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Semilla de soja transgenica

Enviado por isiavda


    DIRECCION DE AGRICULTURA

    Diciembre/Enero de 1999

    La superficie dedicada al cultivo de la soja en Argentina ha ido en constante aumento a lo largo de la última década. De confirmarse la intención de siembra prevista para la presente campaña – 1998/99-, el área se incrementaría en el 5,5% con respecto al ciclo anterior.

    Asimismo, de cumplirse estas estimaciones, el rendimiento de indiferencia para obtener el volumen recolectado en 1997/98, se acercaría a los 25 qq/ha, el cual se podría lograr con buenas condiciones climáticas y sin adversidades graves en los próximos meses ya que dentro del ranking de rendimientos históricos, el valor antedicho se ubica entre los máximos obtenidos en el país, algo inferior al récord que le correspondió al ciclo 1997/98.

    Soja: Superficie, producción y rendimiento

    SOJA TOTAL PAIS

    CAMPAÑAS AGRICOLAS

    1992/93

    1993/94

    1994/95

    1995/96

    1996/97

    1997/98 (*)

    1998/99 (**)

    Superficie sembrada (ha)

    5.319.660

    5.817.490

    6.011.240

    6.002.000

    6.670.000

    7.176.250

    7.573.900

    Producción (ton)

    11.045.400

    11.720.000

    12.134.450

    12.448.000

    11.000.000

    18.732.000

    Rendimiento (qq/ha)

    21,6

    20,4

    20,4

    21,4

    17,2

    26,9

    Referencias: (*) Cifras provisorias.

    (**) Intención de siembra a diciembre de 1998

    FUENTE: Elaborado por la Dirección de Agricultura en base a datos de DEA (SAGPyA).

    Con respecto al uso de la soja transgénica, la campaña 1997/98 fue la primera en la cual se la utilizó a nivel de cultivo comercial. Se estima que el área sembrada ascendió a 1,4 millones de hectáreas obteniéndose una producción superior a 3,75 millones de toneladas, es decir el 20% del total país.

    La aceptación por parte del sector productor de este tipo de soja fue amplia, mejor a la prevista ya que sus beneficios se extienden más allá del logro de un mejor control de las malezas del cultivo.

    Tal es así que, para el ciclo 1998/99, el incremento en el área sembrada con estas variedades superaría las expectativas iniciales: a principios de la campaña se estimaba que el 40% de la superficie total cultivada con soja correspondería a variedades transgénicas; en la actualidad esta cifra parecería acercarse a los 5,5 millones de hectáreas con lo cual representaría el 74% de la intención de siembra.

    Este crecimiento explosivo se debería a un conjunto de factores, algunos de los cuales se analizarán a continuación.

    Tradicionalmente, esta oleaginosa era conocida por su escasa habilidad para competir con plantas dañinas, de hecho era uno de los cultivos agrícolas más susceptibles a las malezas, lo cual obligaba al uso de un complicado paquete de agroquímicos y a un control muy planificado de las mismas, con una alta dependencia de las condiciones meteorológicas.

    La soja resistente a glifosato, no sólo permite una relativa independencia de los factores climáticos sino que simplifica y reduce el espectro de herbicidas necesarios durante el ciclo de cultivo, con un control más eficiente de las malezas y un incremento de la capacidad operativa de la maquinaria tanto a nivel contratista como a nivel productor.

    Estas nuevas condiciones tendrían impacto directo en la empresa agropecuaria a través de:

    • mejor y más sencilla planificación del sistema de producción, con mejores resultados agronómicos, a menores costos;
    • mayor flexibilidad e independencia de las condiciones climáticas;
    • optimización de la maquinaria agrícola ya que posibilita el cultivo de áreas mayores con igual equipo, permitiendo el incremento de la superficie media de las explotaciones trabajadas por productor.

    Asimismo la soja transgénica cumple mejor el papel de "limpieza de los lotes" dentro de la rotación al facilitar el control de malezas perennes que, tradicionalmente, son de difícil erradicación (como por ejemplo el gramón).

    Por otra parte, en la siembra directa se han obtenido mejores resultados con soja genéticamente modificada ya que las ventajas enumeradas en los párrafos anteriores se ven potenciadas debido a que, en este sistema de cultivo, el control de malezas es totalmente químico.

    Este crecimiento en el uso de soja genéticamente modificada se ve favorecida por el logro de variedades transgénicas en casi todos los grupos de maduración empleados en el país, con lo cual se generalizaría su uso en las diferentes zonas sojeras a partir de la campaña actual.

    Según datos del INASE, los cultivares resistentes a glifosato inscriptos suman 34 para el caso de la soja. En el siguiente cuadro se observa la distribución de los mismos según los grupos de maduración a los que pertenecen.

    Soja: cultivares transgénicos inscriptos según grupo de maduración

    Grupo de Maduración

    N° de variedades inscriptas

    III

    3

    IV

    10

    V

    8

    VI

    9

    VII

    3

    VIII

    1

    FUENTE: Elaborado por la Dirección de Agricultura en base datos del INASE

    Comercialización y exportaciones de soja transgénica

    Tal como se mencionó anteriormente, la campaña 1997/98 fue la primera en la cual se registró producción a escala comercial de soja resistente a glifosato. El sector acopiador no hizo ninguna discriminación entre la soja transgénica y la tradicional, lo cual se tradujo en la mezcla física de ambas mercaderías.

    Con respecto al comercio exterior, algunos países de la Unión Europea habían manifestado su intención de requerir el etiquetado o la certificación de la mercadería a adquirir, con el fin de garantizar a ciertos sectores del consumo el origen transgénico o no de la materia prima utilizada en la elaboración de los productos finales. Esto no se hizo efectivo durante el transcurso de las exportaciones realizadas hasta la fecha.

    De hecho, si bien hubo solicitudes puntuales de certificación de las partidas de soja en grano y de subproductos, por parte de algunos países importadores del continente europeo, ante la imposibilidad de ser cumplido este requisito por las firmas exportadoras localizadas en nuestro país, se continuó con las negociaciones sin mayores complicaciones. Tampoco se registran quejas formales al respecto en las principales Cámaras que agrupan al sector industrial.

    En cuanto al aceite de soja, aún persiste la polémica en el ámbito internacional si hubiese que discriminar la mercadería en transgénica o no trasgénica ya que la misma no contiene proteína de soja. De todas maneras, los principales demandantes de este producto son países en los cuales el planteo del etiquetado no es tan comprometido como en el caso de la Unión Europea que sí es nuestro comprador favorito a la hora de analizar las exportaciones de granos y subproductos de la molienda de esta oleaginosa.

    Documento enviado por:

    Miguel Angel Sánchez