- Lo femenino en el cosmos
- El agua como elemento cosmogónico femenino
- La visión griega
- Lo sagrado de lo femenino y lo masculino y sus expresiones en el hombre y la sociedad
- Lo femenino y lo masculino en la conciencia
- Lo femenino y las religiones actuales
- La mujer, expresión de lo femenino
- Las funciones de la mujer
- Bibliografía
La feminidad ya no se puede limitar a la sensibilidad, la pasividad y la maternidad. Tenemos que volver a descubrir y a expresar su capacidad creadora y transformadora. Necesitamos un cambio de valores en ambos sexos, mediante la capacidad de integrar simultáneamente los opuestos, aparentemente excluyentes entre sí.
Aunque el concepto de "mujer" ha estado sujeto a interpretaciones históricas temporales, lo femenino ha transcendido más allá de los cambios de paradigmas como algo que permanece claro y preciso en el alma de los hombres desde la antigüedad.
La imagen de lo femenino en el Cosmos está presente en todas las culturas antiguas. Analicemos.
Si partimos hacia el extremo Oriente, China en particular, consideramos que desde la Época Feudal aparece la noción de TAO como "Padre-Madre del Universo". De la Gran Unidad proceden los dos reguladores, yin, lo femenino, y yang, lo masculino, cuya combinación al infinito crea todo el proceso del devenir.
Además, el Tao es el Gran Vacío de la Gran Matriz de todo lo que existe bajo al cielo. El Tao primordial es un "vacío lleno de potencialidades y de eficacia". Para la antigua cultura china, lo femenino es parte de los Orígenes sagrados, del inicio, del mundo celeste creador. La potencia creadora no es exclusivamente masculina, como para Occidente; en el Tao, la interacción yin-yang constituye la unidad primordial.
En Oriente, la concepción bramánica muestra una trilogía de lo sagrado a través de Brahma, Vishnu y Shiva, pero estos tres aspectos no existen solos, sino en unión a su contrapartida femenina, su shakti.
Correspondiendo a:
- Brahma Sarasvati Creadores
- Vishnu Lakshmi Conservadores
- Shiva Kali Destructores
Sarasvati: diosa de la Sabiduría, de la Música, de las Ciencias. Inspiradora de los Vedas. Renovación espiritual.
Lakshmi: diosa de la prosperidad, de la pureza, de la generosidad, la fortuna, la belleza.
Kali: diosa de la Danza Cósmica, los ciclos, y en consecuencia de la muerte.
Más allá de esta Trilogía sagrada, en India veneran a la Gran Madre, la Mahasarasvati o la Mahashakti, cuyas cualidades son: tranquilidad, compasión inagotable, energía, irresistible pasión, voluntad aplastante, belleza, armonía, ritmo, gracia cautivadora, conocimiento interno, trabajo cuidadoso, perfección tranquila y precisa en todas las cosas.
Lo que nos da igualmente una plasmación de "lo femenino" a través de estas virtudes.
Por su parte, Aditi, que significa "sin ataduras", es considerada la Madre de los dioses, una suerte de Rea griega. Es la fuente de todas las formas cósmicas de la conciencia.
EL AGUA COMO ELEMENTO COSMOGÓNICO FEMENINO
Todos los textos sagrados nos hablan de "las Aguas primordiales", y los científicos actuales también nos dicen que la vida comenzó en el mar. De las Aguas primordiales o caóticas emergen todas las cosas y en ella se sumerge para morir todo lo manifestado.
La tradición oriental cita a la diosa Io, conocida bajos nombres diferentes, y le hace afirmar: yo soy la que es, ha sido y será. Yo soy la Naturaleza, madre de todas las cosas, dueña de todos los elementos, origen y principio. Reina de los mares.
En el pensamiento primordial de los griegos, Eros y Logos son inseparables. El pensamiento, el Logos, sería estéril sin Eros, y éste sin el Logos no tendría ni dirección, ni forma, sería la atracción sin sentido o la loca pasión sin misión. Sin la presencia de lo femenino, el principio masculino queda herido y la calidad de vida se deteriora. Cuando lo femenino no es reconocido, no tiene lugar la renovación de la vida.
En la Cosmogonía griega, tal como la presenta Hesíodo, encontramos que el Eros primordial jugará un papel muy importante, pues es el elemento que despierta la vida en medio del caos por medio de la atracción y la repulsión, y permite que el Logos cree y dé nacimiento a la Tierra y al cielo y a los otros planos.
La presencia de las diosas en el Olimpo y sus cualidades infundieron en el pensamiento antiguo una veneración y respeto por lo femenino en todos los campos: Gea, Rea, Hera, Atenea, Afrodita, Deméter, Perséfone, Artemisa, por no nombrar sino las más conocidas, llenan todos los aspectos de lo femenino del Cosmos a la Tierra.
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