Especies Leguminosas Forrajeras para Cortes en Suelos Arcillosos de Mal Drenaje (página 2)
MATERIALES Y MÉTODOS
El ensayo se realizó a 5 km al sur de la ciudad de Parral (36°11’ lat. Sur, 71°49’ long. Oeste y 174 m.s.n.m) VII Región, Chile, en un suelo arcilloso de mal drenaje serie Parral, Vertisol (Soil Survey Staff, 1994),. El análisis de suelo inicial, tomado a una profundidad de 20 cm indicó un pH 5,5; 10 mg kg-1 de N-NO3; 4 mg kg-1 de P.
El ensayo se estableció el 17 de octubre de 1995, sobre un suelo que provenía de una rotación arroz-pradera natural-avena invernal-maíz ensilaje-avena invernal, el cual presentaba una profundidad de más de 50 cm y 33% de arcilla en los primeros 25 cm. La siembra se realizó con una máquina sembradora de ensayos (Planet Junior, USA). Previo a la siembra el suelo fue subsolado, luego en la preparación de suelo se realizaron labores de rotura, cruza, rastrajes y nivelación.
La descripción de los distintos tratamientos se presentan en el Cuadro 1. Las dosis de semilla utilizadas en todos los tratamientos fueron: alfalfa 25 kg ha-1 con excepción del cv. Joya con el cual se utilizó una dosis de 30 kg ha-1; trébol rosado 15 kg ha-1, y lotera 12 kg ha-1. Las semillas se inocularon con el rizobio específico a razón de 10 g kg-1 de semilla. Se usó metil celulosa al 1% como adherente (1 L kg-1 de semilla). Con esta mezcla se humedecieron las semillas, después se cubrieron y peletizaron con carbonato de calcio.
Cuadro 1. Tratamientos, especie y cultivares evaluados en experimento en suelos arcillosos. Table 1. Treatments, species and cultivars evaluated in heavy clay soils experiment.
En la primera temporada (1995) se aplicaron 2000 kg ha-1 de cal (Soprocal) a los primeros cinco tratamientos, la que se incorporó en la última preparación de suelo. La dosis de P (150 ó 70 kg ha-1) se aplicó como super fosfato triple localizado en la línea de siembra. Todos los tratamientos recibieron una dosis de 100 kg ha-1 de sulfato de potasio aplicados al voleo después de la siembra. En la segunda temporada (1996), el 31 de diciembre se aplicaron 100 kg ha-1 de sulfato de potasio a todos los tratamientos. En la tercera temporada, en agosto de 1997, se aplicó la mitad de la dosis de siembra de P según los tratamientos, es decir, 75 ó 35 kg de P ha-1 según corresponda, además de 50 kg ha–1 de sulfato de K a todos los tratamientos. En la última temporada, en julio de 1998, se aplicó la misma cantidad de P y K que en la temporada anterior más 1 t cal ha-1. Los fertilizantes aplicados desde la segunda y hasta la cuarta temporada correspondieron a dosis de mantención.
El ensayo se regó durante todas las temporadas desde octubre a marzo con una frecuencia de 10 a 15 días. Además durante las cuatro temporadas se realizaron controles manuales de maleza. Se utilizó un diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones, en parcelas de 2 x 6 m (12 m2).
Evaluaciones
En la primera temporada sólo se pudieron realizar dos cortes al total del ensayo, debido a que se sembró en el mes de octubre, en un suelo excesivamente húmedo,. En las siguientes temporadas las evaluaciones se realizaron independientemente para cada especie, totalizándose cuatro en trébol rosado y lotera, y cinco en el caso de la alfalfa.
El material se cortó con una barra segadora de 1 m de ancho (Gravely Profesional 10, USA) a una altura de 10 cm, en una superficie de 5 m2.
La disponibilidad de forraje (kg MS ha-1) se evaluó cortando el material verde, el cual se pesó inmediatamente para obtener la producción de materia verde. Posteriormente las muestras se picaron y secaron en un horno de aire forzado a 65°C por 72 h, para determinar el porcentaje de MS.
