- Introducción
- ¿Qué es un extintor?
- Historia
- Tipos de extintores
- Cómo fabricar un extintor casero
- Conclusión
- Referencias
Introducción
Un experimento es un método mediante el cual se trata de comprobar, confirmar o verificar una o varias suposiciones relacionadas con algo increíble, mediante la utilización y el estudio de la relación de las que probablemente son su causa.
¿Cuántas veces no han ocurrido incendios? Muchas y pueden ser en cualquier lugar: casa, oficina, escuelas, etc. Y ¿Cómo se puede apagar un incendio? Lo más común es el agua pero existe otro método, el extintor, sin embargo, hay quien no posee uno. A continuación les enseñare como hacer su propio extintor sin tener que invertir tanto dinero.
¿Qué es un extintor?
Es un artefacto que sirve para apagar fuegos. Consiste en un recipiente metálico (cilindro de acero) que contiene un agente extintor de incendios a presión, de modo que al abrir una válvula el agente sale por una boquilla situada en el extremo de una manguera que se debe dirigir a la base del fuego. Los hay de muchos tamaños y tipos, desde los muy pequeños, que suelen llevarse en los automóviles, hasta los grandes que van en un carrito con ruedas.
Historia
Los primeros extintores portátiles se inventaron a principios del siglo XIX y tenían en su interior botellas de cristal que al romperse liberaban un ácido. Este ácido al mezclarse con la solución de sosa del interior del extintor liberaba un gas que creaba la presión necesaria para expulsar el agente extintor por la manguera.
Otro tipo de extintores eran los extintores de agua activados por cartuchos. Este tipo de extintores de incendios se fabricaron a finales de los años 20.
El primer modelo de extintor lo invento el capitán George William Manby y era un dispositivo compuesto por cuatro cilindros metálicos. En tres de los cilindros se introducía agua sin llegar a llenarlos y el cuarto de los cilindros se llenaba con aire a presión. Todos los cilindros estaban comunicados entre si mediante válvulas y cuando se necesitaba el agua salía de los extintores a través de una manguera que servia para apuntar a la base del incendio. Este modelo de extintor de incendios fue patentado por William Manby en el año 1813 y seria más adelante, en el año 1905, cuando se sustituyo el agua de los extintores por bicarbonato sódico.
El problema de los extintores es que el portador se cansa rápidamente, por lo que su utilización debe hacerse aprovechándolo al máximo. Su tiempo en descarga continua es de 18 a 20 segundos. Se distinguen por los fuegos que son capaces de apagar: de origen eléctrico, originados por combustibles líquidos u originados por combustibles sólidos, lo que depende del agente extintor que contienen.
La mayoría de los extintores tienen un indicador de presión para saber cuando es necesario recargar el extintor ya que si la presión es demasiado baja el extintor de incendios podría no funcionar. Es necesario revisar los extintores cada cierto tiempo aunque no hayan sido utilizados.
Los incendios se clasifican en cuatro grupos: A, B, C y D, y la subclase K.
Clase A: incendios que implican madera, tejidos, goma, papel y algunos tipos de plástico.
Clase B: incendios que implican gasolina, aceites, pintura, gases y líquidos inflamables y lubricantes.
Clase C: incendios que implican prioridad vida humana y equipos energizados menores a 25 kW (uso eléctrico y domésticos) y cualquiera de los materiales de la clases A y B; pero no es recomendable por la cantidad de equipos necesarios aumentaría en 7 veces la cantidad de los equipos de agentes clase A (aguas y espumas) y B (agentes químicos) pero con la introducción de electrodomésticos, y cableado o cualquier otro objeto que recibe energía eléctrica en su sistemas en la vecindad del fuego presencia eminente del fuego o altas temperaturas en ellos.
Clase D: incendios que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio o el potasio u otros que pueden entrar en ignición cuando se reducen a limaduras muy finas.
Clase K: se refiere a los incendios que implican grandes cantidades de lubricantes o aceites. Aunque, por definición, la clase K es una subclase de la clase B, las características especiales de estos tipos de incendios se consideran lo suficientemente importantes para ser reconocidos en una clase aparte.
Tipos de extintores
Agua a presión: los extintores de agua bajo presión son diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de combustibles sólidos. Comúnmente se aplican en carpinterías, industrias de muebles, aserraderos, depósitos, hospitales, etc.
