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Mitos e historia (página 5)


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Y esto explica por qué la piedad -y con mayor razón la santidad, que es su flor- tiene en el Islam un aire de serenidad; es una piedad que desemboca esencialmente en la contemplación y la gnosis.

0 también: para caracterizar el fenómeno muhammadiano podríamos decir que el alma del Profeta está hecha de nobleza y de serenidad, comprendiendo ésta la sobriedad y la veracidad, y aquélla la fuerza y la generosidad. La actitud del Profeta frente al alimento y el sueño está determinada por la sobriedad; y su actitud frente a la mujer lo está por la generosidad; el objeto real de la generosidad es aquí el polo "substancia" del género humano, siendo considerado este polo -la mujer- bajo su aspecto de espejo de la infinitud beatífica de Allâh.

El amor al Profeta constituye un elemento fundamental en la espiritualidad del Islam, aunque no hay que entender este amor en el sentido de una bhakti personalista, la cual presupondría la divinización exclusiva del héroe. Los musulmanes aman e imitan al Profeta hasta en los menores detalles de su vida cotidiana porque ven en él el prototipo y el modelo de las virtudes que constituyen la deiformidad del hombre y la belleza y el equilibrio del Universo, y que son otras tantas claves o vías hacia la Unidad liberadora; el Profeta, como el Islam a secas, es un esquema celestial dispuesto para recibir el influjo de la inteligencia y la voluntad del creyente, y en el cual incluso el esfuerzo se convierte en una suerte de reposo sobrenatural.

"En verdad, Allâh y Sus Malaika bendicen al Profeta; ¡oh, vosotros que creéis, bendecidIo y presentadle el saludo!"

Este versículo constituye el fundamento escriturario de la "Plegaria por el Profeta" -o, más exactamente, la "Bendición del Profeta"- plegaria que es de uso general en el Islam, pero que reviste un carácter particular en el esoterismo, en el que es un símbolo básico. La significación esotérica del versículo es la siguiente: Allâh, el Cielo y la Tierra -o el principio (que es no manifestado), la manifestación supraformal (los estados angélicos) y la manifestación formal (que comprende los hombres y los jinn, es decir, las dos categorías de seres corruptibles, y de ahí la necesidad de una exhortación)- confieren (o transmiten, según los casos) gracias vitales a la Manifestación universal o, desde otro punto de vista, al centro de ésta, que es el Intelecto cósmico. Quien bendice al Profeta, bendice implícitamente al mundo y al Espíritu universal (Al Rûh), al Universo y al Intelecto, a la Totalidad y al Centro, de modo que la bendición recae, decuplicada, de parte de cada una de estas manifestaciones del Principio, sobre el hombre que ha puesto su corazón en esta oración.

Los términos de la "Plegaria por el Profeta" son en general los siguientes, aunque de ella existen variantes y desarrollos múltiples: "Oh, Allá huma, bendice a nuestro Señor Muhammad, Tu Servidor (Abd) y Tu Enviado (Rasûl), el Profeta iletrado (Al Nabi al ummi), y a su familia y a sus compañeros, y salúdalos". Las palabras "saludar" (sallam) y "salutación" (taslîm) o "paz" (salâm) significan, por parte del creyente, un homenaje reverencial (el Corán dice: "¡Y presentadle el saludo!"), y, así, una actitud personal, mientras que la bendición hace intervenir a la Divinidad, pues es Ella la que bendice; por parte de Allâh, la "salutación" es una "mirada" o una "palabra", es decir, un elemento de gracia, no "central" como en el caso de la "bendición" (salât: sallâ ‘alâ, "rogar sobre"), sino "periférico", es decir, concerniente al individuo y a la vida, no al intelecto y a la gnosis. Por esto se hace seguir el Nombre de Muhammad de la "bendición" y el "saludo", y los nombres de los otros "Enviados" y de los Ángeles del "saludo" solamente: desde el punto de vista del Islam es Muhammad. quien encarna "actualmente" y "definitivamente" la Revelación, y ésta corresponde a la "bendición", no a la "salutación".

En el mismo sentido más o menos exotérico cabría señalar que la "bendición" se refiere a la inspiración profética y al carácter "relativamente único" y "central" del Avatâra considerado, y la "salutación" se refiere a la perfección humana, cósmica, existencial, de todos los Avatâras, o también a la perfección de los Malaika. La "bendición" es una cualidad trascendente, activa y "vertical"; la "salutación", una cualidad inmanente, pasiva y "horizontal"; o también, la "salutación" concierne a lo "exterior", al "soporte", mientras que la "bendición" concierne a lo "interior", al "contenido", ya se trate de actos divinos o de actitudes humanas. En esto reside toda la diferencia entre lo "sobrenatural" y lo "natural": la "bendición" significa la presencia divina en cuanto es un influjo incesante, lo que en el microcosmo el Intelecto se convierte en la intuición o la inspiración, y, en el Profeta, en la Revelación; en cambio, la "paz" o el "saludo" significa la presencia divina en cuanto es inherente al cosmos, lo que en el microcosmo se convierte en la inteligencia, la virtud, la sabiduría; concierne al equilibrio existencial, a la economía cósmica. Es verdad que la inspiración intelectiva -o la ciencia infusa es "sobrenatural" también, pero lo es, por decirlo así, de una manera «natural», en el marco y según las posibilidades de la "Naturaleza".

Según el Shaykh Ahmad Al ‘Alawi, el acto divino (tajallî) expresado por la palabra salli ("bendice") es como el relámpago, por su instantaneidad, e implica la extinción, en un grado u otro, del receptáculo humano que lo experimenta, mientras que el acto divino expresado por la palabra sallim ("saluda") expande la presencia divina en las modalidades del propio individuo; es por esto, ha dicho el Shaykh, por lo que el faqîr debe pedir siempre el salâm (la "paz", que corresponde a la "salutación" divina) para que las revelaciones o intuiciones no desaparezcan como el resplandor de un relámpago, sino que se fijen en su alma.

En el versículo coránico que instituye la bendición muhammadiana se dice que "Allâh y sus malaika bendicen al Profeta", pero la "salutación" sólo se menciona al final del versículo, cuando se trata de los creyentes; la razón de ello es que el taslim (o salâm) está aquí sobreentendido, lo que significa que en el fondo es un elemento de la salât y que sólo se disocia de ella a posteriori y en función de las contingencias del mundo.

La intención iniciática de la "Plegaria por el Profeta" es la aspiración del hombre hacia su totalidad. La totalidad es aquello de lo que somos una parte; ahora bien, somos una parte, no de Dios, que es sin partes, sino de la Creación, cuyo conjunto es el prototipo y la norma de nuestro ser, y cuyo centro, Al Rûh, es la raíz de nuestra inteligencia; esta raíz es vehículo del "Intelecto increado" (increatus et increabilis, según el maestro Eckhart). La totalidad es perfección: la parte como tal es imperfecta, puesto que manifiesta una ruptura del equilibrio existencial y, por tanto, de la totalidad.

Con respecto a Allâh, somos "nada" o "todo", según el punto de vista, pero no somos nunca parte; en cambio, somos parte en relación con el Universo, que es el arquetipo, la norma, el equilibrio, la perfección; él es el "Hombre Universal" (Al Insân al Kâmil) cuya manifestación humana es el Profeta, el Logos, el Avatára. El Profeta -siempre en el sentido esotérico y universal del término- es así la totalidad de la que somos un fragmento; pero esta totalidad se manifiesta también en nosotros mismos, y de una manera directa: en el centro intelectual, el "Ojo del Corazón", sede de lo "Increado", punto celestial o divino cuya periferia microcósmica es el ego; somos, pues, "periferia" con respecto al Intelecto (Al Rúh) y «parte» con respecto a la Creación (Al Khalq). El Avatára representa estos dos polos a la vez: él es nuestra totalidad y nuestro centro, nuestra existencia y nuestro conocimiento; la "Plegaria por el Profeta" -como toda fórmula análoga- tendrá, por consiguiente, no sólo el sentido de una aspiración hacia nuestra totalidad existencial, sino también, y por esto mismo, el de una "actualización" de nuestro centro intelectual, y por lo demás los dos puntos de vista están inseparablemente unidos; nuestro movimiento hacia la totalidad -movimiento cuya expresión más elemental es la caridad, es decir, la abolición de la escisión ilusoria y pasional entre "yo" y "el otro"-, este movimiento, decimos, purifica al mismo tiempo el corazón, o, dicho de otro modo, libera al intelecto de las trabas que se oponen a la contemplación unitiva.

En la bendición muhammadiana -la "Plegaria por el Profeta"- los epítetos del Profeta se aplican igualmente o, mejor, a fortiori a la Totalidad y al Centro cuya expresión humana es Muhammad, o de los que es "una expresión" si se toma en cuenta la humanidad de todos los tiempos y de todos los lugares. El propio nombre de Muhammad significa "el Glorificado" e indica la perfección de la Creación, de la que da fe también el Génesis: "Y Allâh vio que aquello era bueno"; además, las palabras "nuestro Señor" (Sayyîdunâ), que preceden al nombre de Muhammad, indican la cualidad primordial y normativa del Cosmos en relación con nosotros.

El epíteto que sigue al nombre de Muhammad en la "Plegaria por el Profeta" es "tu servidor" (‘abduka): el Macrocosmo es "servidor" de Allâh, porque la manifestación está subordinada al Principio, o el efecto a la Causa; la Creación es "Señor" con respecto al hombre y "Servidor" con respecto al Creador. El Profeta -como la Creaciónes, pues, esencialmente un "istmo" (barzakh), una "línea de demarcación", al mismo tiempo que un "punto de contaco" entre los grados de realidad.

Viene a continuación el epíteto "tu Enviado" (rasûlika): este atributo concierne al Universo en cuanto éste transmite las posibilidades del Ser a sus propias partes -a los microcosmos- mediante los fenómenos o símbolos de la Naturaleza; estos símbolos son los "signos" (âyât) de los que habla el Corán las pruebas de Allâh que el Libro sagrado recomienda a la meditación de "los que están dotados de entendimiento". Las posibilidades así manifestadas transcriben, en el mundo "exterior", las "verdades principiales" (haqâ’iq), como las intuiciones intelectuales y los conceptos metafísicos las transcriben en el sujeto humano; el Intelecto, como el Universo, es "Enviado", "Servidor", "Glorificado" y "nuestro Señor".

La "Plegaria por el Profeta" incluye a veces los dos atributos siguientes: "tu Profeta" (Nabiyuka) y "tu Amigo" (Habibuka): este último calificativo expresa la intimidad, la proximidad generosa -no la oposición- entre la manifestación y el Principio; en cuanto a la palabra "Profeta" (Nabi), indica un "mensaje particular", no el "mensaje universal" del "Enviado" (Rasûl): es, en este mundo, el conjunto de las determinaciones cósmicas -incluidas las leyes naturales- que conciernen al hombre; y en nosotros mismos es la conciencia de nuestros fines últimos, con todo lo que ésta implica para nosotros.

