cáncer de próstata como resultado de las pruebas de detección, el periodo de tiempo entre futuras pruebas depende de los resultados de la prueba sanguínea del antígeno prostático.

Bibliografía

  • 1. American Cancer Society. Cancer Facts & Figures. Atlanta, Ga: American Cancer Society. 2012.

  • 2. Ferrís J, Berbel O, García J, López JA, Sobrino NE, Ortega JA. Factores de riesgo ambientales no dietéticos en el cáncer de próstata. Actas Urológicas Españolas. 2011; 1-7.

  • 3. Rey VG, Rubinstein E, Giudice C. Cáncer de Próstata. Separata Montpellier. 2010; (18): 5-25.

  • 4. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Tratamiento de Cáncer de Próstata. Guía de Práctica Clínica sobre Tratamiento de Cáncer de Próstata. Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud I+CS; 2008. Guías de Practica Clínica en el SNS: I+CS Nº 2006/02.

  • 5. Jones CU, Hunt D, Mc Gowan DG, Amin MB, Chetner MP, Bruner DW. Radiotherapy and Short-Term Androgen Deprivation for Localized Prostate Cancer. The New England Journal of Medicine. 2011; 365 (2): 107-118.

 

 

Autor:

Miguel Angel Narvaez Escobedo

Residente de segundo año en la especialidad de medicina familiar

INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL

edu.red

FECHA: 30 DE ABRIL DE 2012

Partes: 1, 2
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