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Análisis del diálogo "Ion o de la Poesía", de Platón


Partes: 1, 2, 3

    1. Introducción

      INTRODUCCIÓN

    Ion (o Sobre la Ilíada) es un diálogo de Platón, perteneciente a la serie llamada "Primeros diálogos", escritos en la época en que el autor era aún joven. La fecha exacta permanece, sin embargo, incierta. Según algunos detalles presentes en el texto, especialmente acerca de la dominación de los atenienses sobre éfeso o del nombre de algunos generales extranjeros reclutados por Atenas.

    Con sus personajes:

    Sócrates

    Ion: Es un rapsoda, es decir, un artista que va de ciudad en ciudad recitando poemas épicos a la población. Es originario de la ciudad de éfeso, que en ese entonces se encontraba bajo dominación ateniense. Ion acaba de ganar el premio de la recitación en los juegos de Epidauro por su excelente conocimiento de Homero y extrae de ello una vanidad inconmensurable, que Sócrates va a demoler progresivamente. Este personaje, fuera de su aparición en el diálogo de Platón que lleva su nombre, nos es totalmente desconocido: puede haber realmente existido, o bien puede haber nacido de la imaginación de Platón con el fin de caricaturizar al conjunto de los rapsodas.

    Ion trata sobre la poesía y se interroga más específicamente sobre la naturaleza de la fuente de donde los poetas sacan su talento. ¿Es la poesía un arte o es solo una cuestión de inspiración?

    El ION O DE LA POESÍA, es un diálogo escrito por Platón, que trata acerca de dos personajes: Ion y Sócrates.

    Ion era un rapsoda, que entre los griegos, eran los primeros depositarios de las obras de grandes poetas Hesiodo, Homero, Arquiloco y miraba como una profesión formal el popularizar sus versos. Es decir, un artista que va de ciudad en ciudad recitando poemas épicos a la población. Ion era de éfeso, e Ion acababa de llegar de los juegos de Epidauro, acababa de ganar el premio de la recitación por su excelente conocimiento de Homero.

    Sócrates, se había sentido admirado y hasta llego a sentir algo de envidia por los rapsodistas, a causa de su profesión. Por las ventajas que tenían y que podían ricamente utilizar  vestidos de los más espléndidos, y al mismo tiempo el hacia un estudio continuo de una multitud de excelentes poetas, principalmente de Homero, el más grande y más divino de todos, y no sólo aprender los versos, sino también penetrar su sentido. Porque él decía que jamás será buen rapsodista el que no tenga conocimiento de las palabras del poeta, puesto que para los que le escuchan, es el intérprete del pensamiento de aquél; función que le es imposible desempeñar, si no sabe lo que el poeta ha querido decir.

    Sócrates Intenta explicarle a Ion de que un magnifico es aquel que puede saber más acerca de diferentes poetas a la vez y llenarse de conocimientos sobre ellos, que todos pueden hablar de lo mismo mas sin embargo no se puede diferencial porque todos hacen referencia a lo mismo.

    También relatan que Hesiodo, Homero, Arquiloco y que Homero hablaba bien y los otros menos bien. Pero Ion estaba apasionado por fastuosidad de homero como poeta y por esta razón cuando se le hablaba de otro poeta él sentía el deseo como de dormir al contrario cuando se le hablaba de Homero, el despertaba en seguida y prestaba la mayor atención y todas las ideas se le presentaban intensamente.  

    Mas Sócrates le corregía he decía que no está difícil, adivinar la razón. Y que era evidente, que Ion era capaz de hablar sobre Homero, ni por el arte, ni por la ciencia. Porque si pudieses hablar por el arte, estarías en estado de hacer lo mismo respecto todos los demás poetas. En efecto, la poesía es un solo y mismo arte, que se llama poética.

    Mas le preguntaba: ¿No es cierto, que cuando se abraza un arte en toda su extensión, una misma crítica sirve para juzgar de todas las demás artes?

    Mas Sócrates le hacía referencia a Ion que la pintura en su conjunto no es un solo y mismo arte, y que no había gran numero de pintores buenos y malos.

    Y Sócrates le seguía preguntando a Ion, ¿Has visto tú alguno que, siendo capaz de discernir lo bien o mal pintado en los cuadros de Polignoto, hijo de Aglaofon, no pueda hacer lo mismo respecto a los otros pintores? ¿Que cuando se le presentan las obras de éstos se duerma, se vea embarazado, y no sepa qué juicio formar? ¿Mientras que cuando se trata de dar su dictamen sobre los cuadros de Polignoto o de cualquiera otro pintor particular que sea de su agrado, se despierte, preste su atención, y se explique con la mayor facilidad?

    ¡Pero qué! en materia de escultura ¿has visto alguno que esté en actitud de decidir sobre el mérito de las obras de Dédalo, hijo de Melitón, o de Epeas, hijo de Panope, o de Teodoro de Samos, o de cualquiera otro estatuario, y que se vea dormido, embarazado y sin saber qué decir de las obras de los demás escultores?

    También hacía referencia a si Ion no había visto a nadie con relación al arte de tocar flauta o el laud, o de acompañar con el laud al canto.

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