- Los Organismos vivos, como plagas
- El monocultivo
- Uso intensivo de plaguicidas
- Uso intensivo de fertilizantes
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Introducción
El hombre ha cambiado el ecosistema y lo ha transformado en un agroecosistema, en el que ha desarrollado un manejo inadecuado de los cultivos, manteniendo los monocultivo y la aplicación excesiva de productos químicos, motivando con ello la inestabilidad del ecosistema y el desarrollo de especies nocivas que afectan al sector agrícola, por lo que se puede decir, de acuerdos a estudios científicos realizados, que los ataques de insectos a los cultivos son los problemas de mayor ocurrencia en el mundo, seguida de las enfermedades causadas por agentes parasíticos
Anteriormente, se hablaba de control de plagas, entendiendo como plaga a todo aquel organismo que causa daño al desarrollo, sobrevivencia a las cultivadas o en su hábitat natural; sin embargo, se considera que las acciones realizadas deben tener como base la prevención y la detección temprana, la utilización eficiente y oportuna de tácticas disponibles y, el mínimo impacto sobre el medio ambiente, de tal forma que se pueda pensar en lo que se ha denominado Manejo Integrado de Plagas – MIP, aplicable a problemas entomológicos y de enfermedades que en un momento dado puedan potencialmente convertirse en plagas por la magnitud que alcanza su daño sobre los valores de interés en una inversión agroforestal. Un programa de manejo integrado, involucra las acciones disponibles, eficientes y oportunas, con un mínimo costo económico sin causar efecto nocivo al medio ambiente. El desarrollo de un programa MIP, implica el conocimiento de aspectos biológicos y ecológicos de la plaga, impacto económico, la factibilidad y el costo de su manejo.
El MIP consiste en mantener a niveles tolerables los agentes destructores, mediante el uso planificado de tácticas y estrategias preventivas, supresoras o reguladoras que sean ecológica y económicamente eficientes, además de socialmente aceptables. Estas acciones que se tomen deben estar completamente integradas en el proceso total de manejo del recurso, tanto en la planificación como en la operación (Coulson y Witter, 1991).
Los Organismos vivos, como plagas
La naturaleza en toda su componente esta habitada y conformada por seres vivos, los cuales han mantenido a través del tiempo su lugar en el ecosistema, sirviendo de manera natural como un factor equilibrante del mismo, al mantener su rol de propagador y consumidor de otras especies.
Se considera que un organismo se convierte o adquiere la categoría de plaga, cuando este organismo pasa su umbral ecológico, es decir se convierte en lo suficientemente numeroso para ocasionar daño significativo a un determinado cultivo. Por ello, es necesario recordar los valores sociales y económicos relacionados a un insecto con un ecosistema particular, puesto que éstos determinan si puede o no considerarse como plaga.
Las actividades relacionadas con el manejo de las plantas crean condiciones que aumentan la probabilidad de que los insectos fitófagos se conviertan en plagas. La estructura de las plantas (especie única, densidad uniforme, edad única, control de herbáceas, y la calidad de sitio deficiente, crea las condiciones para que en plantas debilitadas se inicien focos que luego se extenderán a todo el cultivo) y las perturbaciones que surgen como consecuencia de las prácticas de cultivo (calidad de las plantas que se llevan a campo y su manipulación durante la siembra, preparación de sitio, compactación de suelos, ocasionando erosión, pérdida de nutrientes), son factores que pueden evitar, predisponer o acentuar la acción de agentes dañinos.
Los conceptos del MIP están estrechamente ligados a relaciones fundamentales entre los insectos, las plantas hospedantes, características del sitio en el cual se cultiva la planta y las prácticas de manejo. La posibilidad de desarrollar un manejo integrado de determinada especie insectil, que se considere como plaga, estará directamente relacionada con el nivel de conocimiento de estos factores mencionados.
El monocultivo
El monocultivo es la asignación de un solo cultivo, sea agrícola o forestal a una gran extensión de terreno, en el cual se ignora la herencia de la biodiversidad, las prácticas asociadas a la rotación, el descanso de la tierra, sin permitir la recuperación de la fertilidad.
El monocultivo busca homogenizar un solo producto agrícola para acceder fácilmente a un mercado que le permita garantizar la venta y la recuperación del capital invertido (de bajo costo) con grandes ganancias económicas, satisfaciendo de esta manera al gran mercado del monopolio internacional.
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