En el segundo corte de la primera temporada se evaluó la composición química del forraje, determinando el contenido de proteína total por el método de Kjeldahl (AOAC, 1970); la energía metabolizable se estimó a partir de la fibra detergente ácido (Van Soest, 1963).
Los resultados obtenidos se sometieron a análisis de varianza. La comparación de medias entre tratamientos se realizó mediante el método de comparaciones múltiples de Duncan, con un nivel de significancia de 5%.
Por último, se evaluaron los costos de producción de forraje en suelo arrocero durante cuatro temporadas para alfalfa, trébol rosado y lotera. Se realizó el análisis final de suelo para pH y P.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Producción de forraje
Las interacciones entre las especies y temporadas o fechas de corte no fueron significativas. Durante la primera temporada se observaron diferencias significativas de producción entre las especies (P ≤ 0,05) (Cuadro 2). Los resultados de dos cortes en la primera temporada indicaron que el trébol rosado en cualquier modalidad de fertilización produjo los mismos resultados, sobre 5,5 t MS ha-1, observándose diferencias significativas (P ≤ 0,05) entre tratamientos. La alfalfa variedad WL-323 sin aplicación de cal obtuvo las menores producciones de forraje. La lotera no vio afectada su producción por la aplicación de cal, pero su producción fue estadísticamente menor con la mitad de la dosis de P. La alfalfa presentó una mayor respuesta a la fertilización, dado que los tratamientos sin cal presentaron las menores producciones. Según Soto (2000), la acidez del suelo es uno de los problemas básicos para el buen establecimiento y producción de la alfalfa; las variaciones de pH bajo 6,8 influyen negativamente en la producción de forraje de la alfalfa (Del Pozo, 1983).
Durante la segunda temporada, en condiciones de alta fertilización y encalado, la alfalfa produjo un 34 y 19% más de MS ha-1 que el trébol rosado y la lotera, respectivamente. Lo contrario se produjo con una fertilización media, sólo de P, en que el trébol rosado y la lotera produjeron un 45 y 71% más que la alfalfa, respectivamente, presentando ambos una buena producción bajo las mismas condiciones de fertilización.
En la tercera temporada, la alfalfa con fertilización completa y alto nivel de P presentó la misma producción que el trébol rosado en las mismas condiciones. La disminución en el rendimiento de la alfalfa se debió principalmente a la presencia de Phytophtora spp., que causó la muerte de un gran número de plantas, produciendo una reducción del rendimiento. La lotera en todos los niveles de fertilización superó las 6 t MS ha-1, siendo significativamente (P ≤ 0,05) superiores a los demás tratamientos.
En la cuarta temporada de evaluación, la lotera superó al resto de los tratamientos en todos los niveles de fertilización, demostrando que es la especie que mejor se adapta a estas condiciones de suelo. Los resultados obtenidos para trébol rosado fueron superiores a los señalados por González (1992) en este tipo de suelo, donde obtuvo producciones de 8 y hasta 9 t MS ha-1 en la primera y segunda temporada respectivamente.
Se observó que la alfalfa requiere una fertilización alta, al menos 150 kg ha-1 P2O5, 100 kg ha-1 K2O y sobre 2,5 ton cal ha-1 para lograr una buena producción en este tipo de suelos, lo que ha sido señalado por Soto (2000) para este cultivo en estas condiciones.
En el caso de la lotera, la aplicación de P al suelo en el nivel alto (150 kg P2O5 ha-1) en los cuatro años, no afectó los rendimientos de MS con respecto al nivel bajo de este elemento (70 kg P2O5). Ello coincide con datos obtenidos por otros autores en el extranjero, en que esta especie sólo muestran respuesta al P cuando éste se aplica en cantidades bajas (Russelle et al., 1991). Lo mismo sucede con otras especies menos eficientes en el uso del P, como la alfalfa, que por tener también un sistema radical profundo no muestran respuesta a este elemento en aplicaciones de superficie (Acuña et al., 1991).