En cuanto al epíteto siguiente, "el Profeta iletrado" (Al Nabî al ummi), expresa la "virginidad" del receptáculo, ya sea universal o humano; nada lo determina, en lo que respecta a la inspiración, fuera de Allâh; es una hoja blanca ante el Cálamo divino; nadie salvo Allâh llena la Creación, el Intelecto, el Avatâra.

La "bendición" y la "salutación" se aplican no sólo al Profeta, sino también a "su familia y a sus compañeros" (‘alâ âlihi wa sahbihi), es decir, en el orden macrocósmico, al Cielo y a la Tierra, o a las manifestaciones informal y formal, y en el orden microcósmico, al alma y al cuerpo, siendo el Profeta en el primer caso el Espíritu divino (Al Rûh) y en el segundo el Intelecto (Al ‘Aql) o el "Ojo del Corazón" (‘Ayn al Qalb);' el Intelecto y el Espíritu coinciden en su esencia, en el sentido de que el primero es como un rayo del segundo. El Intelecto es el "Espíritu" en el hombre; el "Espíritu divino" no es otro que el Intelecto universal.

Los epítetos del Profeta indican las virtudes espirituales, las principales de las cuales son: la "pobreza" (faqr, cualidad del ‘Abd) , luego la "generosidad" (karam, cualidad del Rasûl) y, por último, la "vacuidad" o "sinceridad" (sidq, ijlâs, cualidad del Nabî al ummî).

La "pobreza" es la concentración espiritual, o más bien, su aspecto negativo y estático, la no expansión, y por consiguiente la "humildad" en el sentido de "cesación del fuego de las pasiones" (Tirmidhi); la "generosidad", por su parte, es vecina de la "nobleza" (sharal); es la abolición del egoísmo, la cual implica el "amor al prójimo", en el sentido de que la distinción pasional entre "yo" y "el otro" es entonces superada; por último, la "veracidad" es la cualidad contemplativa de la inteligencia y, en el plano racional, la lógica o la imparcialidad, en una palabra, el "amor a la verdad".

Desde el punto de vista iniciático, la "Plegaria por el Profeta" se refiere al "estado intermedio", es decir, a la "expansión" que sigue a la "purificación" y precede a la "unión"; y éste es el sentido profundo del hadith: "Nadie encontrará a Allâh si no ha encontrado previamente al Profeta".

La "Plegaria por el Profeta" es comparable a una rueda: el voto de bendición es el eje; el Profeta es el cubo; su Familia constituye los radios; sus Compañeros constituyen la llanta.

Según la interpretación más amplia de esta oración, el voto de bendición corresponde a Allâh; el nombre del Profeta al Espíritu Universal; la Familia a los seres que participan de Allâh -por el Espíritu- de una manera directa; los Compañeros a los seres que participan indirectamente de Allâh, pero igualmente gracias al Espíritu.

Este límite extremo puede ser definido de diferentes maneras, según se piense en el mundo musulmán o en la humanidad entera, o en todas las criaturas terrestres, o incluso en el Universo total.

La voluntad individual, que es a la vez egoísta y disipada, debe convertirse a la Voluntad universal, que es "concéntrica" y trasciende lo humano terrenal.

El Profeta es, en cuanto principio espiritual, no sólo la Totalidad de la que somos partes separadas, fragmentos, sino también el Origen con respecto al cual somos otras tantas desviaciones; es decir, el Profeta, en cuanto Norma, no sólo es el "Hombre Total" (al Insân al Kâmil), sino también el "Hombre Antiguo" (al Insân al Qadim). Hay en ello como una combinación de un simbolismo espacial con un simbolismo temporal: realizar el "Hombre Total" (o "Universal") es en suma salir de uno mismo, proyectar la propia voluntad en lo absolutamente "otro", expandirse en la vida universal que es la de todos los seres; y realizar el "Hombre Antiguo" (o "Primordial") es retornar al origen que llevamos dentro de nosotros mismos; es retornar a la infancia eterna, reposar en nuestro arquetipo, nuestra forma primordial y normativa, o en nuestra substancia deiforme. Según el simbolismo espacial, la vía hacia la realización del "Hombre Total" es la altura, la vertical ascendente que se despliega en la infinitud del Cielo; y según el simbolismo temporal, la vía hacia el "Hombre Antiguo" es el pasado en el sentido casi absoluto, el origen divino y eterno.

La "Plegaria por el Profeta" se refiere al simbolismo espacial por el epíteto de Rasûl, "Enviado" -pero aquí la dimensión se describe en sentido descendente- y al simbolismo temporal por el epíteto de Nabî al ummî, "Profeta iletrado", el cual, con toda evidencia, se relaciona con el origen.

El "Hombre Antiguo" se refiere, pues, más particularmente, al Intelecto, a la perfección de "conciencia", y el "Hombre Total" a la Existencia, a la perfección de "ser"; pero al mismo tiempo, en el plano mismo del simbolismo espacial, el centro se refiere también al Intelecto, mientras que en el plano del simbolismo temporal, la duración representa la Existencia, pues se extiende indefinidamente. Podemos establecer una relación entre el origen y el centro, por una parte, y entre la duración y la totalidad -o la ilimitacion-, por otra; podríamos incluso decir que el origen, inasequible en sí, se sitúa para nosotros en el centro, y que la duración, que se nos escapa por todas partes, coincide para nosotros con la totalidad. Y, de la misma forma, partiendo de la idea de que el "hombre Total" concierne más particularmente al macrocosmo y el "Hombre Antiguo" al microcosmo, podríamos decir que, en su totalidad, el mundo es Existencia, mientras que, en el origen, el microcosmo humano es Inteligencia, en cierto modo al menos, pues no salimos del ámbito de lo creado y de las contingencias.

En el plano del "Hombre Total" podemos distinguir dos dimensiones, el "Cielo" y la "Tierra", o la "altura" (tûl) y la "longitud" (‘ardh): la "altura" une la tierra al cielo, y este vínculo es, en el Profeta, el aspecto Rasûl ("Enviado", y, así, Revelador), mientras que la tierra es el aspecto ‘Abd ("Servidor"). Estas son las dos dimensiones de la caridad: amor a Allâh y amor al prójimo en Allâh.

En el plano del "Hombre Antiguo", no distinguiremos dos dimensiones, pues en el origen el Cielo y la Tierra no hacían más que uno; este plano, lo hemos visto más arriba, se refiere al "Profeta iletrado". Su virtud es la humildad o la pobreza: no ser más que lo que Allâh nos ha hecho, no añadir nada; la virtud pura es apofática.

Resumiremos esta doctrina en estos términos: la naturaleza del Profeta implica las dos perfecciones de totalidad y de origen: , Muhammad encarna la totalidad teomorfa y armoniosa de la que somos fragmentos y el origen con respecto al cual somos estados de caída, siempre en cuanto individuos.

Para el sufí, seguir al Profeta es extender el alma a la vida de todos los seres, "servir a Dios" (‘ibâda) y "orar" (dhakara) con todos y en todos; pero es también reducir el alma al "recuerdo divino" (dhikru Llâh) del alma única y primordial; es, en último término y a través de los planos considerados -totalidad y origen, plenitud y simplicidad, realizar a la vez lo "infinitamente Otro" y lo "absolutamente Sí mismo".

El sufí, a semejanza del Profeta, no quiere ni "ser Allâh" ni ser "otro que Allâh"; y esto no deja de tener relación con todo lo que acabamos de enunciar, ni con la distinción entre la "extinción" (fanâ’) y la "permanencia" (baqâ’). No hay extinción en Allâh sin caridad universal, y no hay permanencia en Él sin esta suprema pobreza que es la sumisión al origen. El Profeta representa, ya lo hemos visto, la universalidad y la primordialidad, lo mismo que el Islam, según su intención profunda, es "lo que es en todas partes" y "lo que siempre ha sido".

Todas estas consideraciones permiten comprender hasta qué punto la manera islámica de considerar al Profeta difiere del culto cristiano o budista del Hombre Dios.

La sublimación del Profeta se hace, no a partir de una divinidad terrestre, sino mediante una suerte de mitología metafísica: Muhammad es, o bien hombre entre los hombres -no decimos "hombre ordinario"-, o bien idea platónica, símbolo cósmico y espiritual, Logos insondable pero nunca Dios encarnado.

El Profeta es ante todo una síntesis que combina la "pequeñez" humana con el misterio divino. Este aspecto de síntesis, o de conciliación de los opuestos, es característico del Islam y resulta expresamente de su función de "última Revelación": si el Profeta es el "sello de la profecía" (khâtam al nubuwwa) o "de los Enviados" (al mursafin), esto implica el que aparezca como una síntesis de todo lo que hubo antes que él; de ahí su aspecto de "nivelación", ese algo de "anónimo" y de "innumerable" que aparece también en el Corán. Los que, refiriéndose al ejemplo de Jesús, encuentran a Muhammad demasiado humano para poder ser un portavoz de Allâh no razonan de manera diferente de los que, refiriéndose a la espiritualidad tan directa de la Bhagavadgitâ o del Prainâ Pâramita Hridaya Sûtra, encontrarían la Biblia "demasiado humana" para tener derecho a la dignidad de Palabra divina.

La virtud -reivindicada por el Corán- de ser la última Revelación y la síntesis del ciclo profético se manifiesta no sólo en la simplicidad externa de un dogma interiormente abierto a todas las profundidades, sino también en esa capacidad que tiene el Islam de integrar a todos los hombres en cierto modo en su centro, de conferir a todos una misma fe inquebrantable y si es preciso combativa, de hacerles participar, al menos virtualmente, aunque eficazmente, en la naturaleza medio celestial, medio terrenal del Profeta.

El mi'raj, el viaje celestial de Muhammad, es uno de los acontecimientos más relevantes de su misión profética, o de sus milagros. De esta experiencia interior no habló mucho, pues muy pocos eran los que podían percibir cuál era su naturaleza real.

Así, se discutió en vano para saber si este viaje se llevó a cabo fisicamente o tan sólo en espíritu. Los que creían en un viaje físico no comprendían que el mi'raj era una visión, no un sueño, luego una experiencia mucho más fuerte que cualquier experiencia sensible, como lo sugiere el dicho: "Los hombres están soñando; cuando mueren despiertan". Parece ser que también dijo que estaba entre el sueño y la vigilia cuando el ángel fue a su encuentro. Aisha, su mujer, afirmaba que su cuerpo había permanecido en el mismo lugar.

