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El mal de la humanidad

Enviado por Marcos Neumann Ruiz


Partes: 1, 2

  1. El mal
  2. San Agustín
  3. Razonamientos posteriores
  4. El siglo XX

edu.red

La fuente del conocimiento y el árbol del bien y del mal anuncian el pecado original

Respetuosamente y sin mayores pretensiones que, provocar la curiosidad y sembrar la duda en sus mentes, pongo a su consideración el siguiente escrito.

Ecuador a 08 de julio del 2010.

El mal

El problema del mal ha sido una preocupación central de los filósofos y de todas las grandes religiones. Algunas de las soluciones propuestas se han basado en negar o bien la existencia del mal o bien la de un Dios todopoderoso. En las enseñanzas hindúes, por ejemplo, el mal no tiene presencia real, y forma parte del mundo ilusorio de los fenómenos. En la antigua religión persa del zoroastrismo y la secta de Oriente Próximo conocida como maniqueísmo, el mal se atribuye a la existencia de una deidad perversa, contra la que tiene que luchar la deidad buena. En el Libro de Job, por otra parte, los que consolaron a Job ofrecieron explicaciones poco claras del inmerecido sufrimiento de éste, la demanda de una explicación es presentada como presuntuosa y el escritor bíblico sugiere que los caminos de Dios son insondables y están más allá del entendimiento humano.

San Agustín

Conforme la teología cristiana empezó a emerger en los siglos III y IV, el problema del mal se agravó porque el cristianismo estaba comprometido con la idea de la existencia de un Dios todopoderoso y benevolente, pero conocía al mismo tiempo la existencia cierta del mal. A finales del siglo IV san Agustín formuló una solución que ha tenido la mayor influencia en los pensadores cristianos posteriores. De joven, san Agustín había aceptado la teología dualista del maniqueísmo. La influencia del neoplatonismo le preparó para su conversión al cristianismo y su reconciliación teológica de la creencia cristiana en un Dios benevolente, creador de todo lo que existe, con la creciente presencia del mal en el mundo. Según san Agustín, el mal no fue creado por Dios, cuya obra es buena en un sentido absoluto. El mal es la privación o ausencia de lo bueno, de la misma forma que la oscuridad es la ausencia de la luz. Es posible, sin embargo, que algo creado bueno pierda parte de su bondad, que se vuelva corrupto, pues el mal se impone en silencio cuando las criaturas dotadas del libre albedrío —los ángeles, esos espíritus menores como los demonios, y los seres humanos— se alejan de las cosas buenas más elevadas o más completas, y eligen las menores o parciales. Además, según san Agustín lo que al principio parece ser malo puede resultar bueno en el contexto de la eternidad. Desde la perspectiva eterna de Dios, todo es bueno.

Razonamientos posteriores

Las ideas de san Agustín influyeron mucho a los teólogos católicos posteriores, como santo Tomás de Aquino y los teólogos protestantes de la Reforma, en especial a Juan Calvino. En el siglo XVII, el filósofo alemán Gottfried Wilhelm Leibniz afirmó que el poder de la creación de Dios se limitaba a mundos lógicamente posibles, y que el mal es una parte necesaria del "mejor de todos los mundos posibles".

El siglo XX

Las guerras a una escala sin precedentes en la historia y las persecuciones desencadenadas en el siglo XX socavaron la creencia secular en el progreso inevitable y confrontaron de nuevo a filósofos y teólogos con el problema del mal. En concreto, la cuestión de si el sufrimiento extremo puede ser justificado desde presupuestos teológicos se planteó con respecto al Holocausto. Algunos han especulado sobre la ausencia de Dios; otros han vuelto a retomar la idea del Libro de Job sobre el misterio de los caminos de Dios. El problema del mal ha vuelto así a ser una preocupación mayor en la teología contemporánea.

OBSERVACIONES

  • En algún momento la humanidad recibió normas para que pueda ser buena, justa y grata a los ojos de Dios.

  • Estas reglas o normas de conducta pudieron ser dictadas a los hombres por Maestros de la humanidad, las recibieron los hombres directamente de YAHVÈ, o bien pensadores, hombres preclaros se las inventaron, para poder los gobiernos (reinos) poner en orden la sociedad que dirigían.

  • Alianza (Biblia), teología del Antiguo Testamento, pacto entre Dios y sus fieles. El Éxodo 24, 7 relata que, Moisés tomó 'el código de la alianza y lo leyó en presencia del pueblo, el cual dijo: 'Obedeceremos y cumpliremos todo lo que ha dicho el Señor''.

El código de la alianza – Fragmento del Éxodo. Biblia de Jerusalén.

La justicia. Deberes con los enemigos.

23 1No levantes testimonio falso, ni ayudes al malvado dando testimonio injusto.

2No sigas a la mayoría para hacer el mal; ni te inclines en un proceso por la mayoría en contra de la justicia.

Partes: 1, 2
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