ESTADO DE LA NIÑEZ EN EL PERÚ: CIFRAS COMPARATIVAS Y RESULTADOS
En el Perú, nacen anualmente 628 mil niños, de los cuales, más de 20.000 mueren antes de cumplir el primer año de vida. La tasa de mortalidad infantil a nivel nacional es de 33 por cada mil nacidos vivos3, sin embargo, la realidad para muchas localidades de nuestro país es aún mucho más alarmante.
En Cusco, la cifra llega a 84 muertes por cada mil nacidos vivos y en Huancavelica y Apurímac a 714. En la India, la tasa de mortalidad infantil es de 67, en Cuba de 9 y en Chile 12 por cada mil nacidos vivos5.
Gráfico 1
Las principales causas de la mortalidad infantil están asociadas a enfermedades perinatales, infecciones respiratorias, accidentes, enfermedades congénitas, desnutrición, entre otras
Las condiciones de salud de la madre también están directamente relacionadas con los niveles de supervivencia de un recién nacido. Un mal estado nutricional de la madre, así como la baja cobertura de los servicios de salud afectan significativamente los indicadores.
Cabe señalar la importancia de esta correlación entre el estado de salud de la madre gestante y la tasa de mortalidad infantil, especialmente, porque en el Perú existen 270.000 madres gestantes que sufren de anemia por deficiencia de hierro, lo que representa altísimos riesgos de muerte materna por hemorragia y muerte infantil o perinatal. De estas 270.000 madres, 1200 mueren cada año durante el parto o el pospartoinmediato.
La tasa de mortalidad materna en nuestro país, de acuerdo con ENDES 2000, es de 185 por cada 100.000 nacidos vivos, sin embargo, la cifra ajustada por UNICEF, OMS y FNUAP supera las 410 por cada 100.000 nacidos vivos8.
En otros países de la región, como Chile por ejemplo, esta tasa llega a 31 muertes por cada 100.000 nacidos vivos y en Cuba a 339.
Gráfico 2
La muerte de una madre resulta sumamente grave por la situación de abandono en la que quedan los hijos y consiguiente deterioro del tejido social y familiar.
En cuanto al acceso a los servicios de salud, el Estado de la Niñez en el Perú, revela que si bien hay mejoras importantes en la atención de la salud de las madres gestantes, las cifras aún son bajas. En el año 2000, sólo el 60% de las madres gestantes tuvieron más de cuatro controles prenatales, cifra considerada mínima para un adecuado seguimiento del embarazo.
Además de los bajos índices de control prenatal, la desagregación de las cifras por regiones revela la existencia de una gran inequidad en el acceso a los servicios de salud.
En Lima Metropolitana, la cobertura es de 96,4%, mientras que en las zonas rurales sólo llega a 72%.
En los casos de gestación de madres sin educación, la inequidad es más marcada. Sólo el 58% de las mujeres sin educación tuvieron controles prenatales10.
Gráfico 3
Con respecto al lugar de atención del parto, la brecha entre las zonas rurales y las urbanas se hace mucho más evidente. En las zonas rurales, el 74,5% de los partos son atendidos en viviendas, mientras que en las zonas urbanas, el 43% de los partos fueron atendidos en un hospital del Ministerio de Salud.
Gráfico 4
Un niño que logra superar la mortalidad infantil, las dificultades de acceso a los servicios de salud para la atención de su nacimiento, la desnutrición de la madre, la deficiencia de hierro y la consecuente anemia de su madre, enfrenta luego de todo ello, una nueva dificultad para mantenerse con vida y a salvo: el crecimiento y desarrollo temprano durante los primeros 3 años de vida.
El crecimiento y desarrollo durante los primeros 3 años de vida de los niños constituye la base del capital humano. En el Perú, la capacidad para desarrollar capital humano se verá limitada a lo largo del tiempo mientras las cifras sigan mostrándonos como un país con el 25,4% de los niños menores de 5 años con desnutrición crónica o con tres de cada cuatro niños menores de dos años con anemia por deficiencia de micronutrientes11.
Gráfico 5
En este aspecto, varios países de la región tienen una situación mejor, colocándose en una situación más alentadora que la del Perú para impulsar procesos de desarrollo en el largo y mediano plazo.
Si la cifra nacional de desnutrición de los niños menores de 5 años se desagrega por departamento, los resultados para las ciudades más pobres (Huancavelica con 53,4% y Cusco con 43,2%)12 sólo pueden ser comparados con Afganistán (52%), Burundi (57%), Etiopía (52%), Nepal (51%) o Yemen (52%)13.
Gráfico 6
Es en estas condiciones en las que los niños peruanos deben enfrentarse luego a un sistema educativo pobre, no sólo en recursos, sino también en contenidos. El bajo rendimiento de los estudiantes no sólo es producto de un sistema educativo ineficiente, sino también de las pocas posibilidades que una niña peruana promedio tiene para aprovecharlo.
Como se mencionó en la introducción y a manera de ejemplo, la emergencia educativa no es sólo una consecuencia de un problema de recursos o de salarios para los maestros.
La verdadera emergencia radica en las limitaciones que los alumnos tendrán para aprovechar los contenidos que se les impartirá en las escuelas.
Esta problemática de la infancia se ha convertido en un complejo círculo que se repite de generación en generación y que requiere una especial atención. La atención urgente a la situación de la infancia puede ser el elemento clave que nos permita dejar de decir que en el Perú, de cada tres adolescentes, uno termina la escuela a los 17 años, uno tiene un retraso de por lo menos un año y el tercero abandonó la escuela.
Fuente:
Bibliografía:
UNICEF ? INEI, estado de la niñez en el Perú, Lima 2004
UNICEF, estado mundial de la infancia, 2004
ENDES 2000
Alberto Mendoza Moran
Realizado en la Ciudad de Lima ? Perú
Abril 2007
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