Lo que hemos de retener es que el mi'raj, pese a las apariencias, nada tiene de relato de las mil y una noches, sino que es el prototipo del ascenso del alma al mundo espiritual. Muchos místicos musulmanes han seguido más o menos la Vía trazada por el Profeta en el otro mundo. El caso más famoso es el de Abu Yazid al-Bistami, de quien se dice que, llegado al Loto del Limite, rechazó todas sus visiones como vanas ilusiones, a fin de acceder a Dios sólo, "volverse" Dios.

Hay también los conocidos textos de 'Attar (El lenguaje de los Pájaros) y Sohrawardi (Relato del Exilio Occidental). En estos tres casos, el sujeto se describe a sí mismo en forma de un pájaro que vuela a los mundos suprasensibles. En Europa se conocieron muy pronto tradiciones del mi'raj por la traducción que se hizo al latín con el título de "Libro de la Escala". Este texto suscitó muchos relatos del mismo tipo, el más célebre de los cuales es la Divina Comedia de Dante.

La versión de la que proponemos aquí una traducción está sacada de una obra persa del siglo XII (520H) de 'Abdol Fazi Rashidoddín Meybodi, discípulo del famoso sufí Ansari, y se titula Kash ol-Asrar wa 'oddat al-abrar, más conocido con el título de Tafsir-e Khwaja 'Abdullah Ansarí (Editado por ‘Ali Asqar Hekmat, Teherán, Ibn Sina, T. V., 1338-9 h.). Se trata de una compilación de diversas tradiciones referidas por Anas Ibn Malik, Abu Sa'id Khadari, Abu Hureira, 'Aisha, ibn Abbas, etc., ordenadas y enlazadas para que constituyan un relato homogéneo (no obstante, hemos aplicado al relato algunos recortes menores a fin de aligerar ciertos pasajes de autenticidad dudosa o de interés secundario).

Por supuesto, ningún relato del mi'raj del Profeta tiene valor de testimonio seguro y completo. El Corán evoca el acontecimiento de manera lacónica, y, como para compensar ese silencio, los transmisores de tradiciones han añadido muchos detalles, tomados de otras tradiciones del Profeta.

El Enviado de Dios, con él sea la paz, dice: El Arcángel Gabriel apareció y me sacó del sueño. Me llevó a la fuente Zemzem y me hizo sentar. Me abrió el vientre hasta el pecho, y con sus propias manos me lavó las entrañas con agua de Zemzem. Con él estaba el arcángel Miguel, que sostenía un barreño de oro que contenía fe y sabiduría. Gabriel llenó con ellas mi pecho, y luego cerró la herida de tal modo que mi pecho quedó como estaba antes, sin que por todo ello sintiera yo el menor dolor.

Entonces me ordenó que hiciese mis abluciones y me dijo que fuese con él. Le pregunté que a dónde, y respondió: "A la corte de nuestro Dios, el Señor del universo y de las criaturas".

Tomó entonces mi mano y me sacó fuera de la mezquita. Allí vi a Alborac, que estaba entre Safâ y Marwa. Era un cuadrúpedo parecido a un asno o una mula. Su cara era semejante a la de una mujer; tenía orejas como de elefante, unas crines como las de un caballo, patas parecidas a las del camello, cola de caballo y unos ojos como el planeta Venus; su lomo era de rubí escarlata, su vientre de esmeralda verde, y su pecho de perla inmaculada; tenía dos alas hechas de joyas resplandecientes, y llevaba en el lomo una silla tejida de oro y seda del paraíso. Gabriel dijo: "Oh Muhammad, siéntate en la montura que llevó a Abraham en peregrinación a la Kaaba".

En cuanto le puso la mano en el lomo, Alborac se apartó. Gabriel la agarró de las crines, y oí un murmullo de perlas y rubíes. Entonces dijo Gabriel: "Cálmate, Alborac, y tranquilízate; ¿no conoces a Muhammad? Por Dios el Único, nunca profeta más querido por Dios se sentará en tu lomo". Cuando Alborac hubo oido sus palabras, sudó de confusión, agachó la cabeza y se echó en el suelo en señal de sumisión. Gabriel me sujetó al estribo para hacerse montar, y Miguel arregló mis ropas.

En camino, Gabriel iba a mi derecha, Miguel a la izquierda, y, delante, Rafael sujetaba las riendas. Alborac avanzaba a una velocidad prodigiosa sin dejar de comportarse según mi deseo; quería yo que avanzase, avanzaba; que saltase, saltaba; que se detuviese, se detenía.

Durante aquel largo camino oí una llamada que venía del lado derecho: "¡Muhammad, detente, he de hacerte una pregunta!". Por tres veces me llamaron, pero yo no hice caso y seguí mi camino. Por el lado izquierdo oí tres veces la misma llamada: "¡Oh, Muhammad, hay una pregunta para el Profeta!". Y otra vez pasé de largo sin ocuparme de aquello. Cuando estuve más lejos, vi a una anciana cubierta de joyas que decía: "¡Oh Muhammad, ven hacia mí!". No le presté atención y continué.

Entonces pregunté: "Gabriel, ¿qué era la llamada que oí a la derecha?". Respondió: "Era la invitación de los judíos. Si hubieses acudido, tu pueblo habría sido el de los judíos. Y la llamada que oíste a la izquierda era la de los cristianos; si hubieses acudido, tu pueblo habría sido el de los cristianos. Y la anciana que has visto, con sus joyas y ornamentos, era el mundo. Si hubieses ido hacia ella, tu comunidad habría escogido el mundo en vez de la vida eterna".

Llegué a un palmeral, y Gabriel me dijo: "Desmonta y haz la oración". La hice, y luego me dijo que aquel país era Yatrib. Después, llegué al desierto, y también allí me ordenó desmontar y hacer la oración ritual. Y me preguntó: "¿Sabes qué lugar es éste?". Dije yo: "Dios es más sabio". Respondió: "Es Medina, y allá están el Sinaí y la zarza en llamas". Después de esto llegue a una extensa llanura donde había fortalezas. Me dijo que hiciera la oración, cosa que hice, y luego me contó que aquel lugar era Belén, donde nació Jesús. En aquel momento tuve sed, y vi un ángel que llevaba tres copas, en una había miel, en otra leche, y en otra vino. Me dijo: "Escoge y bebe lo que quieras". Tomé leche y un poco de miel. Gabriel dijo: "Por tu naturaleza y la de tu pueblo, sientes inclinación por lo sano y lo bueno. Mas si hubieses bebido vino, habrías cometido una falta contra tu pueblo y vuestra naturaleza". Y los ángeles proclamaron: "Salud a Ti, oh Primero, oh Último, oh Resurrector".

Después de esto, vi un país triste, angosto y sombrío. De allí pasé a cruzar un país risueño, amplio y claro. Le pregunté a Gabriel: "¿Qué país era aquel, y cuál es éste?". "Aquél era el infierno, y éste el paraíso". Luego me tomó Gabriel de la mano y me llevó a una roca.

Llamó a Miguel, y Miguel llamó a todos los ángeles por sus nombres, para que hiciesen descender el mi'raj desde el paraíso hasta el cielo de este mundo, y desde el cielo de este mundo hasta Jerusalén. Y el mi'raj era semejante a una escala con un extremo apoyado sobre la roca y el otro de crisolita verde. Y sus escalones, uno de oro, otro de plata, otro de rubí, y, luego, de esmeralda, y de perla.

Gabriel me puso en el primer escalón, y vi mil ángeles que cantaban la gloria de nuestro Señor muy amado, y cuando advirtieron mi presencia, me alabaron, y se acercaron a mí, anunciándome el paraíso para mi comunidad. Subí luego al segundo escalón, y vi dos mil ángeles de la misma clase; en el tercer escalón vi tres mil, y así sucesivamente hasta cincuenta y cinco escalones. Cuando llegaba a un nuevo escalón, los ángeles se multiplicaban hasta que llegué al cielo de este mundo. Las criaturas del cielo preguntaron: "¿Quién es éste?". "Es Muhammad" dijo Gabriel. "¿Está elegido para la profecía?", dijeron. "Si", respondió. Y ellos exclamaron: "¡Éxito para el y su pueblo! ¡Qué buen invitado!".

 

 

A nuestra llegada, los ángeles se regocijaron y se anunciaron entre sí la buena nueva, saludándome y acogiéndome. Vi grandes ángeles cuyo representante es Esmail, que los tiene a todos bajo su autoridad. Con él estaban otros setenta mil ángeles, y, como los setenta mil ángeles, otros cien mil, todos ellos guardianes del cielo. Contemplaba su multitud cuando Gabriel dijo: "los soldados de Dios no conocen otra cosa que a Él". Luego vi a un hombre hermosisímo y de naturaleza excelente, y le pregunté a Gabriel quién era. Me dijo: "Es tu padre Adán". Lo saludé y él me devolvió así el saludo: "Bienvenida a este hijo justo y al pueblo de este profeta justo. ¡Qué buen huésped ha llegado!"

Y vi las almas de los descendientes de Adán, que se presentaban ante él. Cuando pasaba el alma de un creyente, decía: "Alma pura y perfume puro. Poned su respaldo en el piso más elevado". Y cuando veía el alma de un no creyente, decía: "Alma impura, olor impuro y sucio, poned su respaldo en el piso más bajo del infierno".

Y según la tradición referida por Ibn' Abbâs, el Profeta había contado: "En el cielo vi un gallo de un blanco intenso; bajo su plumaje había plumas verdes, de un verde intenso; su cresta era del color de la esmeralda verde, sus pies se apoyaban en la séptima tierra y su cabeza en el trono supremo, y tenía dos alas tan grandes que, si las abría, recubrían Oriente y Occidente. Cuando hubo transcurrido parte de la noche, abrió sus alas, las agító y cantó esta oración: "Alabado sea Dios, Señor Santo. Alabado sea Dios, el Grande, el Altísimo".

En el momento en que cantó, se pusieron a cantar y agitar las alas todos los gallos de la tierra, y cuando se detuvo y calló, todos los gallos de la tierra se detuvieron y callaron. Luego, cuando hubo transcurrido otra parte de la noche, batió de nuevo las alas y proclamó esta oración: "Alabado sea Dios Altísimo, el Sublime, el Inmenso, el Destinador. Alabado sea Dios y su trono elevado". Y otra vez lo imitaron todos los gallos de la tierra. En cuanto vi aquel gallo, deseé contemplarlo de nuevo.

Gabriel me llevó en sus alas al segundo cielo.

La distancia entre el primer cielo y el segundo, dicen, era de quinientos años de viaje. Gabriel llamó para que los guardianes del segundo cielo abrieran paso. Preguntaron: "¿Quién va?". Respondió: "Gabriel". "¿Y quién hay contigo?". "Es Muhammad". "¿El profeta de Dios?". "Sí". "¡Bienvenido aquel al que se esperaba! ¡Qué buena visita!". Vi a dos jóvenes en el segundo cielo. Gabriel me dijo: "Uno es Juan Bautista, el otro es Jesús. Son primos, salúdales". Los saludé y me respondieron: "Bienvenida al hermano justo y al profeta justo". Luego me llevó al tercer cielo, y todo ocurrió de la misma forma.

