Contribución de la ingeniería del mantenimiento a la protección del medio ambiente
Enviado por Francisco de Paul Mora Sánchez
Resumen
La inestabilidad y el progresivo incremento del precio en el mercado de las materias primas utilizadas para la fabricación de los aceites lubricantes, la trascendencia de la lubricación en la actividad de mantenimiento técnico automotor y la repercusión que tiene en el ciclo de vida del equipamiento de transporte automotor, la necesidad de elevar la confiabilidad operacional de las flotas de equipos de transporte automotor y de modernizar las acciones de mantenimiento técnico automotor asociadas al aceite lubricante de motor para lograr un desempeño confiable, sostenible, ecológico y competitivo; todo enmarcado en un contexto de ahorro energético y eficiencia operacional en que se encuentra inmerso el país, constituyeron las premisas fundamentales que motivaron la realización del trabajo; el cual fue desarrollado en la Empresa de Transporte y Equipos Pesados (ETEP) perteneciente al Ministerio de la Industria Básica (MINBAS) con el objetivo de proponer y verificar la factibilidad de una metodología de fundamento experimental que permita establecer la frecuencia de cambio del aceite lubricante de motor y la utilización eficiente, confiable y ecológica del mismo en los Motores de Combustión Interna (MCI) instalados en flotas de equipos de transporte automotor, la cual considere las tendencias actuales del mantenimiento técnico automotor combinando aspectos del mantenimiento técnico proactivo (basado en la condición) y el preventivo planificado.
La aplicación de forma coherente y armónica de métodos de investigación tales como: el experimental, el análisis–síntesis, el lógico – deductivo y el estadístico – matemático permitieron dar cumplimiento al objetivo planteado y los resultados alcanzados satisfacen las expectativas técnicas y gerenciales de la organización.
Palabras claves: Aceite lubricante, frecuencia de cambio, confiable, mantenimiento técnico automotor, eficiente, ecológica.
Introducción
La contaminación del medio ambiente provocada en gran medida por el hombre, constituye actualmente un problema pendiente por resolver que agobia la existencia de la humanidad y repercute en el deterioro de la calidad de vida de la misma.
Grandes enfrentamientos le acontecerán al planeta y en especial a sus habitantes si no se educa al hombre para el desarrollo sostenible.
Un siglo que podría ser el último de la especie humana y de la existencia del planeta es el que se vive, todo cuanto se haga para lograr que los seres humanos se eduquen, contribuyan y sean capaces de vivir preservando los espacios que utilizan para las futuras generaciones, siempre será bien recibido.
El aumento del consumo de combustibles fósiles, la continua y acelerada deforestación, la desecación y la emisión de gases de efecto invernadero constituyen algunas de las causas que contribuyen al deterioro ambiental; con el advenimiento del vehículo con motor de combustión el problema se agudiza.
Actualmente, el transporte automotor es uno de los grandes consumidores de combustibles fósiles, el 57 % del petróleo es destinado al transporte y el 97 % del transporte depende de este recurso además, es una de las principales fuentes emisoras de residuales peligrosos y contaminantes como son los gases provenientes del funcionamiento de los motores de combustión y los aceites lubricantes, entre otros.
Los aceites lubricantes usados provenientes de los motores de combustión constituyen una mezcla compleja de productos diversos. Un lubricante está compuesto por una mezcla de una base mineral o sintética con aditivos, durante el período de uso se contamina con distintas sustancias tales como: agua, partículas metálicas ocasionadas por el desgaste de las piezas en movimiento y fricción, compuestos órgano metálicos procedente de las gasolinas (plomo), ácidos orgánicos e inorgánicos originados por oxidación del azufre del combustible, restos de aditivos (fenoles, compuestos de cinc, cloro, fósforo), compuestos clorados y otras; tales productos pueden ser ingeridos, absorbidos y retenidos por los organismos vivos.
Algunas de las manifestaciones de los efectos perjudiciales de los componentes de aceite usado son:
Los gases que contienen aldehídos, cetonas, C02 y compuestos aromáticos son irritantes y actúan sobre el tejido respiratorio superior, provocando ahogos, asma, bronquitis, efectos mutantes y cáncer.
Elementos como Cloro, NO2, SH2, Antimonio, Cromo, Níquel, Cadmio, Manganeso y Cobre actúan sobre el tejido respiratorio superior y tejido pulmonar provocando efectos asfixiantes, pues impiden el transporte de oxígeno y por tanto la respiración de la célula.
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