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Por una neutralidad ética partidaria en la UASD (página 2)

Enviado por Tony Guti�rrez


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Pero, en el actual contexto de elecciones nacionales, en el que se polarizan las rivalidades entre el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicana, el Profesor Valerio parece ser que logró convencer a la Dirección partidaria para que "bajara líneas" a su militancia académica para que respaldaran a la Profesora Polanco, sin ella siquiera pertenecer a las filas de dicha organización partidaria. Nos parece un error y un ardid político de nuestro estratega universitario, nueva vez por el derrotero de la equivocación.

Son otros tiempos los que vivimos hoy en día en la Academia. Ha pasado la Guerra Fría en nuestra Universidad y las estadísticas demuestran que la mayoría de los académicos de nuestra institución no accionan ya a partir de "líneas" partidarias. En eso la academia ha madurado. Aunque de hecho, los partidos accionan, pero más bien como vectores que van perdiendo su incidencia en la Universidad. Y eso está bien. La presente reflexión la hacemos a propósito del apoyo a última hora que le ha dado la dirección peledeísta –encabezada por Ramón Valerio- a la profesora Emma Polanco, a quien le respaldan amplios sectores de la izquierda uasdiana, y que tantos dolores de cabezas le han producido al Presidente Leonel Fernández Reyna en las coyunturas de crisis universitarias.

Una institución política –de cualquier índole- es moderna cuando sus decisiones son tomadas de manera democrática. En nuestra Facultad de Artes, para citar un ejemplo, no se convocó a la militancia partidaria para tomar esa decisión. Ese organismo de orientación política ni siquiera existe en esa facultad. Y eso está bien. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo los partidos políticos deben dejar que la institución se desarrolle como lo que es: un centro de educación superior, de investigación; una institución buscadora de la verdad científica y forjadora de los líderes de la sociedad; defensora de los derechos civiles y de la democracia, abierta y participativa. Entonces, el partido político es un ente orgánico del equilibrio y la sensatez, si es que éste se precia de moderno y democrático.

El político en ese proceso debe propiciar y cuidar de que ese proceso no se vicie ni se distorsione. Quien no lo entienda así está desfasado de la presente coyuntura histórica universitaria.

Los partidos políticos, sin importar sus orientaciones ideológicas, tendrán que superar sus obsoletos métodos de acción, fundamentados en las decisiones autocráticas, en el utilitarismo, el inmediatismo, el mandonismo y el pragmatismo. Los académicos universitarios se merecen respeto y consideración. Parece que los universitarios han internalizado el significado de aquello de bajar las "líneas" partidarias, muchas veces alejadas de sus intereses académicos.

Tal vez creyeran, si las decisiones se construyeran desde abajo, con la participación de todos, en un proceso de discusión franca, sin ningún tipo de imposición, como naturalmente debe ser en cualquier entidad democrática. No hay que olvidar que los profesores de la UASD tienen como objeto de trabajo el conocimiento y la verdad científica; por lo que resulta muy difícil engañarlos.

Estas son reflexiones, a partir de nuestra experiencia en el accionar universitario. Las coyunturas demandan de precisiones teóricas y de acciones convincentes y sin traumas para el colectivo. Tarea pendiente: Toda la UASD debe de ser desmontada y rearmada nuevamente.

En la crítica coyuntura de la huelga patrocinada con mucho entusiasmo por el sector que respalda la actual candidatura de la profesora Emma Polanco en el mes de mayo del año 2006, escribimos lo siguiente:

"Ante el espanto de lo incierto, deberá promoverse un movimiento académico que sea la síntesis de todo lo aún salvable de nuestra Universidad. Hay que ir a la búsqueda de nuestra cohesión institucional. Hay que superar en la cotidianidad, definitivamente, los esquemas ideológicos de la década de los 70´s. Hay que entender, de una vez y por todas, que el mundo es otro después de los años 90´s del siglo XX. Que el Tercer Milenio ha llegado y a muchos les atrapó desprovistos de herramientas teóricas para releer los nuevos acontecimientos. Hay que aperturarse a los nuevos paradigmas y cuestionar todo lo que nos ató a un pasado lleno de errores".

Luego puntualizábamos:

"Hay que apresurar lecturas y reemprender nuevas acciones cargadas de nuevos sentidos epocales. La palabra clave del presente es debatir con profundidad, sinceridad, y sin apasionamiento; con humildad y democráticamente. Ha llegado el tiempo de permeabilizarnos con el espíritu humanitario de las nuevas propuestas que se debaten en el mundo de la Filosofía, las ciencias naturales, las ciencias sociales, la cultura, y hasta de las religiones. Y es que el mundo que nos ha tocado vivir en comunión con las novísimas generaciones precisa de nuevos sistemas de teorías para poder comprenderlo.

Hay que destruir los viejos paradigmas y todo tipo de dogmas que haya frenado el conocimiento de la verdad científica y el crecimiento humano. Hay que combatir la fragmentación, no solamente de la Universidad -que es parte de un todo que ya está bastante contaminado-, si no de nuestra sociedad dominicana. Porque el mal también está en lo micro y en lo macro; en la familia, en el barrio, en el colmado, en el sector privado, en toda la sociedad civil, en el Partido Político, en el Estado. La nueva situación es un ¡alerta! que debe movilizar a todos los seres sensibles de la sociedad dominicana."

Creemos que hay que dar pasos sólidos hacia ese gran objetivo académico. Sin solidaridad no hay crecimiento verdadero. El aglutinarse alrededor del Profesor Franklin García puede ser un primer gran paso. Pero siempre vale la pena el intento cuando el mismo es sincero y basado en reflexiones serenas y desapasionadas del interés personal.

Finalmente, el domingo 3 de febrero del año 2008 es una fecha histórica para los académicos que conforman la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Centenares de profesores de todas las banderías políticas, ideológicas y religiosas se congregaron, primeramente en el Paraninfo de Ciencias de la Salud, y luego en la Biblioteca Central Pedro Mir para respaldar al Profesor Franklin García Fermín en su candidatura la Rectoría de la UASD.

En dichos actos se dio cita un amplio sector de los peledeístas universitarios que respaldan a dicho profesor, encabezado por el Profesor Alejandro Pichardo, quien declinó su candidatura a Rector para apoyar a García Fermín, por considerarlo el más idóneo para dirigir los destinos de la Academia en el trienio 2008-2011.

Al no apoyar a la Profesora Emma Polanco, esos académicos no traicionan sus principios, ni la disciplina de su organización política, porque la UASD no es el Partido; como tampoco es el Estado. Estos significativos hechos son evidencias del proceso de transformación que viene verificándose en las conciencias de los integrantes de nuestra Universidad desde hace más de una década. Hoy la Universidad cambia como el río sus aguas. Hay quienes no lo perciben, pero hoy la UASD es otra… ¡Por suerte para la sociedad y la democracia dominicanas!

 

Por

Tony Gutiérrez

El Profesor Tony Gutiérrez forma parte del personal docente de la Escuela de Cine, TV y Fotografía de la Facultad de Artes de la UASD y miembro fundador del Partido de la Liberación Dominicana. Fue el primer presidente de la Asociación de Profesores de Artes y ex-miembro del Comité Ejecutivo de FAPROUASD.

Santo Domingo, D. N.,

3 de febrero de 2008.

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