Vi a José, el que ostenta la Hermosura. Lo saludé y me respondió con estas palabras: "Bienvenida al hermano justo y al profeta justo". Luego me condujo al cuarto cielo. Allí vi a Enoc, que me acogió en los mismos términos, y yo recité esta aleya del Corán: "Accedió a una dignidad muy elevada". Luego me condujo al quinto cielo, en el que vi a Aarón y lo saludé. Me respondió de igual forma y me acogió calurosamente.

Según M.B. Ishaq, el Profeta dijo: "En el quinto cielo vi ángeles mitad de cielo, mitad de fuego", y todos decían: "Dios puede conciliar la nieve y el fuego. Así establece la amistad entre los creyentes". Tras esto, me llevó Gabriel al sexto cielo. Vi a Moisés, le saludé, y él me respondió. Cuando le dejaba se puso a llorar. "Moisés, ¿por qué lloras?", le dije. Respondió: "Lloro a causa de este hombre de cuyo pueblo entrará en el paraíso más gente que del mío". En el sexto cielo vi una morada que llaman la Morada gloriosa. Es el lugar donde los escribas y secretarios consignan el Corán que Gabriel les enseña. Dios glorioso los llama "los emisarios nobles e íntegros" (Corán 30, 15). Después de esto me llevó al séptimo cielo. Los ángeles eran tantos allí, que no había el más mínimo lugar en que hubiera uno en oración, derecho, inclinado o prosternado. Y vi a Abraham y le saludé. Me respondió en estos términos: "Bienvenida al hijo justo y al profeta justo. Trae a tu pueblo contigo para aumentar el número de árboles del paraíso, cuya tierra es pura y amplia". Luego recité estas aleyas del Corán: "Los más cercanos a Él son los que han obedecido a Abraham y al Profeta". Y en el séptimo cielo vi la Morada Edificada (bayt al ma'mur), entré en ella e hice la oración. Ante ella había un mar en el que entraban por grupos los ángeles; luego, volvían a salir y se sacudían. Y de cada gota creaba el Todopoderoso un ángel que hacía la peregrinación a la morada edificada.

También vi un ángel sentado en un trono con algo parecido a un vaso delante de él; en su mano había una mesa cubierta de inscripciones de luz que él escrutaba sin apartar nunca la cabeza ni a derecha ni a izquierda, como alguien que está pensativo y triste. Pregunté: "Gabriel, ¿quién es?". Me dijo: "El ángel de la muerte, Muhammad. Tal como ves, está siempre absorto en su trabajo, que eternamente consiste en apoderarse de las almas". Le dije: "Gabriel ¿todo aquel que muere lo ve?". "Sí", dijo. "Pues entonces la muerte es un asunto grande y difícil". "Sí, Muhammad, pero lo que sucede después de la muerte es un asunto más grande y más difícil".

Y, acercándome, anunció: "He aquí a Muhammad, profeta de Misericordias, el Enviado de los árabes". Entonces le saludé y me devolvió el saludo, mostrándome sus atenciones y sus gracias. "Muhammad, regocíjate de todo el bien que veo en tu comunidad". Dije: "Gracias a a Dios, el Dispensador me favorece". Luego, pregunté: ''¿Qué es la mesa que contemplas?". "En ella está escrito el destino de los seres", respondió. "Está decretado que yo examine el destino de cada cual y que cuando llega a su fin le tome el alma". Yo dije: "¡Alabado sea Dios! ¿Puedes tomar desde aquí el alma de los seres de la tierra sin moverte de tu morada?". "Si -respondió-, el vaso que ves ante mí es semejante al universo, y todas las criaturas de la tierra están ante mis ojos. A todos los veo, y mi mano a todos alcanza; así, cuando quiero, puedo arrebatarles el alma".

Seguí más allá del séptimo cielo hasta que llegué al Loto del Límite, un árbol inmenso. Un árbol plantado en el suelo, de tamaño extraordinario, más dulce que la miel y más delicioso que la nata. Sus hojas eran tan grandes como orejas de elefante. Del pie de este árbol salían cuatro ríos, dos aparentes y dos ocultos (bâtin). Gabriel dijo: "Los dos ríos aparentes son el Nilo y el Éufrates; los dos ríos secretos corren en el paraíso". Vi una luz cegadora que brillaba en aquel árbol, y una mariposa viva de oro, así como una multitud de ángeles cuyo número sólo Dios lo sabe.

Gabriel me dijo: "Muhammad, ve delante". Dije yo: "¡Oh, no! Tú primero". Gabriel dijo: "Para Nuestro Dios Bienamado, eres tú más querido, y más digno que yo de avanzar". Entonces pasé delante y Gabriel seguía mis pasos, hasta que llegué al primer velo de los velos del Umbral del Todopoderoso. Gabriel tiró el velo diciendo: "Soy yo, Gabriel, y está conmigo Muhammad". Desde el otro lado del velo un ángel proclamó: "Dios es el más grande", luego pasó la mano por debajo del velo y me atrajo a sí, mientras Gabriel quedaba tras el velo. Le dije: "Gabriel, ¿por qué te quedas?". Me dijo: "Muhammad, es éste el lugar que me corresponde, éste es el límite de la ciencia de las criaturas; el saber de las criaturas no puede extenderse más allá; llegado a este punto se detiene".

En un abrir y cerrar de ojos, el ángel me llevó de aquel velo al segundo, separado por una distancia de un siglo de viaje. De igual forma llamó, diciendo que era el guardían del primer velo y que Muhammad le acompañaba. El ángel del segundo velo exclamó: "¡Dios es grande!", pasó la mano por la cortina, me hizo pasar al interior, y en un abrir y cerrar de ojos me condujo al tercer velo, distante tres siglos de camino. Y así sucesivamente fui conducido al velo setenta. La anchura de cada velo equivalía a quinientos años de viaje; entre dos velos, la distancia era también de quinientos años. Dicen que estos velos están hechos de luz y tinieblas, de agua y nieve, y dicen también que algunos de estos velos son de perlas, otros, de mariposas de oro. (Según otra tradición, Gabriel estaba con él cuando atravesó estos velos).

Entonces vi una cortina verde colgada de una cornisa, y su luz era tan brillante que eclipsaba a la del sol. Gabriel me puso en la cornisa y dijo: "He vagado por todos los pisos del paraíso, de arriba abajo, hasta que fui colocado en este trono. Contempla el Trono, la tabla guardada y los porteadores del trono divino y de los misterios de Dios, el Magnífico". Cuando llegué a esta estación fui acogido por Dios Todopoderoso.

Muhammad recibió revelaciones, contempló lo que contempló, y oyó lo que oyó. Fue testigo del estado (maqâm) de Proximidad divina. Su alma conoció el estado de des-cubrimiento de los misterios (mukâshifah); su corazón conoció el gozo del Testigo de Dios (mushâhadah). Su espíritu probó la dulzura de la Visión, y su secreto (sirr) llegó al estado de Unión.

Al contemplar este universo, lleno de temor respetuoso, de majestad, de orden y de divinidad, perdió conciencia de sí mismo. Quedó perplejo y agachó la cabeza. De esto nada puede explicarse con palabras, y ni el espíritu ni el alma pueden concebirlo. Quedó estupefacto y perdido hasta que una gracia emanada del Umbral del Gran Señor, del Señor de la Gloria, que devolvió el orden a su corazón, le echó una mirada y le testimonió sus gracias y favores. Dios le dijo: "Mi profeta posee la fe en Mi libro, y ha transmitido Mi mensaje en la verdad, con rectitud, con exactitud". Cuando Muhammad hubo oído aquellas palabras de gracia que Dios le prodigaba, y fue testigo de aquella bondad, se recobró y se irguió, su cuerpo se unió a su corazón, su corazón a su alma (jân), y su secreto a su yo sutil (zamir). Volvió a sentir ánimo, recobró el uso de la lengua y se acordó de su pueblo. Dijo esta aleya: "Y todos los creyentes tienen fe en Dios y Sus ángeles, en Sus libros y Sus Profetas. Y no hacemos ninguna distinción entre Sus profetas, como hacen los judíos y los cristianos" .

El profeta contó: "Después que hubimos cambiado confidencias con Dios, y que Él me hubo colmado de sus bondades, el que gobierna el universo ordenó: "Muhammad, vuelve a la tierra, di lo que has de decir y lleva el mensaje que has de llevar. Guarda esta cortina verde para que te cubras con ella y seas, por ella, elevado hasta el nivel del Loto del Límite".

Cuando volví al Loto del Límite, Gabriel me dijo: "Regocijate de la acogida, de la bondad, de la gracia y de la dignidad que has recibido por parte del Todopoderoso. Nunca un ángel de los más cercanos, ni ningún profeta misionado, llegó hasta la morada espiritual (manzilât) a la que has llegado, y nadie ha visto lo que tú. Da gracias a Dios Altísimo, sé agradecido, pues Él ama a los que Le dan las gracias".

Entonces le referí a Gabriel una parte de las maravillas de la potencia divina que habia visto en tan alto lugar; le hice parte de aquel océano de agua, de fuego, de luz y de otras cosas, y él me dijo: "Son los baldaquines de Dios Altísimo, en medio de los cuales se encuentra el Trono. Si no hubiese esta pantalla, sus luces, y el resplandor de sus velos de oro, aniquilaría a todas las criaturas y muchas otras maravillas tan extraordinarias como nunca has visto". Yo exclamé: "Alabado sea Dios, el Inmenso, las maravillas de su creación son incontables". Pregunté: "Gabriel, esos ángeles que he visto en aquella mar inmensa, dispuestos en tantas filas, y cuya esencia parece de pura luz, ¿quiénes eran?". Gabriel dijo: "Eran los espirituales (ruhaniân), de los cuales dice el Señor Todopoderoso: El día de la resurrección, las almas y los ángeles estarán en filas". "Gabriel, he visto una muchedumbre inmensa en la mar altísima, que estaba ordenada por encima de todas las dignidades y se encontraba alrededor del Santo Trono. ¿Quiénes son aquellos seres?". Me dijo: "Son los querubines, los más nobles y más grandes entre los ángeles, Muhammad. Su misión es demasiado considerable para que pueda yo comprenderla o conocer su secreto".

Después de esto, Gabriel me tomó de la mano y me condujo a la puerta del paraíso para que yo lo viera, con sus grados y las moradas de los creyentes, los lugares que les estaban destinados y a dónde habían llegado. En la puerta del Paraíso había escrito esto: "Por una limosna diez veces la recompensa; por un préstamo, dieciocho veces". "Gabriel -dije-, ¿cómo es que prestar es mejor que dar limosna?". Y él dijo: "Porque el mendigo siempre pide dinero, lo necesite o no. Pero el que pide prestado sólo lo hace impulsado por la necesidad".