El contenido de P y pH del suelo al final de experimento se indica en el Cuadro 3.
Valor nutritivo
En el Cuadro 4 se presentan los valores de algunos índices de calidad del forraje. La proteína presentó los valores más altos en el trébol rosado sin encalar y valores similares a la alfalfa con aplicación de cal, mientras que los menores valores los presentó la lotera, aunque algunos autores señalan que ésta puede alcanzar un 28% de proteína cuando está en estado vegetativo (Echeverría et al., 1986). Los valores de fibra detergente ácido (FDA) fueron variados, presentando los menores valores la alfalfa y los mayores la lotera similares a los encontrados por Acuña et al. (1997). La energía metabolizable presentó valores similares en todas las especies evaluadas.
Costos de fertilización
Los costos de fertilización fueron evaluados con una aplicación completa en el caso de la alfalfa, aplicando en la primera temporada 2 t ha-1 de cal Soprocal, 326 kg ha-1 de superfosfato triple y 100 kg ha-1 de sulfato de potasio; en la segunda y tercera temporadas la fertilización correspondió a 152 kg ha-1 de superfosfato triple y 50 kg ha-1 de sulfato de potasio. Trébol rosado y lotera recibieron una fertilización baja, la que correspondió en la primera temporada a 152 kg ha-1 de superfosfato triple y 100 kg ha-1 de sulfato de potasio, y en la segunda y terceras temporadas ésta fue de 76 kg ha-1 de superfosfato triple y 50 kg ha-1 de sulfato de potasio.
En la primera temporada de evaluación todas las especies recibieron dos cortes, que se efectuaron en los meses de enero y marzo. En las temporadas restantes, la alfalfa recibió cinco cortes que se realizaron durante los meses de noviembre, diciembre, enero, marzo y abril. En el caso de la lotera y trébol rosado, en las temporadas restantes recibieron cuatro cortes, en los meses de noviembre, enero, marzo y abril.
Durante la primera temporada, los costos de producción de forraje por kilogramo de MS fueron mayores en el caso de la alfalfa, que presentó un costo de producción de $103, mientras que en el caso del trébol y lotera estos valores fueron de $50 y $69, respectivamente (Cuadro 5). Los costos de producción durante la segunda temporada disminuyeron, dado que sólo existía un costo de mantención, alcanzando valores de entre $14 y 18 kg-1 MS en las tres especies evaluadas. A partir del tercer año la producción del trébol rosado comenzó a declinar, haciendo que su producción no fuera rentable. Lo mismo sucedió con la alfalfa a partir de la cuarta temporada de producción, mientras que para la lotera aún presentaba buen nivel de producción, lo que corrobora que es la especie que mejor se adapta a estas condiciones de suelo. Por otra parte, la lotera vió muy poco afectada su producción por la aplicación de P, por lo que no es posible lograr los resultados obtenidos en esta especie con ninguna otra forrajera perenne, y, por lo tanto, se puede producir forraje a costos inferiores a los de la alfalfa y trébol rosado.
CONCLUSIONES
En suelos de mal drenaje es posible la producción de alfalfa a un nivel aceptable, siempre que se considere la aplicación de cal y una cantidad adecuada de fósforo al establecimiento. El trébol rosado y la lotera mantienen una producción aceptable al ser establecidos con una dosis media de fósforo sin aplicar cal.
No se observó un efecto de la aplicación de P en la producción de MS de la lotera, en los cuatro años de evaluación.
Dados los altos costos en fertilización de alfalfa para obtener buenas producciones en este tipo de suelos y dado que el trébol rosado sólo es productivo durante dos temporadas, es más rentable el establecimiento de lotera en este tipo de suelos, produciendo forraje a costos inferiores a los de alfalfa y trébol rosado.
LITERATURA CITADA
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