– En la integración, al tratar de obtener y articular los elementos los elementos humanos y materiales que la planeación y la organización señalan como necesarios para el adecuado funcionamiento de la entidad.
– En la dirección, al garantizar la obtención de los resultados u objetivos por medio de la autoridad del administrador ejercida directamente o delegando en otros elementos, al ordenar, guiar y supervisar a sus subordinados,
proporcionándole bases firmes para encauzar los esfuerzos hacia los propósitos de la entidad.
– En el control, al medir y comparar los resultados obtenidos con los esperados, es decir si existe equilibrio entre planeación y ejecución.
– Desde la perspectiva externa, da a conocer la situación y evolución posible de la entidad a todos los usuarios externos: entidades de crédito, proveedores, trabajadores, clientes, auditores, analistas, organismos del estado, competidores, inversores, etc.
Las limitaciones de los Estados Financieros son inherentes a la naturaleza del registro de las operaciones, entre ellas:
– La moneda que es la unidad de valor utilizada en la contabilidad y por consecuencia reflejada en los Estados Financieros, carece de estabilidad, por lo tanto su poder adquisitivo está variando continuamente, por lo que puede decirse, que las cifras de los estados financieros no representan valores absolutamente reales.
– La capacidad de la administración y la eficiencia de sus decisiones, no se encuentran reflejadas en los Estados Financieros, por lo que ésta no se pueden medir con la observación de dichos estados.
– Algunos bienes que figuran en los Estados Financieros, tienen intrínsecamente valores más firmes en el mercado y por consecuencia mayor realización, que en los valores asignados en la contabilidad.
– En la Contabilidad han quedado incluidos convencionalismos contables, juicios y criterios personales que se han conjugado en la presentación de las cifras financieras de los estados.
– En los Estados Financieros no pueden apreciarse la costeabilidad y conveniencia de algunas políticas establecidas.
– No siempre expresan la exigibilidad o convertibilidad de algunos activos y pasivos.
– En la Contabilidad hay vertidas disposiciones fiscales, que son medidas aceptadas, más no bases correctas de valuación.
– Los Estados Financieros no muestran con precisión las posibilidades de desarrollo o supervivencia de la Entidad.
El análisis de los indicadores es una técnica útil, atractiva y fácil de calcular; sin embargo, su consistencia depende de la confiabilidad de la información, de los criterios de clasificación de las cuentas, subcuentas y partidas en los libros y/o registros y las políticas contables con los que se comparan; por tanto, para medir la eficiencia a través de los indicadores hay que neutralizar los factores que distorsionan sus resultados.
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