Luego entré en el Paraíso: vi casitas y castillos de nácar, de rubí y de esmeralda; las paredes eran de ladrillo de oro y plata, el suelo era de almizcle oloroso y el revestimiento era de azafrán. Vi un árbol de ramas de oro, hojas de seda, tronco de perla, y raíz de plata. Vi unos riachuelos, uno era de agua, otro de leche, otro de miel y otro de vino.

También vi un río inmenso cuya agua era más blanca que la leche, más dulce que la miel y más perfumada que el almizcle; las piedras de su lecho eran perlas y rubíes. Gabriel dijo: "Muhammad, son el Kawthar y el Tasnim, a los que el Todopoderoso ha concedido la gracia de hacerlos tuyos. Su fuente está situada bajo el Santo Trono; por cada palacio, casa o mansión solariega de las moradas del paraíso pasa un brazo de estos ríos, de tal manera que se mezclan miel, leche y vino. Dicen que hay una fuente en la que beben los servidores de Dios y se vuelven luminosos por su luz".

Salí del Paraíso y deseé ver cómo era el infierno. Vi un ángel de rostro muy feo, cruel, iracundo y amargo. Sentí miedo de él y le pregunté a Gabriel: "¿Quién es ese, que al verlo soy presa de temor y espanto?". Gabriel me dijo: "No es asombroso, pues todos nosotros, los ángeles, sentimos ante él el mismo temor y espanto. Es Malik, el señor del infierno; en él no fueron creadas ni alegría ni felicidad, y jamás sonríe". Y le dijo: "Malik, éste es Muhammad; es el último profeta de los tiempos, el enviado de los árabes". Él, entonces, me miró, me saludó y cumplimentó y me anunció el paraíso.

Le dije: "Dime cómo es el infierno". Respondió: "Lo cocieron mil años hasta que se puso al rojo, lo cocieron mil años hasta que se puso al blanco, lo cocieron otros mil años hasta que se puso negro. Ahora es negro, tenebroso como una montaña de fuego, y en él la gente se mata y se devora. Mohammed, si a un anillo de esta cadena de fuego lo pusieran sobre una montaña de la tierra, la quemadura fundiría la montaña como si fuera estaño, y llegaría hasta las entrañas de la tierra". Yo dije: "Malik, muéstrame una parte del infierno". Entonces me abrió un rincón de él: una llama de las llamaradas de la hoguera surgió negra y tremenda. El humo cubrió los horizontes, que quedaron sumidos en tinieblas. Sentí un espanto inmenso ante aquella cosa horrible, tanto que no puedo expresarlo. Viendo aquello, perdí el conocimiento, y Gabriel tuvo que sostenerme y ordenó a Malik que devolviera a su sitio aquel trozo del infierno.

El Profeta se alejó de aquel lugar, Gabriel lo tomó en sus alas y lo bajó al séptimo cielo. Encontró de nuevo a Moisés, que le dijo: "¿Qué te ha ordenado Dios Altísimo para tu comunidad?". Respondió: "cincuenta oraciones rituales cada día y cada noche". Moisés le dijo: "Muhammad, yo he visto a los hombres, los he conocido y puesto a prueba; los de tu comunidad son débiles y no tienen la capacidad de someterse a cincuenta oraciones. Vuelve y pide a Dios una reducción".

Entonces se volvió Muhammad y pidió una reducción de diez oraciones. Volvió con Moisés y volvieron a hablar. Moisés le dijo otra vez lo mismo: su comunidad no tenía capacidad suficiente para cuarenta oraciones. Volvió atrás de nuevo y pidió otra reducción, y obtuvo diez oraciones menos. Después de haber ido cuatro veces a pedir una reducción, volvió a Moisés, y ésté le mandó de vuelta tras haberle repetido las mismas palabras. Muhammad se volvió y pidió una última reducción, de tal suerte que las cincuenta oraciones quedaron en cinco. Después de hacer ido cinco veces, y haber reducido a cinco las oraciones, Moisés le dijo otra vez que volviese atrás y consiguiera una reducción mejor. Entonces dijo Muhammad: "Después de todo esto me da vergúenza volver a la carga". Aceptó las cinco y se sometió .

Luego, cuando dejó a Moisés, oyó una voz tras de sí: "He consolidado Mi orden y he perdonado a Mi servidor. Y el día en que creé el cielo y la tierra, hice obligatorias para tu pueblo cinco oraciones, y lo que he decretado no cambia, y recompensa cincuenta veces cada día de oraciones, diez veces cada acto bueno".

Según algunas tradiciones, el Profeta dijo: "Cuando volvía al cielo terrenal, miré bajo el cielo y vi polvareda y humo, y oí un canto hechizante. Pregunté: "Gabriel, ¿qué es eso?". "Son los demonios", dijo, "que se ponen ante los ojos de los hijos de Adán y les cierran las facultades de pensamiento y de reflexión para que no piensen en el mundo espiritual del cielo y de la tierra. De no ser así, ¿qué maravillas podrían contemplar?". Luego me llevó Gabriel con el pueblo de Moisés, aquel del que dijo el Todopoderoso: "Hay, en el pueblo de Moisés, un grupo que conduce la gente a Dios", y les hablé. Después de esto, volvimos al Templo de Jerusalén, a cuya puerta seguía estando Alborac.

El Profeta montó, con Gabriel, que le condujo de vuelta a La Meca, y, allí, lo devolvió a su lecho . Aún quedaban varias horas para que terminase la noche. Gabriel dijo: "Muhammad, cuéntale a tu pueblo todo cuanto has visto entre los grandes signos y los poderosos misterios del Dios de Gracia". Muhammad dijo: "Gabriel, me tratarán de mentiroso y no me creerán". Gabriel respondió: "¿Y qué te importa a ti si ellos no creen?"

LA VIDA DEL PROFETA MUHAMMAD Y SUS PREDICAS PARA TODOS LOS TIEMPOS:

Hadiz 1º

Relato el Emir de los creyentes Abu Hafs 'Umar Ibn al Jattab -que Dios esté complacido con él-:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- que decía:

«Ciertamente las buenas obras dependen de las intenciones, y cada hombre tendrá según su intención; asi, aquel cuya emigración fué por Dios y su Mensajero, su emigración fué por Dios y su Mensajero, y aquel cuya emigración fué por conseguir algún beneficio mundanal o por tomar alguna mujer en matrimonio, su emigración fué para aquello por lo que emigró».

Fué transmitido por los dos Imames de los eruditos de Hadiz Abu 'Abdullah Muhammad Ibn Ibrahim Ibn Al Mughirah Ibn Bardizbah al Bujari y Abu Al Hussain Muslim Ibn Alhayyay Ibn Muslim Al Qushairi al Naisaburi en los dos libros correctos, que son los mejores de los libros compilados.

Hadiz 2º

También relató 'Umar -que Dios esté complacido con él-:

«Un día, cuando estábamos en compañía del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, se presento ante nosotros un hombre, con vestidos de resplandeciente blancura, y cabellos intensamente negros, al que no se le veían señales de viaje, y ninguno de nosotros le conocia. Se sento ante el Profeta – la paz y las bendiciones de Dios sean con él- , y apoyando las rodillas contra sus rodillas, y poniendo las manos encima de sus muslos, dijo: "¡Oh Muhammad, hablame acerca del Islam!".

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo: "El Islam es: que atestigües que no hay más dios que Dios, y que Muhammad es el Mensajero de Dios; que observes la Oración, que pagues el Zakat; que ayunes Ramadán, y que peregrines la casa cuando puedas".

Dijo el hombre: "Has dicho verdad". Entonces nos quedamos sorprendidos de que él le preguntara y después le dijera que había dicho la verdad, entonces dijo el hombre: "Hablame acerca del Imán".

Dijo el Profeta: "Que creas en Dios, en sus ángeles, en sus libros, en sus mensajeros, en el día final y que creas en el decreto divino, tanto de su bien como de su mal".

Dijo el hombre: "Has dicho la verdad", y añadió: "Hablame acerca del Ihsan", y dijo el Profeta: "Que adores a Dios como si lo vieras, ya que, si no le ves, el te ve".

Dijo el hombre: "Hablame acerca de la hora"

Dijo el Profeta: "El preguntado no sabe de ella más de lo que sabe el que pregunta".

Dijo el hombre: "Hablame de sus signos".

Dijo el Profeta: "Cuando la esclava de a luz a su señora y cuando veas a descalzos, desamparados, pastores de ovejas, compitiendo en la construcción de altos edificios".

Luego (el hombre) se marchó, y yo me quedé un rato. Después (el Profeta) dijo: "Oh 'Umar, ¿Sabes quién era el que preguntaba?".

Dije: "Dios y su mensajero lo saben mejor". Y él dijo: "Ciertamente ha sido Gabriel, que ha venido para enseñaros vuestra religión"».

Transmitido por Muslim.

Hadiz 3º

Relato Abu'Abd-ur-Rahman, 'Abdullah, hijo de 'Umar Ibn al Jattab -que Dios esté complacido con ambos-:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- decir:

«El Islam ha sido edificado sobre cinco pilares que no hay más dios que Dios y que Muhammad es el mensajero de Dios, observar las oraciones, pagar el zakat, peregrinar a la Casa y ayunar Ramadán».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 4º

Relató Abu'Abd-ur-Rahman, Abdul-lah Ibn Mas'ud -que Dios esté complacido con él-:

Nos ha relatado el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, siendo el veridico, digno de confianza:

«Ciertamente que la creación de cada uno de vosotros, se reúne en el vientre de su madre: Durabte cuarenta días en forma de un germen, luego es un coágulopor un período igual, después un pedazo de carne por un período igual y luego se le envía el angel que sopla el espiritu en él, y se le encomiendan cuatro palabras(asuntos): Escribir su sustento, el plazo de su vida, sus obras y si será feliz o desgraciado; ¡por Dios!, aparte de quien no hay otro dios, uno de vosotros obra como las gentes del Paraíso, hasta que no quede entre él y éste (paraíso) más que un brazo de distancia, entonces lo que ha sido escrito le alcanza, y obra como las gentes del fuego (Infierno) y entra en él. Y otro de vosotros obra como la gente del fuego (Infierno), hasta que no queda entre él y éste más que un brazo de distancia, y entonces le alcanza lo que ha sido escrito y obra como las gentes del Paraíso y entra en él».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 5º

Relató la madre de los creyentes Umm Abdul-lah 'Aishah -que Dios esté complacido con ella-:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Quien innova en esté nuestro asunto, algo ajeno al mismo, será rechazado».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

En una transmisión de Muslim: «Quien procede en un hecho de un manera ajena a la nuestra, será rechazado».

