Los bioindicadores como herramienta de evaluación de la calidad de agua en uno de los afluentes del Río Combeima
Enviado por claudia montes
- La bioindicación
- Aceptación de los diversos taxas como indicadores de la calidad del agua
- Respuesta de las comunidades de macroinvertebrados a la contaminación
- El método BMWP para Colombia
- Principales órdenes de macroinvertebrados
- Bibliografía
Los bioindicadores como herramienta de evaluación de la calidad de agua, en uno de los afluentes del Río Combeima ubicado en el Parque Museo de la Martinica, en la Ciudad de Ibague, Tolima-Colombia
Introducción
En el estudio de las aguas continentales es improbable disociar el binomio agua-desarrollo pues el uso de las aguas dulces es un elemento ineludible en el desarrollo de las sociedades humanas. Desde tiempo atrás, el uso del agua ha estado creciendo en forma exponencial con los consecuentes problemas de contaminación. Dicha contaminación se traduce en cambios significativos a los cuerpos de agua y por supuesto a la diversidad biológica (animal y vegetal) presente en el sitio. Por otra parte, el entendimiento del origen de los contaminantes, su tratamiento y su efecto en los ecosistemas acuáticos, es, hoy en día, una parte importante de la interpretación de la ecología acuática.
Las acciones de los seres humanos afectan evidentemente a un sinnúmero de ecosistemas acuáticos, transformando con ello la evolución natural de los mismos en diferentes escalas. En la actualidad se han desarrollado diversas técnicas para evaluar los efectos que traen consigo las variadas actividades antropogénicas que presentan un impacto probable en el ecosistema y posteriormente en la salud humana. Entre los diferentes instrumentos de evaluación se halla el uso de indicadores biológicos para monitorear el estado de los ecosistemas acuáticos.
El término "indicador biológico" se ha utilizado indiscriminadamente en nuestro medio sin que exista un concepto claro sobre su significado ni sobre los eventos que tales organismos pueden llegar a indicar. La bioindicación hace referencia simplemente a la respuesta de los organismos vivos que están expuestos a los contaminantes o bien, que pueden ser útiles para predecir el daño futuro e incluso, pueden por sí mismos presentar los efectos dañinos. En esta oportunidad analizaremos un afluente del río Combeima, ubicado en el parque museo "la Martinica", zona rural de la ciudad de Ibagué, en el departamento del Tolima.
EL OBJETIVO del presente trabajo es conocer la diversidad de la fauna acuática en especial los diferentes tipos de macro invertebrados que habitan uno de los afluentes del río Combeima ubicado en la reserva natural de la Martinica, la cual constituye un ecosistema estratégico del departamento del Tolima; además establecer algunos taxones para los especímenes en el sitio muestreado, dependiendo de su morfología externa y sus características más relevantes.
La bioindicación
La evaluación de la calidad del ambiente, en particular de las comunidades acuáticas, ha sido por tradición, desarrollada con base en métodos soportados por mediciones y determinaciones de las características físicas y químicas del agua. Cuando se trata de estimar o determinar la calidad ambiental en general, son aplicados los procedimientos físico-químicos clásicos para denotar el grado de calidad o afectación del parámetro estudiado.
Un ejemplo es la calidad del agua para consumo humano, la cual puede considerar, en el caso de metales pesados, la concentración de los mismos para definir si es "buena o mala", tal es el caso del plomo, metal que, si rebasa la concentración de 0.003 partes por millón no es recomendable que se consuma. Sin embargo, la inclusión de la respuesta de los organismos en distintas escalas, desde biomarcadores hasta comunidades, es ahora una alternativa y un complemento en la evaluación de la calidad del ambiente. Una de las premisas más importantes de la bioevaluación o biomonitoreo es la de que los esquemas físico-químicos nos son capaces de detectar los daños en las comunidades biológicas. La bioevaluación o biomonitoreo puede revelar impactos o efectos futuros y presentes que están enmascarados, tales como nuevas substancias tóxicas que han ingresado al ambiente o posibles cambios en las propiedades físicas. Otra ventaja es que pueden ser estudiados los cambios o alteraciones a largo plazo sobre el ecosistema. Por estas razones es importante incorporar, a los métodos de evaluación de la calidad ambiental y de la integridad de los ecosistemas, mecanismos como los indicadores biológicos que complementen a los métodos tradicionales.
Los bioindicadores llamados biomarcadores, son simplemente la respuesta de los organismos vivos que están expuestos a los contaminantes o bien, que pueden ser útiles para predecir el daño futuro e incluso, pueden por sí mismos presentar los efectos dañinos. El contexto en el que debe interpretarse un biomarcador cae en el ámbito bioquímico, fisiológico o morfológico pero no debe considerarse como un bioindicador la escala de "población o de comunidad", tal como, la riqueza de especies, la variabilidad genética o una especie centinela.
Aceptación de los diversos taxas como indicadores de la calidad del agua
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