Apocalipsis 9,2-18: "Abrió el pozo del Abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo. De la humareda salieron langostas sobre la tierra… Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres… Se les dio poder, no para matarlos, sino para atormentarlos durante cinco meses. El tormento que producen es como el de la picadura del escorpión. En aquellos días, buscarán los hombres la muerte y no la encontrarán; desearán morir y la muerte huirá de ellos… El primer ¡Ay! ha pasado. Mira que detrás vienen todavía otros dos… Y fueron soltados los cuatro Ángeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de los hombres… Y fue exterminada la tercera parte de los hombres por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas". nota: El mismo Dios que supuestamente creó al mundo por «amor» [Juan 3,16] se comporta de modo tan irracional al punto de parecer que el sufrimiento humano no le importa.
Apocalipsis 14,9-11: "Si alguno adora a la Bestia y a su imagen… el también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo ni de día ni de noche". nota: La crueldad del Jesús apocalíptico es tal que, no sólo se encarga de castigar eternamente a sus adversarios, sino que además quiere contemplar por sí mismo a los castigados. ¡Una actitud bastante morbosa!
LOS ELEGIDOS
Apocalipsis 7,1-3: "Después de esto vi cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol… y clamó a gran voz a los cuatro… No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios". nota 1: La creencia de que los vientos se originan a partir de los cuatro puntos cardinales, es mitológica, no real; los vientos se producen por diferencias de presión atmosférica, atribuidas, sobre todo, a variaciones de temperatura. nota 2: La expresión del "ángel subiendo de donde sale el sol" indica el punto de vista erróneo acerca de que el sol se mueve alrededor de la Tierra [algunos pueblos primitivos incluso le representaban tirado por una carroza con caballos], pero esto no es así, sino todo lo contrario. Esta idea puede también encontrarse, por ejemplo en Eclesiastés 1,5: "Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir"; o en Isaías 13,13: "Por eso haré estremecer los cielos y la tierra se moverá de su sitio" donde se cita como un hecho que la Tierra es fija en su sitio. nota 3: Puede notarse una crueldad irónica por parte de Dios; primero pone a salvo a sus «siervos» y luego no le interesa lo que pueda pasar con los demás.
Apocalipsis 14,1-5: "He aquí el Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él 144.000, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre… Cantan un cántico nuevo delante del trono… Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes… Han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero… no tienen mancha". nota 1: Los «elegidos de Dios» necesariamente deben ser hombres «vírgenes». Aún asumiendo que el texto sea simbólico, el sexismo es evidente, pues las mujeres no cuentan como «elegidas». nota 2: La virginidad de los hombres es exaltada desconsideradamente y degrada la feminidad al punto de sugerir que cualquier varón que ha tenido relaciones sexuales con mujeres es alguien con «manchas». Según el contexto, ningún hombre de familia jamás podría aspirar a ser uno de los «elegidos».
LA BESTIA
Apocalipsis 12,9: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él"; Apocalipsis 13,7: "Y se le permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación". nota: Aunque se asuma que estos dos pasajes bien pudieran ser simbólicos, es incomprensible la razón de por qué el Dios «amoroso» abandona a su creación, permitiendo a Satanás actuar libremente. Parecería como si a Dios la seguridad de los humanos no le importaría en lo absoluto.
EL ARMAGEDÓN
Apocalipsis 16,13-21: En la guerra del Armagedón los humanos pelean contra Dios: "Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos… hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos en batalla aquel gran día del Dios Todopoderoso… Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón… Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo… y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande". La conclusión del Armagedón se halla en Apocalipsis 19,11-21: "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba… estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios… De su boca sale una espada aguda… Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta… Fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de la carne de ellos". nota: Aunque, evidentemente, la «visión» no es real, resulta bastante absurda ¿En qué cabeza se les ocurrió a los seres humanos enfrentar al «todopoderoso» Dios? ¿Creían acaso poder alcanzar la victoria?
DERROTA FINAL DE SATANÁS
Apocalipsis 20,1-3; 7-10: "Y vi un ángel que descendía del cielo… Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso encima los sellos, para que no seduzca más a las naciones hasta que se cumplan los mil años. Después de esto, es necesario que sea soltado por un poco de tiempo". Inexplicablemente, Dios decide liberar a su adversario: Cuando los mil años se cumplan Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones… a fin de reunirlos para la batalla; el número de ellos es como la arena de mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos" [Apocalipsis 20,7-10]. nota 1: Es de notar la absurda declaración del autor cuando indica que el ejército de Satanás "subió por la anchura de la tierra" para sitiar la Ciudad Santa [es una clarísima alusión a una Tierra plana]. Además se está dando a entender que la morada de los demonios se encuentra localizada en las profundidades de la Tierra; esta creencia es mitológica, no real. nota 2: Por muy simbólicas que sean estas «visiones», el contexto narrativo es inconsistente, además de absurdo. La rebelión y caída de Satanás lleva a plantear varias interrogantes. ¿Sería lógico que Satanás decida enfrentar a Dios, quien al ser «todopoderoso», «omnipotente», «supremo», etcétera, nunca podría ser superado? ¿Por qué Dios, teniendo al diablo encadenado, decidiría soltarlo? ¿Acaso le importan tan poco los seres humanos? ¿Pretendía acaso que Satanás se «divierta» un poco antes de su derrota final? ¿Si Satanás fuese realmente astuto [como se afirma que lo es], es que aquellos «mil años» de prisión no sirvieron en nada para cambiar su maldad? Nada de esto tiene sentido. Los argumentos bíblicos para explicarlo son endebles.
LA NUEVA JERUSALÉN
Apocalipsis 21,10-21: "Y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios… Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal… El material de su muro era jaspe; pero la ciudad era de oro puro… Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con piedras preciosas… jaspe… zafiro… ágata… esmeralda… ónice… cornalina… crisólito… berilo… topacio… crisopraso… jacinto… amatista… Las doce puertas eran doce perlas… Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como el cristal". nota: Un dios que haya creado el mundo [incluyendo las piedras preciosas], no tendría necesidad de cosas de valor material, pues tendría más bien un concepto de riqueza espiritual. En este sentido, es intrigante, las muchas referencias a gemas que hace el narrador de la «visión». ¿Por qué la «Ciudad Santa» necesariamente debe estar adornada con todo tipo de piedras preciosas? ¿Realmente significaba importancia para Dios que su ciudad tenga que estar cubierta con piedras preciosas? Cabe recordar que el hombre fue quien le dio un valor o riqueza a las cosas materiales. Evidentemente el autor del texto intentó demostrar lo que a su juicio debería ser una «ciudad de Dios», es decir, adornada con piedras preciosas de mucho valor.
Apocalipsis 22,13: "Yo soy el Alfa [?, a] y la Omega [O, ?], el principio y el fin, el primero y el último". nota: El autor atribuye estas palabras a un ángel enviado por Jesús, pero aparentemente fueron plagiadas de otras fuentes más antiguas. Por ejemplo, en Sais, Egipto, donde estaba el templo de la diosa Isis [cuyo culto se introdujo en el mundo helénico en 86 a.C.], en una de sus paredes tenía cincelado: "Yo soy el inicio y el fin, todo lo que ha sido lo que es y lo que será; y hasta ahora ningún mortal ha sido capaz de descubrir lo que está bajo mi velo". La similitud que hay entre estas dos frases que resulta sospechosamente notable.
Autor:
Ing. Allan AAA
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