Hadiz 6º

Relató Abu'Adul-lah, an-Numan Ibn Bashir -que Dios esté complacido con ambos-:

He oido al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Ciertamente, lo lícito es obvio y lo ilicito es obvio, y entre los dos hay asuntos dudosos acerca de los que mucha gente no sabe. Quien se guarda de los asuntos dudosos se purifica en su religión y en su honor, y quien cae en los asuntos dudosos, caerá en lo ilicito. Como el pastor que pasta alrededor de un prado vedado, casi pastando en él.

Por cierto que todo rey tiene su vedado, ciertamente el vedado de Dios es lo ilícito, y ciertamente en el cuerpo hay un pedazo de carne, que si está sano, sanará todo el cuerpo, y si se corrompe, se corromperá todo el cuerpo y, este es el corazón».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 7º

Relató Abu Ruqayyah Tammim Ibn Aus ad Dariy -que Dios este complacido con él-, que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«"La religión es lealtad". Dijimos, "¿a quién?", y dijo: "A Dios, a su libro, a su Mensajero, a los líderes de los musulmánes y a su gente"».

Lo transmitió Muslim

Hadiz 9º

En un relato, Abu Hurairah Abdur-Rahman Ibn Sajr -que Dios este complacido con él- dijo:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, decir:

«Lo que os he vedado, evitadlo, y lo que os he ordenado, cumplidlo cuanto podaís, pues lo que acabó con los anteriores a vosotros fuerón sus exageradas interrogaciones y los desacuerdos con sus profetas».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 10º

En un relato, Abu Hurairah -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Cierto que Dios el altísimo es bueno, y solo admite lo bueno, y cierto que Dios ordenó a los creyentes lo mismo que ordeno a los mensajeros. Dice el Altísimo: "Oh Mensajeros, comed de lo bueno y obrar el bien". Y dice también: "Oh vosotros, los que creéis comed de las cosas buenas que os hemos proveído"».

Luego mencionó al hombre que va en largos viajes, despeinado y polvoriento, levantando sus manos hacia el cielo:

« ¡Oh Señor! ¡Oh Señor! Y su comida es ilícita, su bebida es ilícita, su vestimenta es ilícita, y se alimentó con lo ilícito, ¿cómo quiere que se le responda?».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 11º

En un relato Abu Muhammad Al Hasan Ibn 'Ali Ibn Abu Talib, nieto del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, y uno de los más íntimos de él -que Dios esté complacido con los dos- dijo:

Aprendi de memoria del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-:

«Deja lo que dudas hacia lo que no dudas».

Lo transmitió al Tirmidi y al Nasal y dijo al Tirmidi: Es un Hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 12º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Es señal del buen Islam de alguien dejar lo que no le atañe».

Es un Hadiz aceptable y lo transmitió así al Tirmidi y otros.

Hadiz 13º

En un relato Abu Hamzah, Anas Ibn Malik -que Dios este complacido con él- , sirviente del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijó:

«Ninguno de vosotros cree, hasta que quiera para su hermano, lo que quiere para sí mismo».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim

Hadiz 15º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Quien crea en Dios y en el día final, que hable el bien o que se calle. Y quien crea en Dios y en el día final, que sea generoso con su vecino. Y quien crea en Dios y en el día final, que sea generoso con su huésped».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 16º

Relató Abu Hurairah -que Dios este complacido con él- que un hombre le dijo al Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-:

«"Aconséjame". El Profeta dijó: "No te enfurezcas". El hombre insistió varias veces, y el Profeta dijo: "No te enfurezcas"».

Lo transmitió al Bujari…

Hadiz 18º

Relatarón Abu Darr, Yundub Ibn Yunadah y Abu 'Abd al Rahman, Mu 'Az Ibn Yabal que Dios este complacido con los dos-, que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Teme a Dios dondequiera que estes, y después de un mal haz un bien para borrarlo y, trata a la gente con buen caracter».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un Hadiz aceptable y, en otras copias: Es un Hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 19º

En un relato, Abu al 'Abbas, 'Abdullah Ibn 'Abbas -Dios este complacido con los dos-, dijo:

Un día estaba detras del Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, y me dijo:

« ¡Oh joven!, te voy a enseñar unas palabras: Guarda a Dios, y te guardará. Guarda a Dios y lo encontrarás ante ti. Si pides algo, pídelo a Dios, y si necesitas ayuda, acude a Dios, y conoce que si todo el pueblo se reúne para beneficiarte en algo, no te beneficiarán excepto en lo que Dios ha escrito para ti, y si reúne para perjudicarte en algo, no te perjudicarán salvo en algo que Dios haya escrito sobre ti. Las plumas se han levantado y las hojas se han secado».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un Hadiz aceptable y correcto. Y en un relato de otro:

«Salvaguarda a Dios, lo encontrarás ante ti, acuérdate de Dios en el bienestar y se acordará de ti en el apuro. Y conoce que lo que te ha fallado no podía haberte tocado. Y que lo que te ha tocado no podía haberte fallado. Y conoce la victoria con la paciencia, que el alivio viene con el apuro y que con la dificultad surge la facilidad».

Hadiz 20º

En un relato Abu Mas'ud, 'Uqbah Ibn 'Amr al Ansari al Badri -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Entre las palabras de la primera profecía, que la gente obtuvo, están: Si no sientes vergüenza, haz lo que quieras».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 21º

En un relato Abu 'Amr o Abu 'Amrah, Sufían Ibn Abdul-lah -que Dios este complacido con él- dijo:

«Dije: "¡Oh, Mensajero de Dios!, dime algo del Islam para que no tenga que preguntar de ello a nadie más que a ti". Dijo: "Di creo en Dios, luego, sé recto"».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 22º

En un relato Abu Abdullah, Yabir Ibn 'Abdullah al Ansari -que Dios este complacido con los dos- que un hombre preguntó al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciéndole:

«"Cuentame, si yo rezara las oraciones prescritas, ayunara el mes de Ramadán, tomara como lícito lo lícito y como ilícito lo ilícito, sin añadir nada a esto. ¿Entraría en el paraíso?". Dijo: "Sí"».

Hadiz 23º

En un relato Abu Malik al Hariz Ibn 'Asim al Ash'ariy -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«At-Tuhur es la mitad de la fe (Imán). AL HAMDU LI-LLAH (La alabanza a Dios) llena la balanza, SUBHANAL LLAH y AL HAMDU LI-LLAH (gloria a Dios y alabanza a Dios), llenan el espacio entre el cielo y la tierra, la oración es luz, y la caridad es una evidencia, la paciencia es luminosidad, y el CORAN es argumento en pro o en contra de ti. Cada uno empieza su día siendo vendedor de si mismo. Liberándose o condenándose».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 24º

Relato Abu Darr al Ghifariy -que Dios este complacido con él-, del Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, que hablando de su Señor -alabado sea- dijo:

«Oh siervos mios: Ciertamente me he prohibido la tiranía, y la he prohibido entre vosotros; ¡así pues, no seáis injustos unos con otros!. Oh siervos mios: Todos estáis extraviados, salvo aquel a quien yo he guiado. ¡Así pues, pedid mi guía!, y os guiaré. Oh siervos mios: Todos sois hambrientos salvo aquel a quien le he dado de comer. ¡Así pues, pedid de mí el alimento!, y os alimentaré. Oh siervos mios: Todos estáis desnudos, salvo aquel a quien le he dado de vestir. ¡Así pues, pedid de mí la vestimenta!, y os daré de vestir. Oh siervos mios: Cometéis errores de noche y de día, y yo os perdono todas las faltas. ¡Así pues, pedid perdon de mí!, y os perdonaré. Oh siervos mios: No alcanzaréis mi perjuicio para perjudicarme, ni alcanzaréis mi beneficio para beneficiarme. Oh siervos mios: Si el primero de vosotros, y el último, y los humanos y los genios fueran tan piadosos como el corazón más piadoso de un hombre de vosotros, no añadiría nada a mi reino.

Oh siervos mios: Si el primero de vosotros, y el último, y los humanos y los genios fueran tan libertinos como el corazón más libertino de un hombre de vosotros, no decrecería en nada a mi reino. Oh siervos mios: Si el primero de vosotros, y el último, y los humanos y los genios se reunieran en un mismo terreno, pidiendo de mí, y dando yo a cada uno su petición, no decrecería nada de lo que tengo, a menos que el mar decreciera si una aguja se introduce en él. Oh siervos mios: Ciertamente, son vuestras obras, las que os computo, y luego os las recompenso. Quien encuentra bien, que alabe a Dios, y quien encuentre lo contrario, que no se reproche más que a sí mismo».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 25º

Relato Abu Darr -que Dios este complacido con él-, que algunos de los compañeros del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijeron al Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-:

«"Oh Mensajero de Dios, los ricos se han quedado con las recompensas, rezan como nosotros rezamos, ayunan como nosotros ayunamos, y en la caridad gasta lo que de sus bienes sobra". Dijo: "¿Acaso, Dios no os puso nada para gastarlo en caridad?, pues, cada «Tasbihah» es caridad, cada «Takbirah» es caridad, cada «Tahmidah» es caridad, cada «Tahlilah» es caridad, ordenar las buenas obras es caridad, y prohibir los malos hechos es caridad; además, en cada acto sexual de uno de vosotros hay caridad". Dijerón: "Oh Mensajero de Dios, ¿satisfaciendo uno de nosotros su deseo, merece una recompensa?" Dijo: "¿Acaso, si lo satisface ilícitamente, no cometería una falta?, pues así, si lo satisface legalmente será recompensado"».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 26º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con él- dijo: el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«Todo huesecillo que un hombre tiene, debe hacer caridad cada día que el sol salga: hacer justicia entre dos personas es caridad, ayudar a un hombre para subir su montura o cargarle su equipale encima de ella es caridad, por cada paso que andas para ir a la oración hay caridad y quitar el daño del camino es una caridad».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 27º

Relató An-Nau-Was Ibn Sam'An -que Dios este complacido con él- que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«La virtud es buen caracter, y la maldad es lo que se remueve dentro de ti y no te gusta que la gente lo descubra».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 28º

Relató Wabisah Ibn Ma'Bad -que Dios este complacido con él- que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«"¿Vienes para preguntar de la virtud?". Dije Si. Dijo: "Consulta tu corazón y la virtud es aquello con lo que la persona se siente tranquila, y la maldad es lo que se remueve dentro de la persona y vacila en el pecho, te opine la gente lo que te opine"».

Es un Hadiz aceptable; lo hemos relatado en ambos «Musnads» de los «Imames» Ahmad Ibn Hambal y al Darimi.

Hadiz 29º

Abu Nayih al 'Irbad Ibn Sariah -que Dios este complacido con él- dijo:

Nos ha exortado el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, una exortación por la cuál los corazones temblaron y los ojos lloraron.

«Dijimos "¡Oh. Mensajero de Dios, parece una exortación de despedida, así pues aconséjanos". Dijo: "Os aconsejo temer a Dios -alabado sea-, escuchar y obedecer aunque un esclavo os gobierne, ya que quien viva de vosotros vera muchas discrepancias. Así pues, seguid mi Sunnah y la sunnah de los califatos rectos y guiados, agarradlos con los dientes, evitad las cuestiones inventadas y, cada innovación es un desvío, y todo desvío acabará en el fuego"».

Lo transmitió Abu da'ud y al Tirmidi, y dijo: Es un hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 30º

En un relato Mu'ad Ibn Yabal -que Dios este complacido con él- dijo:

«Dije: "Oh Mensajero de Dios, que obra me lleva al jardin y me aleja del fuego". Dijo: "Has preguntado una cosa que es fácil para aquel a quien Dios se lo facilita; adorar a Dios sin asociarle nada, observar la oración, pagar el zakat, ayunar el ramadán, peregrinar a la Casa". Luego dijo: "¿Quieres que te enseñe las puertas de la bondad?: el ayuno es protección, y la caridad apaga las faltas, tal como el agua apaga el fuego, y la oración del hombre en el seno de la noche". Después recitó: "Alejan sus costados de las camas para invocar a su Señor con temor y esperanza y de lo que les proveímos dan. Nadie sabe el consuelo que les está reservado en recompensa de los que hacen". Luego dijo: "¿Quieres que te cuente qué es la cabeza del asunto, su pilar y su cúspide?". Dije: "Por supuesto, Mensajero de Dios". Dijo: "La cabeza del asunto es el Islam, su pilar es la oración y su cúspide es la lucha por la causa de Dios (Yihad)". Después dijo: "¿No quieres que te informe de la base de todo esto?". Dije: "Por supuesto, Mensajero de Dios". Entonces cogió su lengua y dijo: "Controla esto". Dije: "Oh Profeta de Dios, ¿seremos reprochados por lo que hablamos?". Dijo: "Que tu madre se prive de ti Oh Mu'ad, ¿acaso otra cosa vuelva a la gente de cara (o dijo: de narices), en el fuego, sino lo que sus lenguas cosechan?».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 31º

Relato Abu Za'laba al Jushani, Yurzum Ibn Nashir -que Dios este complacido con él-, que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Ciertamante, Dios Altísimo ha prescrito deberes, no los descuidéis, ha puesto límites, no los sobrepaséis, ha prohibido cosas, no las violéis y ha guardado silencio respecto a cosas por misericordia hacia vosotros y no por olvido, no las busquéis».

Es un Hadiz aceptable, lo transmitió al Duraqutniy y otros.

Hadiz 32º

En un relato, Abu al 'Abbas, Sahl Ibn Sa'd As-Sa'idi -que Dios este complacido con él-, dijo:

Vino un hombre al Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- y dijo:

«"Oh Mensajero de Dios, indícame un hecho que si lo hiciese me amaría Dios y me amaría la gente". Dijo: "No desees la vida mundanal y Dios te amará, y no desees lo que la gente tenga, y la gente te amará"».

Es un buen Hadiz y lo transmitieron Ibn Mayah y otros.

Hadiz 33º

Relato Abu Sa'id, Sad Ibn Malik Ibn Sinan al Judrí -que Dios este complacido con él-, que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Ni perjuicios, ni represalias».

Es un Hadiz aceptable. lo transmitió Ibn Mayah y Ad-Daraqutní y otros y lo relató Malik en al Muwattá de 'Amr Ibn Lahia de su padre del Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- omitiendo Abu Sa'id.

Hadiz 34º

Relato Ibn'Abbas -que Dios este compñlacido con los dos-, que el Mensajero de dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Si la gente se le diera de acuerdo con sus pretenciones, reclamarían unos hombres los bienes y la sangre de otros, sin embargo, la prueba está a cargo del demandante, y el juramento está a cargo del que niega».

Es un Hadiz aceptable lo transmitió así al Baihaqui y otros, una parte está en las dos colecciones (Al Bujari y Muslim) correctas.

Hadiz 35º

En un relato Abu Sa'id al Judri -que Dios este complacido con él- Dijo:

Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entocen en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 36º

En un relato Abu Hurairah -que Dios esté complacido con él-, dijo que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«No os envidiéis, no pujéis para implicar a los demás, no os odiéis, no os déis la espalda, no rivalicéis contrariando unos la compra de otros y sed, oh siervos de Dios, hermanos. El musulmán es hermano del musulmán, no le tiraniza, no le decepciona, no le miente ni le desprecia. La piedad (taqua) esta aquí mismo -señalando a su pecho tres veces- suficiente maldad tendría una persona con despreciar a su hermano musulmán. Todo musulmán es sagrado para otro musulmán; su sangre, sus bienes y su honor».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 37º

Relato Abu Hurairah -que Dios esté complacido con él-, que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean coon él- dijo:

«Quien quita a un fiel de un apuro de los apuros mundanales Dios le quitará de un apuro de los apuros del día final. Quien le facilita a un necesitado, Dios le facilitará a él en esta vida y en la otra . Quien resguarda a un musulmán, Dios le resguardará en esta vida y en la otra. Dios siempre está en ayuda del siervo, mientras este siervo esté ayudando a su hermano. Quien emprende un camino busacando en él conocimiento. Dios le facilitará en él un camino hacía el Paraíso. No se ha reunido ungurpo de gente en una casa de las casas de Dios, recitando el libro de Dios y estudiándole entre sí sin que haya descendido la tranquilidad sobre ellos, les haya envuelto la clemencia, les hayan rodeado los ángeles y les haya mencionado Dios entre los que están cerca de él».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 38º

Relató Ibn 'Abbas -que Dios esté complacido con los dos-, del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, entre lo que relata de su Señor -bendito y altisímo sea- dijo:

«Ciertamente Dios ha escrito las buenas y las malas obras, luego ha aclarado esto: Quien intentó hacer una buena obra, y luego no la hizo, Dios ha escrito pra él una buena y completa obra, y si la intentó hacer y la hizo, Dios la ha escrito para él como diez buenas obras hasta setecientas veces y muchas más veces, y si intentó hacer un mala obra y no la hizo, Dios ha escrito para él una buena y completa obra, y si la intentó hacer y luego la hizo, Dios ha escrito una sola mala obra».

Lo transmitió al Bujari y Muslim en sus sendos Sahih con estas letras.

Hadiz 39º

En un relato Abu Hurairah -que Dios esté complacido con él-, dijo que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Dios -altísimo sea- dijo: Quien muestra enemistad hacía un amigo mío (waliy), le declararé la guerra. No se acerca mi siervo a mí con algo más querido a mí sino lo que le he ordenado, aún mi siervo sigue acercandose hacia mí con las obras voluntarias hasta que yo le amo, una vez le he amado, seré su oído con el que escucha, su vista con la que ve, su mano con la que pega, su pierna con la que anda; si me pide algo se lo daré, y si se refugia en mí, le daré refugio».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 40º

Relató Ibn 'Abbas -que Dios esté complacido con los dos-, que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Ciertamente, Dios ha perdonado por mí, a mi pueblo, el error, el olvido y lo que han hecho bajo amenaza».

Es un Hadiz aceptable, lo relató Ibn Mayah, al Baihaquí y otros.

Hadiz 41º

En un relato Ibn 'Ummar -que Dios esté complacido con los dos-, dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, me cogió y me dijo:

«Se en esta vida como si fueras un extranjero o un pasajero».

Ibn 'Ummar -que Dios esté complacido con los dos-, decía:

«Si te llega la noche, no esperes que te llegue la mañana. Y si te llega la mañana no esperes que te llegue la noche. Toma de tu salud para tu enfermedad y de tu vida para tu muerte».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 42º

En un relato Abu Muhammad 'Abdullah Ibn'Amr Ibn Al'As -que Dios esté complacido con los dos-, dijo:

«No cree uno de vosotros hasta que sus inclinaciones sean acordes a lo que he traído».

Es un Hadiz correcto y lo hemos transmitido en el libro (al Huyyah). Por una cadena perfecta.

Hadiz 43º

En un relato Anas -que Dios esté complacido con él- dijo: «He oído al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- diciendo:

«Dios Altísimo dijo: Oh hijo de Adán, siempre que me invoques y me ruegues te perdono lo que haces y no me importa. Oh hijo de Adán aunque tus faltas alcanzasen lo más alto del cielo y luego me pidas perdón, te perdono.

Oh hijo de Adán, aunque me vinieses con faltas del tamaño de la tierra y luego te presentases ante mí sin haber asociado a Mí nada, te daría por igual el perdón».

Lo relató At-Tirmidi y dijo: Es un Hadiz aceptable y correcto.

 

 

POR QUE NO HAY QUE SER JUDIO NI CRISTIANO

La manipulación de la Tora, buscando la primogenitura y una mentira que se difunde para los intereses del sionismo judío internacional, defendido por el cristianismo con la preferencia de esta rama y toda la sangre que tiene el Cristianismo, en los lugares se impone en el pensamiento de las generaciones, son un motivo para evaluar…

Estamos dispuestos a cambiar el rumbo de nuestras vidas, dejar esa antigua tradición el cual esta llena de errores y contradicciones que destruyen la sociedad, la familia en sus valores y en su moral, con matrimonio de parejas de homosexuales y lesbianas, es una demostración que el hombre quiere hacer lo que le quiere…aplicamos Reingeniería a nuestras vidas, o deseamos que nuestras próximas generaciones estén mas extraviados que nosotros, He vivido estos años, He comprendido que debemos cambiar en renovar el dolor por alegrías, Soy el obrero que con sus manos pacientemente y mirada ansiosa, va modelando los días en imágenes, los pensamientos sin formas, en monumentos esculturales de mi propia vida, Soy el que permanece sentado analizando en el gran e infinito espacio, que no es espacio si no materia que viajan por la ley del mas Grande nuestro Dios… tratando de comprender en el tiempo que no es tiempo, es nuestra historia, si tu historia, que también es tu tiempo y el de tus antepasados y el de tus generaciones, en tanto que estas ocupado, tratando de mirar y comprender que termino el día de hoy y aun no sabes quien eres, Yo te ayudo a que te reveles ante la historia en este momento y no seas esclavo de la nada, Y pensaras en buscar la verdad y unirte al mundo…

Y cuando la tierra reivindique a vuestro cuerpo es cuando danzaras junto a nosotros por encontrar tu verdad.

La belleza y la justicia como la verdad vive dentro de nosotros cuando la encontramos, en la compañía de buenos amigos que se preocupan por hacerla conocer, y es la verdad, la que siempre nos brinda PAZ…Las mentiras y engaños logran en el transcurrir de la historia odios, guerras y muertes.

La verdad es como los pájaros, con alas e ilusiones, con sueños y alegrías, eso es lo que siempre las sostiene, una verdad contada por los que viven esta Historia.

Un gran legado que tiene que ser contado, con todos sus Argumentos.

Busca la verdad…Dios te guarde.

Porque la religión ante Dios es el Islam…No hablo como hombre, es el sometimiento al Creador…

Oh Primero, oh Ultimo, oh Exterior, oh Interior, escucha mi llamada, así como escuchaste la llamada de Tu siervo Zakaríyya; socórreme por Ti hacia Ti, ayúdame por Ti hacia Ti, une entre yo y Tú, y desliga entre yo y otro-que-Tú: ¡Alláh, Alláh, Alláh!

"Ciertamente, Aquel que ha enunciado este Qur’án en términos sencillos, haciéndolo vinculante para ti, te hará sin duda regresar de la muerte a una vida renovada."

(Qur’an Sura 28, Al Qasas, La Historia, aya 85)

"¡Oh Sustentador nuestro! ¡Concédenos de Tu misericordia, y haznos conscientes de lo que es recto, cualquiera que sea nuestra condición externa!"

(Qur’án, Sura 18, Al Kahf, la Cueva, aya 10)

"En verdad, Allah y Sus ángeles bendicen al Profeta: así pues, ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer, bendecidle y someteos a su guía con un sometimiento total!"

(Qur’án, Sura 33, Al Ahsab, la Coalición, aya 56)

Las gracias, las salawat de Allah, Su paz, Sus salutaciones, Su Rahma y Sus barakaat sean con nuestro señor Muhámmad, Tu servidor, Tu profeta y enviado, el profeta iletrado, y sean con su familia y sus compañeros gracias tan numerosas como lo simple y lo impar y como las palabras perfectas y benditas de nuestro Rabb."

"¡Infinita es la gloria de tu Rabb, Señor del Honor y el Poder, excelso por encima de cuanto los hombres conciban para definirle!

¡Y la paz sea sobre todos Sus mensajeros!

¡Y la alabanza es debida por entero a Allah, Rabbil al’amin!"

(Qur’án, Sura 37, As Saffat, Los alineados en filas, ayat 180-182)

TEXTOS GUIAS DE CONSULTA

1 " Texto de Anuncio por Papa Pablo VI Acerca de las Reliquias, " New York Times, el 27 de junio de 1968.

2 Luigi Cardinio " Risultato Dell'esame osteologico dei resti scheletrici Di animali, " en: Reqliquie Di Pietro Sotto La Confossione della Basílica Vaticana, por Margherita Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, 1965, pp. 161-168.

3 Luigi Cardini, ibíd., p. 168.

4 New York Times, op. cit.

5 Camille M. Cianfarra, New York Times, el 22 de agosto de 1949, p. 1.

6 John Evangelist Walsh, los Huesos de Sait Peter, Collins Fount Paperbacks, Bungay, Suffolk, 1982, p. 59.

7 Venerando Correnti, " Relazione dello studio compiuto su tre gruppi Di resti scheletrici umani gia rinvenuti sotto la Confessione della basílica vaticana, " en Reliquie Di Pietro Sotto La Confessione della Basílica Vaticana, por Margherita Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, Roma, 1965, pp. 83-160.

8 Walsh, Op. cit., p. 103.

9 Engelbert Kirschbaum, las Tumbas de San Pedro y San Pablo, traducido por John Murray, la Prensa de San Martín, Nueva York, 1959, pp. 51, 219 n. 3.

10 " Texto de Anuncio por Papa Pablo VI Concertando las Reliquias, " New York Times, el 27 de junio de 1968. [Énfasis mío]

11 Hugo Gressmann, Eusebius Werke, Dritter Bank, Zweiter Teil, Die Theophanie. Ind de Die Griechischen Bruchstucke Ubersetzung der Syrischen Uberlieferung, 2o editor por Adolf Laminski, Die Griechischen Christlichen Schrifsteller Der ersten Jahrhunderte, Akademie Verlag, Berlín, 1992, p. 175.

12 B.M. Apollonj Ghetti, A. Ferrua, E. Josi, y E. Kirschbaum, Esplorazioni Sotta Confessione Di La Pietro San En Vaticano Eseguite Negli Anni 1940-1949, Dos Volúmenes, Tipografia Poliglotta Vaticana, Citta del Vaticano, 1951.

13 Esplorazioni, Vol yo, p. 120.

14 Kirschbaum, op. cit., pp. 91, 223.

15 Esplorazioni, Vol yo, p. 162.

16 Kirschbaum, op. cit., pp. 91, 223.

17 Kirschbaum, op. cit., pp. 195f.

18 Walsh, op. cit., p. 166.

19 Jocelyn Toynbee y John Ward Perkins, el Lugar santo de San Pedro y Excavaciones Vaticanas, Longmans, Verde y Compañía, Londres, 1956, p. 53.

20 Walsh, op. cit., p. 75.

21 Walsh, op. cit., p. 160. [endif]

22 Margherita Guarducci, I Graffiti Sotto Confessione Di La Pietro San En Vaticano, vol. II, Libreria Editrice Vaticana, Citta del Vaticano, 1958, p. 396.

23 Walsh, op. cit., pp. 87ff.

24 Esplorazioni, vol. Yo, pp. VII-XI.

25 Walsh, op. cit., pp. 78ff.

26 Walsh, op. cit., pp. 168-169. shape>

27 Cardini, op. cit., p. 168.

28 Carlo Lauro y Gian Caro Negretti, " Risultato dell'analisi petragrafica dei campioni Di terra, " en: Reliquie Di Pietro Sotto la Confessione della Basílica Vaticana, por Margherita Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, 1965, pp. 169-179.

29 Daniel Wm. O'Conner, Pedro en Roma: la Evidencia literaria, Litúrgica, y Arqueológica, Prensa de Universidad de Columbia, N.Y., 1969, pp. 95-96.

30 Esplorazioni, vol. Yo, p. 15.

31 J.-P Migne, Patrologiae Cursus Completus, etc., Serie Graeca Prior, Patrologiae Graecae Tomus XLI, S. Epiphanius Constantiensis en Cypro Episcopus, Adversus Haereses, París, 1863, columnas 389-390.

32 Baruch Sapir y Dov Neeman, Cafarnaum (Kfar-Nachum): Historia y Herencia, Arte y Arquitectura, la Revisión de Interfe de la Tierra Santa (Israel), la Biblioteca de Sitios Históricos, Vol 0N1/9, Tel-Aviv, 1967, pp. 36-7, 41, 42. Letras cursivas en original.

33 Virgilio Corbo, " Resti della Sinagoga del Primo Secolo un Cafarnao, " Studia Hierosolymitana III (SBF Collectio Maior, 30), Jerusalén, 1982, pp. 313-357.

34 Virgilio Corbo, la Casa de S. Pedro en Cafarnaum, las Publicaciones del Studium biblicum Franciscanum, collectio Menor, No 5, Jerusalén, 1969.

35 Avi-Yonah, Michael, Índice geográfico de Palestina romana, QEDEM las Monografías del Instituto de Arqueología, la Universidad hebrea de Jerusalén, 5, 1976.

36 Menzies, op. cit., pp. 370-371.

37 D. Paul Glaue, " Der alteste Texto der geschichtlichen Bucher des Neuen Testaments, " Zeitschrift Fur Die neutestamentliche Wissenschaft Nun Die Kude der alteren Kirche, Vol 45, 1954, pp. 90-108

38 Jerusalén podría haber sido llamada (Salem o Shalem) en tiempos Jesuitas, antes de la ocupación israelita. 12 D. Paul Glaue, op. cit., p. 103.

39 Frank R. Zindler es un escritor de ciencia. Él es un miembro de la Asociación americana para el Avance de la Ciencia la Academia de Ciencia de Nueva York, la Sociedad de Literatura Bíblica, y las Escuelas americanas de Investigación Oriental.

40 «Verificación del Evangelio» Reliquie Di Pietro Sotto la Confessione della Basílica Vaticana.

41 L. & L. RAGG, The Gospel of Barnabas, Oxford, 1907.

42 L. CIRILLO, «Un nuovo vangelo apocrifo: il Vangelo di Barnaba», Rivista di Storia e Letteratura Religiosa, Florencia, XI (1975): 391-412.

43 M. FRÉMAUX, Evangile de Barnabé. Recherches sur la composition et l'origine. Texte et traduction, Paris, 1977

44 http://www.angelfire.com/extreme/genio/qumran.html

www.herenciacristiana.com/christianhorror/nazis.html

/trabajos16/religion-e-historia/religion-e-historia.shtml

/trabajos16/dialogo-cristiano-musulman/dialogo-cristiano-musulman.shtml

www.herenciacristiana.com/heroinas/heroinas.html

www.angelfire.com/ar3/cristianismo/victimas/victimas99.html

www.angelfire.com/extreme/genio/heroes/heroes.html

www.angelfire.com/ca6/filosofo/inquisition.html http://www.angelfire.com/ca6/filosofo/inquisition.html http://www.islamenlinea.com/ciencia-mo/ciencia.html

http://www.islamenlinea.com/muhammad-biblia/profeta.html

DEDICATORIA

Con cariño y por el amor a la vida y la lectura, te invito a navegar conmigo y juntos podremos encontrar el misterio oculto que solo se descubre cuando caminas tras las huellas de anteriores personas, que las dejaron para nosotros, poderlas encontrar y comunicar.

Uno como historiador tiene que demostrar la verdad de la historia y no defender los mitos, que como falsedad de unos pocos pretenden tomar fuerza y luego ser defendidos como verdad, es el caso encontrado por Judíos y Cristianos, como puedo afirmar y demostrar, con este valioso material, dedicando este trabajo a toda persona que no sea esclavo mental y sea un critico justo e imparcial.

Dedico este trabajo a Dios único y eterno, sin hijo, ni madre, El Creador, a mis Padres, Hermides, Mi Madre Sonia, mis Hermanos, Rafael, Ronald, Ana Milena, Mis Abuelos, Mi tío Henry y a mi recordado Saúl, a mi gran Amor y a mi futura Familia, este es un aporte a la Humanidad y mi vivencia como Judío – Cristiano- Musulmán. A todos mis grandes amigos que con su apoyo me motivaron a culminar este trabajo.

Existe mucha gente que ha sospechado del cristianismo, pero muy poca ha sido lo suficientemente curiosa para ahondar en la historia real de esta religión, que en realidad no es otra cosa que una adquisición accionaría estratégica que Roma utilizó como una herramienta de control. Casi todos saben que la Biblia ha sido editada a través de los siglos, pero pocos conocen exactamente lo que le ha sido quitado o agregado.

 

AUTOR :

ABDULLAH ABDELKARIM

CENTRO Y DIFUSION DEL ISLAM 2005

ALI MUHAMMED

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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