- Belleza con mayúscula, inmarcesible y única
- En mi alma el alma del paisaje
- Hierática soledad
- Tristezas cotidianas, fuente de la poesía!
- Curiosidad intelectual, madre de la sabiduría
- Incorpórea y tangible
"…Para ello tienes que hacerte universo
buscándolo dentro de ti. ¡ Adentro!…"
Miguel de Unamuno.
El tiempo con su poder depurador deja pasar por su filtro de años sólo las esencias, tratándose de María Villar Buceta es fundamental descubrir ¿cómo nos llega a los cubanos de hoy la obra de una mujer que hizo decir a Enrique José Varona"…Por primera vez me encuentro ante la poesía que surge de un corazón como borbota el agua de un manantial profundo…"apreciación muy querida por María, por considerarla la más cercana a la verdad y siempre se enjuició a si misma con desigual dureza. Asumimos el reto de"bucear" en lo más intimo de la obra de alguien que según aseguran los que la conocieron poseía una apariencia huraña y esquiva, tras la que se ocultaba un temperamento tierno y solidario. Carilda Oliver Labra, la musa matancera la define así:"…Remota, concentrada en algún paraíso de adentro, parecía hermética y distante. Sin embargo, nadie más atenta a socorrer al prójimo…"
Es por ello que se afirma que era poseedora de una personalidad absorbente, no obstante su ensimismamiento, su grandeza residía en su sencillez, la modestia signó su vida, he ahí donde radica su gran mérito: en su desprendimiento, humildad, sin necesidad de reconocimientos ni estridentismos y agasajos petulantes e inútiles, tan propicios al alma femenina.
María perteneció a la nueva generación lírica denominada"los nuevos" que vendrían a quedar encerrada en "diez años puentes" como le llamaron a este período (1918-1928). Tallet lo resumiría en uno de sus versos "soy de la raza de los hombres puentes", son hombres de transición no sólo en la poesía sino en la historia .Fue también la"Década Crítica" según Marinello, enumeremos solamente algunos sucesos para apreciar la justeza de la denominación: Protesta de los Trece, Movimiento de Veteranos y Patriotas, Congreso de Estudiantes, Reforma Universitaria, fundación del Partido Comunista, y la Universidad Popular "José Martí".
En el ámbito de la poesía, en sentido general fue una etapa de tanteo, de búsqueda, caracterizada por falta de orientación definida, coherencia y unidad. La verdadera novedad en este grupo de intelectuales (Rubén Martínez Villena, Juan Marinello, Enrique Serpa, Emilio Roig de Leuchsenring, Alejo Carpentier, Félix Lizaso, Eduardo Abela, José Zacarías Tallet, Fernando Ortiz, José Antonio Fernández de Castro, María Villar Buceta y otros) estriba en que son los intérpretes de una época, producto de la decadencia cubana, según Helio Orovio tuvieron "…como centro emocional el desencanto, por raíz temática lo cotidiano y por marco estilístico lo antilírico…" Las obras de esta etapa aparecen transidas de la defraudación y escepticismo de sus autores, así como de un inmanente dramatismo, que constituye algo que los caracteriza, a pesar de ello en todos los casos son registrados matices originalísimos, un toque personal o sello, que distingue a uno de otro, pensemos en Rubén, figura cumbre del grupo que con sus versos definitorios de su "Mensaje Lírico Civil" le concedió un carácter inconfundiblemente nacional a su poesía o en un Tallet, quien abrió las puertas al léxico popular, al choteo, al "lirismo chavacano" como él mismo lo definió y en la misma María que constituyó"… toda una revelación, con un profundo y amargo sentido del humorismo y un sutil manejo de la ironía…".
Muchas valoraciones se han hecho de estos intelectuales, fundamentalmente del Grupo Minorista,"…que fue el portavoz, la tribuna y el índice de la mayoría del pueblo…" según la declaración de los mismos,"…que ejerció antes que un ministerio de arte, una función de higiene pública(palabras de María)
Acerca de si la actividad política los alejó de su quehacer literario, creemos que si bien no fue un asunto de escoger, la actitud que prevaleció fue de la de poner su arte en un segundo plano, todos al igual que Rubén pusieron en primer plano a su Patria, urgía más el otro deber, fueron años convulsos, intensos, quizás la época donde los intelectuales cubanos tuvieron mayor protagonismo en la vida política del país, al igual que otros estos hombres amaron intensamente a Cuba, estaban fatigados de palabras, del "heroísmo silencioso" y al igual que José Martí pensaron que "…el único modo de ser poeta de la patria oprimida es ser soldado…"
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