Agua pulverizada: los extintores de agua pulverizada son diseñados para proteger todas las áreas que contienen riesgos de combustibles sólidos de forma eficiente y segura.
Agua desmineralizada: los extintores de agua desmineralizada en algunos casos se usan para incendios químicos o riesgos bacteriológicos. Aplicaciones típicas son: servicios aéreos, edificios de departamentos, bancos museos oficinas, hospitales, centro de cómputos, industrias electrónicas, centro de telecomunicaciones, escuelas, supermercados, etc. No contamina el ambiente: no afecta la capa de ozono y no produce calentamiento global.
Agua y espuma: los extintores de agua con bajo presión son diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de combustibles sólidos y combustibles líquidos y gaseosos. Aplicaciones típicas: plantas de manufactura, gasolineras, almacenes comerciales, hoteles, hospitales, escuelas, talleres de pintura y mecánicos, áreas de calderas, industria química, petrolera, laboratorios, autotransporte de carga y de pasajeros. Actualmente son los de uso seguro ya que no contaminan el medio ambiente, y su contenido no daña a las personas ni a la fauna del lugar.
Dióxido de carbono (CO2): los extintores de dióxido de carbono son diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de combustibles líquidos y gases inflamables. Aplicaciones típicas: industrias, equipos eléctricos, viviendas, transporte, comercios, escuelas, aviación, garajes, etc.
Polvo químico universal: los extintores de polvo químico seco se utilizan para combatir combustibles sólidos, combustibles líquidos y gases inflamables. Su uso es de alto riesgo, el polvo químico es un eliminador de oxígeno y altamente corrosivo actualmente se utiliza en muchos lugares indebidamente. Se usaron en forma generalizada debido a que no se conocía otro sistema portátil de combatir el fuego.
Polvo químico seco: los extintores de polvo químico son diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de combustibles líquidos y gases inflamables. Sus aplicaciones típicas son en industrias, equipos eléctricos, viviendas, transporte, comercios, escuelas, aviación, garajes, etc.
Polvo químico: los extintores de polvo químico seco son diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de metales combustibles que incluye litio, sodio, aleaciones de sodio y potasio, magnesio y compuestos metálicos. Está cargado con polvo compuesto a base de borato de sodio. Al compuesto se lo trata para hacerlo resistente a la influencia de climas extremos por medio de agentes hidrófobos basados en silicona.
Cómo fabricar un extintor casero
Para ello necesitas los siguientes materiales:
Bicarbonato
Tapón de corcho de una botella de vino
Popote para beber
Servilletas de papel
Botella de agua pequeña (seca)
Vinagre
Un hilo de los que se utilizan para coser
Una barrena o un berbiquí
Este extintor sólo sirve para apagar una vela.
Paso 1. Agarramos una servilleta de papel y la abrimos del todo, de forma que quede cuadrada.
Echamos en ella 4 cucharaditas de bicarbonato en el centro y la cerramos por los extremos, en forma de bolsita, enrollándola con un hilo, tiene que quedar bien sujeto.
Paso 2. Tomamos la botella y echamos en ella 5 cucharadas de vinagre.
Paso 3. Agarramos un corcho y le hacemos un agujero con un berbiquí (taladro), traspasando todo el corcho, para que pueda entrar el popote. Si no se tiene un corcho, se puede utilizar el tapón de plástico de la botella tapando los huecos con plastilina.
Paso 4. Tomamos la bolsita de bicarbonato y la metemos en la botella de forma que cuelgue (con una parte del hilo fuera) y no toque con el vinagre; metemos el popote en el corcho y con esta tapamos la botella.
Paso 5. Por último, para saber si el experimento funciona, encendemos una vela. Tapamos con el dedo el popote sujetando la botella al mismo tiempo, mezclamos el bicarbonato con el vinagre y agitamos, sin destapar en popote. Quitamos el dedo y proyectamos el gas que sale de la botella sobre la vela que se apaga.
Conclusión
No es igual a un extintor de verdad pero haciendo experimentos sencillos se llega a crear nuevos objetos que pueden marcar la historia de la humanidad.
Referencias
http://www.wordreference.com/definicion/extintor
http://es.wikipedia.org/wiki/Extintor#Agentes_extintores_especiales
http://www.paritarios.cl/especial_extintores.htm
https://www.google.com.mx/imghp?hl=es-419&tab=ii
Autor
María Estela Valenzuela Morales