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Cinco aspectos mejorables para los portales inmobiliarios del futuro

Enviado por Fernando Maciá


Partes: 1, 2

    1. Personalización
    2. No guardarse nada
    3. Integrar información del entorno
    4. Competir en buscadores
    5. Conclusión

     

    A lo largo de los últimos dos años, hemos asistido a una rápida evolución en la adopción de principios de usabilidad e indexabilidad básicos por parte de los principales portales inmobiliarios españoles. Aspirantes a convertirse en una alternativa real de búsqueda vertical enfocada en el mercado inmobiliario frente a los buscadores generalistas –como Google, Yahoo!, Vista o Ask— portales como Idealista, Fotocasa, Globaliza, Expocasa, Portae o Urbaniza, entre otros, se disputan el favor de los miles de usuarios que a diario acometen la cada vez más difícil tarea de encontrar una vivienda digna a un precio razonable.

    A pesar de las evidentes mejoras, el sector de la oferta inmobiliaria en la Red tiene todavía algunas asignaturas pendientes.

    El hecho de que el uso de Internet en España esté todavía por detrás del de los países más avanzados de nuestro entorno no justifica que España no esté a la cabeza de este sector. Sobre todo teniendo en cuenta el altísimo nivel de viviendas construidas anualmente en nuestro país y el significativo porcentaje de ellas que son adquiridas por compradores extranjeros.

    El creciente uso de los portales inmobiliarios en España es un fenómeno corroborado por una tendencia de ámbito internacional.

    En una reciente entrevista, Marque Joosten, CEO de funda.nl, el principal portal inmobiliario holandés (que triplica en número de visitantes únicos mensuales al líder español) comentaba que los listados de propiedades en venta en la Red han venido a significar la progresiva desaparición de los anuncios clasificados de inmobiliaria en la prensa diaria. La rapidez de consulta de la oferta de pisos en venta online y la posibilidad de comparar directamente características y precios en distintos portales, incluso para el mismo producto, han desviado la atención de los compradores potenciales hacia Internet, a pesar de que todavía una parte importante de la publicidad se encamina hacia medios offline.

    Si tuviéramos que fijarnos en el mercado norteamericano para establecer un marco prospectivo de cuál podría ser la evolución del escenario a corto plazo, nos pueden llamar la atención las cifras 77-24-69.

    No se trata de un nuevo canon de belleza ni de un número de teléfono, sino de los tres números más citados en estudios sobre el mercado inmobiliario y las tendencias de futuro a lo largo de este año en Estados Unidos. En efecto, una encuesta realizada por la National Association of Realtors puso de manifiesto que un 77% de las personas que buscaron una vivienda en 2006 emplearon Internet como primera fuente de consulta. En segundo lugar, un 24% de los compradores de vivienda afirmaron que habían encontrado en Internet la vivienda que poseían en la actualidad. Por último, un 69% de usuarios de Internet sólo habían consultado con un único agente inmobiliario en su proceso de compra de una nueva vivienda.

    En España, el porcentaje de las personas interesadas en buscar casa que emplean Internet como primera alternativa son ya el 48%. Este escenario actual y de futuro debería animar a las empresas inmobiliarias a invertir con mayor decisión en lo que lleva camino de convertirse en el principal marketplace, el punto clave de contacto entre oferta y demanda a corto plazo. Si su oficina cuya dirección termina en .com no es la que recibe mayor número de contactos diarios, lo será muy pronto. De modo que es necesario dedicarle las personas, recursos y medios necesarios para gestionar adecuadamente esos contactos y conseguir que un porcentaje progresivamente mayor de los mismos acaben convirtiéndose en clientes. Veamos, pues, cuáles son las principales carencias que, en mayor o menor medida, afectan a la mayoría de portales inmobiliarios en nuestro país y cuáles serían las medidas a tomar para lograr una mayor sintonía con lo que los usuarios van a demandar –o lo están haciendo ya— en el futuro.

    Partes: 1, 2
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