Descargar

Algunos aportes de Mario Crocco a la neurobiología y psicofísica (página 2)

Enviado por T C


Partes: 1, 2

La semoviencia o causación semoviente, por consiguiente, no es sólo el denotado de un término teórico, referido a los demás organismos semovientes (los demás humanos… aquel cornúpeto… este can) así como al instrumento causativo-intencional que hizo posible el ajuste epistémico logrado durante la evolución biológica por esos organismos. Es mucho más que eso. La causación semoviente es ante todo un hecho bruto no inferencial, constitutivo tanto del observador describiente como de los observadores descriptos u observados — otros simismos: oquedades escotomizadas en la pseudounificación de la física que excluía las semoviencias sintientes. De tal modo, el crecimiento intelectual del observador, su desarrollo cognoscitivo, madurado como sistema equilibrable de esquemas coordinables de tipos de operaciones semovientes de tanteo de las cosas (à la Piaget, pero por su formación kantiana el muy observador Piaget no podía inferir la extramentalidad de la eficiencia causal), permite descubrir "the Cement of the Universe": las causas y efectos de esas cosas, por fuera de sus aspectos sensibles.

Y, porque a la semoviencia no se la halla sólo inductivamente en la repetición de los hechos de experiencia, en lo sermocinal la semoviencia justifica la inducción, sin circularidad. Legítimamente puede pasar, de unos cuantos casos a todos, quien comprende la causación eficiente que los genera; y no hace metafísica quien afirma que la fuerza es causa de cambio. No todo es teoría. Al brindar conocimiento de la causalidad en las cosas como la misma realidad que el agente observador pone en ejercicio (esta identidad es también el corazón de la "gran síntesis monista que acomoda una interpretación dualista" que, en los trabajos argentinos que nos ocupan, destacaba el ilustre pensador Helmut Wautischer, profesor de la universidad estatal de California y de la de Klagenfurt en Austria9) la semoviencia constituye el término medio o "cemento" lógico que vincula las alusiones lingüísticas en que se habla de algunos, con aquellas alusiones lingüísticas en las que se habla de todos. Por eso, y a pesar de la insistencia, machacona y marrullera, con que el pensamiento "único" aun en nuestros días clama imposible definir objetivamente a los psiquismos (de modo que habría que quedarse en la ambigüedad, y no brindar recursos para investigarlos a las ciencias objetivas, sino sólo a la palabrería de aquel pensamiento "único"…), Crocco aportó en 1971 el concepto y la definición objetiva de los psiquismos o existencialidades ("aquellas realidades que se transforman sólo sobre una selección de sus antecedentes respectivos, no necesariamente sobre todos ellos"), explicando cómo el conocerse evidenciado en esa selección permite a las agencias percipientes determinar conductas en ausencia de instrucciones definibles, es decir, transformar accidentes en oportunidades – limitación, esta, insuperable para máquinas de Turing.

EL PRESENTE TEXTO ES SOLO UNA SELECCION DEL TRABAJO ORIGINAL. PARA CONSULTAR LA MONOGRAFIA COMPLETA SELECCIONAR LA OPCION DESCARGAR DEL MENU SUPERIOR.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente